1. Cincuenta mujeres, cincuenta hombres y 70 niños se suicidarán en Brasil si los jueces –por órdenes de los terratenientes y del gobierno- los despojan de sus tierras. Seguirían así el ejemplo de sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y antepasados que han recorrido el mismo camino sin que las cosas no cambien en beneficio de los productores de las tierras. Yo no sé si llegado el momento decidiera suicidarme, pero si así fuera moriría feliz contribuyendo a terminar con la vida de la sociedad capitalista que es la única causante de tantas muertes, asesinatos y suicidios. Ser un simple suicida conociendo quien me despoja y ha hecho lo mismo a mis antepasados, es fortalecer a nuestros enemigos de clase.
2. En México se han registrado en los últimos ocho años más de 100 mil asesinatos; no sé cuántos de este tipo de han producido en Brasil. Entre unos días se cumplirán tres meses de haber desaparecido 43 estudiantes campesinos mexicanos provocando grandes protestas y movilizaciones culpándose al Estado del suceso. Pienso que el suicidio de 170 brasileños por no encontrar salida positiva para su vida, es igual o peor que las desapariciones en México. ¿No son acaso ambos provocados por el sistema capitalista? Son famosas en el mundo las favelas brasileñas en las que viven decenas de millones de personas desempleadas y miserables que ningún gobierno ha querido mirar; ¿Qué hicieron los gobiernos de Lula y Dilma?
3. Por lo que sé de Brasil en política exterior, va bien al formar parte del BRICS junto a Rusia, India, China y Sur África, por haberse confrontado algunas veces contra el imperio de EEUU, por hacer causa común con Venezuela, Bolivia, Cuba y por tratar de aplicar una política socialdemócrata; sin embargo en sus políticas internas (siguiendo los vicios del capitalismo) olvidan que existe una profunda pobreza y miseria heredadas, que deben atenderse en primer lugar. En Brasil el latifundismo es grande y poderoso y la miseria entre los campesinos por falta de tierras, créditos, mercados es muy conocida. Las rebeliones campesinas de los "Sin tierra" llevan ya muchas décadas sin que gobierno alguno le haga caso.
4. Brasil es el segundo país más poderoso (después de EEUU) del continente americano; lleva dos gobiernos socialdemócratas (no socialistas) el de Lula y luego el de Vilma que no se han cansado de hablar de "transformación radical" pero sólo en engrasado la explotación capitalista. Por sagrado respeto a las leyes burguesas y terrorífico miedo a expropiar o siquiera tocar los grandes capitalistas financieros, a los grandes empresarios y terratenientes han dejado que la miseria del pueblo se extienda. Y parece cada vez más claro que para eso son los países con gobiernos socialdemócratas: para esconder mejor la explotación empresarial con un discurso democrático que busca velar la realidad.
5. El socialismo no ha existido en el mundo, pero los ensayos socialdemócratas de Rusia del 1917-89, el bloque europeo (1945-89), China (1949-76), que regresaron al capitalismo salvaje, y Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Uruguay, cuyos ensayos siguen controlados por el imperio, han demostrado de manera suficiente que se puede manejar con facilidad un discurso antimperialista y realizar algunas reformas superficiales, pero el fondo –que es el cambio de las relaciones sociales de producción, buscar el fin de la pobreza y la desigualdad- jamás se toca. Los Castro hicieron un revolución radical y Hugo Chávez se transformó en un líder electoral; pero sus grandes luchas no dejaron de ser formidables ensayos. Nada más.
6. Hace unas horas he regresado de Chilpancingo, Guerrero después de tres días de Congreso de la CNTE que reunió a cerca de 400 profesores y de recorrer en autobús más de 30 horas continuas. Se trabajó en cinco mesas de análisis y discusión de la problemática del país, de la educación y del sindicalismo. Los 12 congresos ordinarios y otros extraordinarios han enraizado la ideología y las acciones de la CNTE, pero al cumplir sus 35 años de vida no puede negarse que no hemos hecho retroceder ni un ápice el gran poder de la clase dominante del país. O no hemos tenido ideas claras, o partimos de un gran atraso político de siglos o, de plano, la estructura capitalista de la clase dominante –a pesar de sus problemas- sigue muy fuerte.
7. Ninguna estrategia y lucha ha podido debilitar y acabar con el sistema de explotación capitalista del mundo; al contrario: es el capitalismo moderno el que mediante asesinatos y suicidios desesperados acaba con los pueblos. Los procesos electorales capitalistas son los mejores medios de control político y legitimación de la dominación burguesa; los gobiernos socialdemócratas le han servido de parapeto para prolongar la dominación. ¿Qué pasó con las revoluciones armadas como las de Rusia, China, Cuba, Nicaragua que pudieron hacer otra Constitución, expropiar las grandes propiedades y construir una sociedad igualitaria? Pues que nada pasó y el imperio yanqui siguió dominado el mundo. ¿No esperanzaremos en luchas interimperialistas?
8. Los tranquilos dicen que el esclavismo como sistema político de dominación duró más de mil años; que lo mismo puede decirse del sistema feudal; ¿quiere decir esto que el capitalismo –que apenas lleva 500 años de dominación- le faltan otros 500 años de vida? Fidel Castro dijo hace 50 años que "no hay que esperar sentado esperando o viendo pasar el cadáver del imperialismo". No hay que "esperar" sino participar para derribarlo junto al capitalismo mundial; pero para ello hay que hacer cosas en serio y no sólo estar jugando organizando acciones que no dañan a los enemigos de clase que siguen siendo muy poderosos, sino a nosotros mismos que seguimos siendo débiles y muchas veces ilusos. (23/XII/12)
