El asesinato del camarada Robert Serra se ha convertido en un complejo juego de ajedrez político donde el uribismo mueve sus fichas para tratar de evitar la extradición desde Colombia del principal gestor y ejecutor material del horrendo crimen de los dos jóvenes revolucionarios, preocupados como están los jefes del sicariato paramilitar de las declaraciones de alias ‘el Colombia’ ante los tribunales.
El último movimiento de ese siniestro ajedréz lo constituyeron las temerarias, irresponsables y provocadoras declaraciones del embajador de Colombia en Venezuela, Luis Eladio Pérez, donde declaró de manera categórica y con aparente seguridad que Leiva Padilla, alias ‘el Colombia’, el principal asesino de Serra y de María Herrera, ni era colombiano, ni era paramilitar. Es decir, cual juez supra nacional juzgó y decidió que el criminal no lo era.
Sin dudas esas declaraciones, dadas por un diplomático de larga experiencia política, fueron deliberadas, producidas cuando precisamente el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela solicitaba, a través del Ministerio Público, la extradición desde Colombia del criminal, principal organizador en Venezuela del crimen, quién recibió los 500 mil dólares para pagarle a los verdugos y sicarios, quedándose él con el 75% de esa enorme cantidad de dinero, unos 425 mil dólares que al parecer se embolsilló.
El primero que dijo que en el crimen de Serra y su compañera María estaba metido el paramilitarismo colombiano fue nada más y nada menos que el expresidente Ernesto Samper, actual Secretario General de Unasur. Que alguien de tan elevada estatura política en Colombia y Latinoamérica, apenas conocidos los crímenes, a escasas horas de los abobinables hechos, señalara la presencia de paramilitares colombianos en el mismo, no deja de ser altamente significativo. Pero ocurre que un mes y medio después de los asesinatos venga el Embajador de su país en Venezuela a dar unas provocadoras declaraciones, que puede incluso costarle el cargo de embajador en nuestro país, no es que pone en duda la participación de paramilitares colombianos sino que de plano lo niega y le da un tiro por mampuesto al señor Samper.
Asegura el embajador Pérez que alias ‘el Colombia’ ni es colombiano ni es paramilitar. ¿Por qué se arriesga y da un paso tan grave cuando es altamente conocido que Leiva Padilla tiene las dos nacionalidades, la colombiana, su país de origen y nacimiento, y la venezolana, por nacionalización, acogiéndose a los beneficios otorgados a los naturales de Colombia por el Presidente Chávez. Pero ¿por qué contraría públicamente al gobierno venezolano y de manera tan abierta con declaraciones insidiosas, muy poco diplomáticas, precisamente en un momento en que las relaciones entre las dos naciones y gobiernos son muy buenas?
Venezuela, el Presidente Maduro, Relaciones Exteriores no han dicho nada, es decir, no hay una posición oficial pública, podemos inferir que las declaraciones de la Ministra del Exterior colombiana, la cancillera María Ángela Holguín se producen por algún reclamo diplomático por parte de Venezuela, pero en sus declaraciones la señora Holguín se apresura a declarar que el diplomático no será removido. En declaraciones a la W Radio dijo que “No hay una queja formal del gobierno de Venezuela. Tampoco se conocen detalles de la investigación. La cancillera aclaró que el hecho de que se le llame la atención al embajador no quiere decir que se le va a cambiar.
Por su parte el líder de la Revolución Bolivariana y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, le salió al paso al embajador en su programa ‘Con el mazo dando’. Señaló que: “El embajador (colombiano) dio unas declaraciones bien raras, ¿a quién defiende ese señor? (…) yo tengo la sospechita de a quién defiende, porque yo creo que usted sabe parte de lo que en verdad se está investigando”, dijo durante su programa de televisión transmitido por VTV, y agregó: “Ellos vienen y sueltan la lengua aquí, son representantes diplomáticos y esperan que no les digan nada”.
Continuó Diosdado Cabello analizando la conducta del embajador y con ironía señaló:
“Usted tiene una agencia de investigación que ya investigó lo que pasó en el asesinato de Robert Serra, ¿a quién quiere proteger?”, preguntó. Tildó la actitud del embajador colombiano de “falta de respeto”, y dijo que “las declaraciones de Pérez están “alejadas de toda lógica”.
Con anterioridad Diosdado Cabello había hecho señalamientos sobre la conducta del embajador que se viene reuniendo con sectores de la ultraderecha fascista venezolana.
El pasado 20 de junio, durante su programa de televisión, Cabello exhortó al embajador a no reunirse con representantes de la oposición venezolana, y así no hacerle pensar que “está metido en algo raro”. “Tenemos grandes amigos colombianos, pero usted no cesa de meter la nariz donde no debe“, dijo.
Por su parte el Coordinador de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, Oscar Contreras fue tajante al decir que “las declaraciones del embajador colombiano en nuestro país, Eladio Pérez, se ubican en ser desafortunadas, inoportunas y sospechosas al referirse con total ligereza a las investigaciones que adelantan los cuerpos de Seguridad del Estado sobre el vil asesinato del diputado Robert Serra.
La Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora, rechazó de forma categóricamente las declaraciones del embajador al considerar que “pareciera que se trata de una complicidad en una política orquestada por la derecha internacional para intentar deslegitimar al gobierno venezolano y, poner en entre dicho la conducta del venezolano, con esto intentan desmontar la posición seria y firme que ha asumido el gobierno venezolano en cuanto al móvil, la ejecución material e intelectual de este vil asesinato que todavía conmueve al pueblo venezolano” dijo Contreras.
Otra significativa opinión fue la del director de la Cámara Venezolana de Empresarios e Industriales del Mercosur, Luis Tellería, quién señaló: “El Embajador de Colombia actuó de una manera irresponsable”.
“Nos sorprende esta posición del Embajador y la consideramos un irrespeto a la soberanía y una intromisión a los asuntos internos”, expresó el dirigente político quien estima que el Gobierno Venezolano dará una respuesta contundente ante estas declaraciones del diplomático.
A juicio de Tellería, Luis Eladio Pérez debe tener mayor información del caso y exhortó a las autoridades a tomar cartas en el asunto y abrir una investigación: “Él sabe un poquito más… cuando se atreve a denunciar con lujos de detalles y hace este tipo de aceleraciones debe estar bien informado de quién fue que mató a Serra”.
Evidentemente el uribismo quiere enturbiar la situación, inmiscuirse en los asuntos internos venezolanos como desde hace mucho tiempo lo viene haciendo, con sus ambiciones expasionistas y su terrorismo; las infelices y riesgosas declaraciones del embajador Pérez dentro del análisis políticos hay que considerarlas de abierta y calculada injerencia en los asuntos venezolanos con su carga de intrigas para enfrentar a los dos gobiernos. Querer detener la extradición de Leiva parece ser uno de los objetivos de esas declaraciones, lavarle la imagen, otra, desmontar lo que ya es una certeza, que el paramilitarismo fue quién organizó y ejecutó el crimen de Robert Serra y su compañera.