Entramos en la recta final del proceso electoral colombiano para escoger el próximo Presidente, restan cinco semanas hasta el 28 de mayo en que se dará la primera vuelta y el ambiente se va crispando hasta adquirir altas temperaturas. Estas coyunturas electorales se tornan explosivas y sorpresivamente arrojan eventos de gran magnitud que remueven todas las estructuras de la sociedad. Suelen ocurrir magnicidios, atentados, estallidos de artefactos explosivos y actos terroristas que buscan objetivos muy precisos en el plano electoral.

No obstante su holgura electoral registrada por las encuestas y los enormes potenciales para su reelección, el actual jefe de la Casa de Nariño, inmerso en un pantanal tanto por escándalos que lo vinculan con narcotraficantes, paramilitares y planes para asesinar a los principales líderes de la revolución bolivariana, según revelaciones que hace un supuesto periodismo investigativo e independiente de dos importantes revistas colombianas (Semana y Cambio) y un influyente periódico (El Tiempo), medios todos ellos que son instrumentos de manipulación de la oligarquía colombiana y aparatos de control político de la opinión, como por el impasse con Venezuela a raíz de su retiro de la CAN aduciendo la firma del TLC con USA, con graves consecuencias para las empresas y el empleo en Colombia, acudirá a todas las estratagemas posibles para impedir que se frustre su continuidad, por otros cuatro años más, en la Casa de Nariño.

Circunstancia que obliga a prender todas las alarmas para evitar sorpresas.

Acorralado el Mesías y desatada toda su furia cualquier cosa tenebrosa puede cranear. Para el no existen limites.

En este tipo de maniobras tiene un experimentado talento y una frialdad a toda prueba. No se pude subestimar. Es un genio fuera de serie. Lo demostró en la campaña electoral del 2002, en que organizó varios auto atentados para posicionarse y poder triunfar en la batalla electoral. Lo de Barranquilla fue una obra de laboratorio, según se supo después cuando se produjo la destitución del Director regional del DAS de aquella época en el Departamento del Atlántico, quien fue el ejecutor del simulado operativo que tantos puntos le aporto al narcocandidato paramilitar para ganar en la primera vuelta, que es su objetivo para el 28 de mayo.

Con cuatro años en la presidencia su destreza en estas artes se ha sofisticado, es todo un experto en operaciones psicológicas y su circulito de poder es toda una unidad especializada de operaciones psicológicas.

Así que la hipótesis que ya circula de la planeación de un auto atentado en el que intervendrían el DAS y paramilitares pero atribuyéndoselo a las FARC en ejecución de una orden del Presidente Chávez, es cada vez más un asunto que cobra realidad.

En cualquier instante de las próximas cinco semanas un evento de estas características puede sobrevenir con todas las implicaciones que esto tiene.

Más vale estar atento y evitar ser sorprendido. Tema para la Sala Situacional de Miraflorez. La maquinaria de guerra norteamericana y el régimen narcoparamilitar de Uribe Vélez son capaces de cualquier cosa para desquiciar al gobierno del Presidente Chávez y destruir los importantes avances logrados por la revolución bolivariana.

Ojo pelao que la culebra esta en movimiento.

San Cristóbal, 26 de abril de 2006.