Comentarios sobre un simbólico mes

República, guerra civil, dictadura e imperio

Cayo Julio Cesar, miembro de la aristocracia pobre romana, procedente de un barrio popular, logró en su tiempo una relevante posición; dando mucho que hacer y qué decir, hasta nuestros días. Reunía cualidades de militar, político e intelectual, y además otra, donde no tenía rival, el de seductor, se cuenta que era el barbarazo entre las esposas de los aristócratas, a veces costaba diferenciar, si sus reiterados desencuentros políticos, eran eso, políticos, O más bien asuntos de cama, O ambas cosas.

Como los deslenguados han vivido en todas las épocas, hay uno de ellos a quién se le atribuye, aquella famosa filípica a propósito de la fama de Julio César: “El marido de todas las mujeres y la esposa de todos los maridos”. Se trataba del noble, Cayo Escribonio Curión, “un hombre de la mayor inteligencia en la perversidad, que usó su hábil lengua para la subversión del Estado. Ninguna riqueza ni placer bastaban para satisfacer su apetito” (1)

Este notable político y orador, amigo de Julio César, Pompeyo, Marco Antonio y Cicerón, y como vemos era una persona sumamente conocida, y tal comentario, no era una ligera invectiva, pues realmente correspondía a comportamientos usuales, de esa elite romana.

Este mes de julio que ocupa el séptimo lugar en el calendario actual, como acto celebratorio del nacimiento del general vencedor de las Galias, quién, en el marco de los conflictos de poder y, violando las normas republicanas, atravesó el Rubicón, desatándose una larga y cruenta guerra civil, dando lugar al derrumbe de la debilitada República, el establecimiento de las dictaduras y el Imperio.

Sin embargo, no nos quedemos en lo anecdótico, sobre este personaje u otros, sin atender causas y contextos, sin pasearnos por la vieja experiencia republicana romana, y sus instituciones, desconectadas de la realidad, mostrando su desnudez decadente.

La población romana aumentaba y con ella, crecían sus necesidades de expansión, y crecían sus legiones para procurarse las tierras necesarias y no necesarias, agregándose a ello la avaricia y la codicia, hermanas gemelas cultivadas con esmero por los sectores del poder, determinando el avance incontenible de Roma, depredando, sojuzgando e imponiendo tributos a los pueblos, en sus correrías geopolíticas para decirlo en términos de hoy.
Julio es un mes, con muchas significaciones dentro de la simbología numerológica, dicen sus cultivadores, que es la unión de la naturaleza y lo divino; los Cuatro Elementos y la Santísima Trinidad y por allí se van…

En los procesos históricos hay tantos detalles y acciones, que, por su origen humano no debe sorprendernos: amor, odio, codicia, venganza, bondad, envidia, solidaridad…etc., Aunque a veces se justifiquen o traten de explicarse con la participación de lo esotérico: diosas, dioses, destino, buena o mala suerte, casualidades, embrujamientos, mal de ojos, o la oreja blanca.

Corrieron muchos calendarios julianos y gregorianos, y en el siglo XIX, agudos y enjundiosos estudiosos de lo social, entre ellos Carlos Marx y Federico Engels, avanzaron sobre la teoría de que había otras maneras, formas y métodos de explicar los asuntos tan complejos de los grupos humanos, sus relaciones en la reproducción de la vida material, espiritual, individual y colectiva, sus particularidades culturales y desarrollos a través de los tiempos. Esa concepción fue denominada Materialismo histórico, instrumento teórico, desde entonces ineludible, para acercarse a la interpretación del desarrollo integral de las sociedades.

Leyendo textos sueltos sobre Roma, sin rigorismos académicos, ni pretensiones comparativas, observo en aquellos tiempos republicanos finales, curiosos eventos, como cuando Julio César, elegido cónsul, y, aliado con Pompeyo y Craso,(2) poderosos generales y políticos, crearon el “Triunvirato”, especie de gobierno paralelo, cuyos temas fundamentales eran sometidos a la Asamblea Popular, obviando al Senado, por esa vía se asignaban y asignaron altas responsabilidades, entre ellas los Consulados, Pretores, Cuestores, y generalatos, siendo la guerra una gran oportunidad, para escalar posiciones, honores y riqueza.

Por ello la presencia de Julio César y sus campañas militares en las Galias. A todas estas, la dinámica política, con sus celos, ambiciones e intereses personales, no descansaba, y los aliados de ayer, ya no lo son hoy. Julio César, devenido en poderoso general, vencedor en las Galias, le movió el piso al conservadurismo senatorial, que, encompinchados con Pompeyo, acudieron a las “normas” para cerrarle el paso. Ahora había que combatir a Pompeyo y a sus nuevos aliados. De allí que las legiones de Julio César acampadas en la Galia Cisalpina, cruzaran el Rubicón, riachuelo fronterizo, iniciándose así la Guerra Civil, el establecimiento de la Dictadura y el Imperio.

La República Bolivariana tiene gratas fechas julianas, el día 5, en 1811, después de una sostenida y fuerte agitación política se dio un salto cualitativo al declararse extinto el nexo político de dependencia que nos unía a España, hasta hubo que recoger las firmas posteriormente, puesto que los 41 diputados que integraban el Congreso se desparramaron por el país en cumplimiento de las duras tareas que habían asumido con la nueva República en ciernes. Todos los años en esta fecha se abre el arca que contiene el acta-compromiso, para que su presencia siga envolviendo a la República en el rito de recordarnos la gran herencia histórica a preservar: LA INDEPENDENCIA.

También en Julio, un 24, la vida nos dio a Simón Bolívar, quién cruzó el Atlántico para ver y aprender de otras sociedades, también atravesó quebradas, ríos de todos los caudales, extensas llanuras y bosques, escaló montañas y anduvo todos los caminos para llevar a todos los caseríos, pueblos y ciudades las ideas de la libertad, después de muchos combates y perder en ellos a numerosos compañeros del esfuerzo libertario, además de sus bienes y la salud.

Estos hombres y mujeres, no iban a expandir sus dominios territoriales, a sojuzgar a nadie, ni a saquear, ni imponer tributos. Era una sociedad armada que se desplazaba, para hacer la guerra, si, pero para alcanzar la paz social, hija de la justicia y de la libertad.

La Patria construida por Bolívar, la de nuestros remotos y cercanos antepasados, la de nuestros hijos, hermanos, amigos, de nuestros profesores y alumnos, nuestros vecinos, la de nuestra cultura: poetas, músicos, cantores, artesanos, danzarinas, en fin la de todos aquellos ciudadanos y ciudadanas de todos los quehaceres que hacemos vida en las dificultades y dolores, pero también en las alegrías: ESTÁ AMENAZADA.

No se trata de incorporar frases de impacto, de agregar alarmas a una sociedad golpeada por desdichas y envuelta en la incertidumbre ¡NO¡ La República corre el riesgo del NAUFRAGIO. Cuando las amenazas se van patentizando, la ciudadanía se refugia en sus creencias religiosas, otros se van a subsistir en otros países, los pudientes hacen sus cálculos para estar aquí y allá. Ahora, el grueso de la población, que integran la vida nacional, que no quieren irse o no pueden, esperan mucho del liderazgo nacional.

La Oligarquía venezolana, a lo largo de todo el período republicano ha acumulado un largo historial de estropicios, saqueos, corrupción, y represión popular, en connivencia con intereses extra nacionales, para debilitar y desnaturalizar la nación, facilitando su dominación. Detener este comportamiento cultural, era una magna tarea, de allí, las ideas, enunciados y propósitos corregidores del Presidente Chávez y su empeño Constituyentista.

La Constitución Bolivariana ,de 1999, fruto de aquel empeño, a pesar de todos los gazapos de algunos togados, la desinformación de unos y la estulticia de otros, abrió una posibilidad de un profundo avance democrático y revolucionario en la transformación del Estado. Alguna vez, el liderazgo protagonista explicará suficientemente, las trabas que incidieron en el poco desarrollo de tamaña obra Constitucional.

El asunto es, que en este mes siete, para algunos: simbólico, cabalístico, posible generador de milagros, (alguna guerra que eleve el barril petrolero). El caso es, que estamos azotados por una violencia agotadora y mortal, que hay que desmontar a la brevedad, y pensamos que tal situación la debemos ubicar más bien, en el plano terrenal, es duro, pero posiblemente tenga más anclaje en la realidad, no sé, si se trata de Bolívar reuniéndose con Morillo, o un encapuchado incendiario abrazando a un guardia nacional lanza lacrimógenas, lo otro, sería continuar la guerra a muerte marchando a tambor batiente a la GUERRA CIVIL y la disolución de la República.

Le va a corresponder en estos días, una alta responsabilidad a los estrategas, (de uno y otro lado) que están al frente de la confrontación, por las decisiones políticas, que están obligados a tomar. El centro del debate se supone que es la Paz, que al parecer es un deseo mayoritario de la población.

Cada sector evaluará sobre las fuerzas de que disponen, del clima político nacional e internacional y, las posibilidades para someter por las fuerzas del terror y la represión al OTRO, O definitivamente acordarse para no matarnos. Claro, que sería riesgoso equivocarse, pues no se trata de una simple batalla, es la República, su territorio, sus riquezas y 30 millones de venezolanos y venezolanas que están de por medio.

En este mes de julio se definen cosas O el liderazgo junto a todos nosotros se empina, acudiendo a la grandeza histórica de nuestros antepasados que existe en el imaginario común, O la gente del futuro escribirá una triste página de este tiempo.

. LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL

(1) Wikipedia/Tomado a su vez de (Veleyo Patérculo. Historia Romana II, 48, 3-4)
(2) Craso, Marco Licinio, uno de los hombres más ricos de Roma, financista de Julio César, de oscura fama por sus torcidos negocios inmobiliarios, y propietario de burdeles, dedicado a la trata de esclavos, y escogido para combatir la rebelión de estos hombres dirigida por Espartaco.


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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

 racasce@gmail.com      @racas42

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