La intolerancia política nos llevó a niveles que rayan en lo absurdo y tiene como corolario el odio, impregnado en la siquis de los radicales para quienes el pensar les es prohibido, la tolerancia hacia militantes del sector contrario quedó atrás.
Estamos en el escenario de odiar porque alguna vez fuiste chavista, o de oposición, tal como el cuento del latino que comenzó a odiar a los españoles cuando se enteró de todos los desmanes que ellos hicieron en la época de la colonia y cuando jocosamente le dicen que eso sucedió hace 500 años, el latino le responde: “es que yo me enteré ahora”, así estamos.
Ya no hay chavista que se mueva en ninguna parte del mundo porque lo acosan, las redes son terriblemente elocuentes. El caso de Mari Pili Hernández es patético ya que ella es de las personas que fija posiciones críticas frente al gobierno y conversa con factores de oposición, en diálogo necesario, pero, a ella hay que no sólo condenarla sino acosarla. Hay en el exterior cerca de 3 millones de venezolanos y de ellos una gran mayoría de oposición quienes descubrieron que allá son necesarios para apoyar las movilizaciones de los que aquí se quedaron para dar la cara.
La cotidianidad política nos está llevando a lo mismo, movimientos de acción y reacción o como nos lo recuerda el profesor Gustavo Fernández Colon “la ley del Talión” está en efervescencia y con ello más represión la cual está llegando a niveles intolerables, al menos para los que siempre hemos luchado por los Derechos Humanos. Violando el artículo 46 y 80 de la CRBV, se agrede a las mujeres, ancianos y monjitas (quizá imitando movilizaciones colombianas) y hasta a los niños los mandan a hacer bombas molotov (desquiciados de oposición). La represión se está desbordando, a tal punto que los organismos de seguridad registran vehículos y si encuentran la bandera de Venezuela es motivo de arresto; cargar un celular con videos de protestas es delito, en fin situaciones que nada tienen que ver con hechos vandálicos.
Esta represión, muchas veces buscada para ser enviadas por las redes y de esta manera, con las fotos más crueles mostrarla al mundo entero, provocando la ira internacional. Pero el asunto va más allá con los juicios militares a civiles ya que según el artículo 261 de la CRBV la competencia de los tribunales militares se limitan a delitos de naturaleza militar e inclusive la comisión de delitos comunes de parte del personal militar, violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad será juzgada por los tribunales ordinarios, es aquí donde el Poder Moral en la persona del Defensor del Pueblo Tareck W. Saab, debe, a solicitud de la Fiscalía General, exigir la transferencia de juicios militares a su jurisdicción, de lo contrario estaríamos frente a la degeneración de la Democracia conquistada por el pueblo soberano.
La crisis política se profundiza a pasos alarmantes, los dos factores que polarizan el entramado se han lanzado a una guerra sin cuartel, donde a diario se suman la víctimas del conflicto y se exacerba el odio al mejor estilo ruandés con tendencia a transitar el camino de Siria quizá el más apetecido a los interés geopolíticos de factores como EEUU, China, Rusia, Cuba, Brasil y Colombia quienes ya preparan sus tanques en la frontera y armonizan con las bases gringas.
Estas razones obligan a gobierno y oposición no ya al diálogo porque no es posible sino a negociar, de abrazar entre ambos la Constitución, la de Chávez y buscar la PAZ si éste no es el camino elegido la treintena de muertes ocurridas hasta ahora se multiplicarán con cientos y la represión será brutal. Quisiera que la constituyente fuese el camino a la Paz, pero, desgraciadamente, no lo veo y el mejor ejemplo fue el golpe de Estado del 2002 contra el Presidente Chávez, dejando por sentado que la Paz no se decreta, se conquista, pero, para ello hay que involucrar a toda la sociedad en su conjunto y no sólo a parte de ella.
¡CONQUISTEMOS LA PAZ!
