El homenaje que se le rindió al mártir Jorge Rodríguez, por los 40 años de su desaparición física, donde estuvieron sus hijos, el Presidente Nicolás maduro, amigos y compañeros del quien fuera el Secretario General de la Liga Socialista, fue oído por el Periodista Pedro Cuartilla por su emisora predilecta Mundial Margarita(1020AM, 92.9FM y www.radiomundial.com.ve) y los recuerdos se le vinieron en tropel y se vio como estudiante de economía en La Universidad de Los Andes, con aquel ambiente alborotado y al mismo tiempo dolido por el asesinato cruel y vil de aquel joven dirigente, cuyo delito era estar contra el gobierno de turno del año 1976.
El periodista recuerda aún a Diógenes Andrade “El Fantasma”, dirigente estudiantil y perteneciente a la Liga Socialista, conduciendo aquella protesta en rechazo de aquellas políticas represivas y asesinas de quienes nos gobernaron en la IV República y que habían torturado sin piedad ni compasión a uno de los grandes líderes de la juventud de la época de los setenta. Esa manifestación no tardaría mucho en la calle, pues un batallón de guardias nacionales armados hasta las garras, la disolvieron, a pesar de la resistencia del estudiantado, que no pudo evitar que muchos de ellos fueran detenidos y a otros que la cayeran a plan limpio.
Pedro Cuartilla también recordó un mural que estaba en la entrada del ciclo Básico “Los Chorros” del comandante Argimiro Gabaldón, con una leyenda al lado que rezaba: “Somos la vida y la alegría en tremenda lucha contra tristeza y la muerte”. En ese mismo recinto estudiantil, pudo ver, por primera vez, en un volante repartido por la gente de Ruptura, la cara de Felipe Malaver, un dirigente bancario del Partido Comunista, nativo de su pueblo la Tacarigua de Margarita, que en el año de 1966 fue torturado y desaparecido y aún a la fecha no han aparecido sus restos. Igualmente se acordó que en la Facultad de Ingeniería de la ULA, estaba pintado el rostro de Luis Felipe Rosas Piña, un estudiante nacido en Porlamar, quien fue asesinado y encontrado, en estado de putrefacción, en un barranco detrás de la citada Facultad.
El periodista volvió al presente y, al oír al Presidente hablar del profesor Alberto Lovera, otro margariteño asesinado por los que ahora quieren volver a gobernar, pensó: “Y aún hay carajos, supuestamente inteligentes, que apoyan a la oposición y desean que esa política represiva y asesina regrese al poder”.