De entrada hay que afirmar que no sirven para casi nada, o mejor dicho, sí sirven, pero para defender el Statu Quo capitalista y la seudodemocracia, mal llamada participativa en Venezuela. Por desgracia la actuación diaria de la Policía en Venezuela deja mucho que desear, en especial por la represión brutal (vía OLP) a los pobres en el contexto de la actual crisis socioeconómica. Por lo general es muy poco lo que los cuerpos policiales hacen respecto al combate de la delincuencia común y de élite, pero las agresiones son constantes contra quienes protestan por las duras condiciones de vida en el país, por ejemplo. En pocas palabras, la Policía en la Venezuela "socialista", es la misma m….a que era la del periodo puntofijista: no le toca un pelo a los ricos y poderosos (salvo por ciertos intereses), mientras que a las masas las persigue y las somete a como dé lugar, tratando de ahogar cualquier intento de rebelión masiva. Con el rimbombante título de Operación para la Liberación y Protección del Pueblo, el policía "nuevo" ataca con saña al pueblo humilde de Venezuela.
Reconozco que debe haber algunos policías decentes, que intentan cumplir con el lema "servir y proteger", pero la verdad es que numerosos funcionarios no son más que unas ratas, ‘matraqueros’, abusadores de sus funciones, corruptos, seres insensibles y ladrones (no es casualidad que muchos policías efectúen asaltos aprovechando que portan armas). Un ejemplo de cómo muchos policías actúan bien mal con el ciudadano común, es lo que me pasó recientemente en el marco de una difícil situación, producto de un matrimonio-pesadilla. Resulta que de un apartamento de mi propiedad, saqué algunas pertenencias de la señora que era mi esposa (por desgracia), que había dejado con la intención de regresar a convivir (una locura). Estas pertenencias, previa autorización de la prefectura de la parroquia Milla, en Mérida, y con acompañamiento de mi abogada, las dejé en las afueras de la residencia de la señora en cuestión para que ésta las metiera; para mi sorpresa la ex reaccionó muy mal, buscó unos efectivos policiales y les contó un montón de cosas malas sobre mi persona, hasta el punto que éstos llegaron a mi apartamento con una actitud amenazante y agresiva, asegurando que si a ellos les daba la gana se metían en mi residencia sin una orden de allanamiento, y me llevaban detenido, es decir que violarían mis derechos así como así. Más aún, los policías me difamaron y propusieron a la señora que dejara sus pertenencias en la calle para que pudiera acusarme de robo. No cometí delito alguno, y sin embargo me trataron como un delincuente. ¡Vaya defensores públicos estos sujetos¡
Con policías como los que intentaron ingresar a mi residencia sin una orden judicial, no es extraño que día a día se violen descaradamente los derechos humanos en la Venezuela dizque socialista.
