A Luisa Ortega Diaz ni que se vista de constituyentista

La fiscal anda que no encuentra a que partido político arrimarse, no
la quieren en la oposición, ni la quieren dentro del chavismo sano sin
arete de marca y, ella como consomé de paloma mensajera no le abre el
apetito ni a sus compañeros adecos que, la mantienen fuera de la raya
amarilla y, no la dejan volar como ella quisiera y, lo que le queda es
verse en el cuadro de Miranda en La Carraca, pintándose el pelo de
terca, sola y olvidada, hasta por Almagro que no la llevó a la OEA a
desahogarse.

Y, arremete contra el presidente Maduro con toda su fuerza de gringa
obsoleta dentro de todos sus desatinos que hasta que más no pudo se
vistió de chavista que sin aval ninguno no pudo más ocultar y, por ahí
anda con su cruz de su perdición a cuesta que parece ser que son pocos
los días que le quedan para irse en su avión privado de vacaciones sin
rumbo, cansada de aprovechar de la desidia de su cargo como fiscal
general, en un país que ella trata de lambetear con argucia y le tira
a Maduro frases irreverentes a ver si pesca en río revuelto que ella
ayudó con malsana intención destruir más rápido.

Desde hace meses con sus días dejó de ocuparse del cargo que le quedó
grande, nada a su medida y cotejada por el golpismo opositor abrió sus
alas al vandalismo en que están metidos y, sin ver lo que debe ver le
vendaron los ojos y, como una ciega en el país de Alicia se dejo
llevar por lo vericuetos de la sin razón y sin vergüenza ninguna no
deja de opinar de lo que cansa en desgano que, gracias a su vacua
personalidad la gente más bien se distrae bailando en un tusero que
trancando las calles y avenidas de angustia que ella se traga a ritmo
de soledad.

Y, ella, Luisa Ortega Díaz no esconde el miedo que le tiene a la ANC
que la ha pintado con el pincel de su odio en una dimensión fuera de
toda lógica, alejada de toda realidad que ella presiente que cuando
ésta se instale no habrá fiscalía al margen de una revolución que no
está hecha de aguas de rosa y, que ella como mujer en vez de ser
razonable quiere tener razón par escudarse de sus malas acciones que
como fiscal la han llevado a torcer el silencio de los inocentes y,
cuando de oposición se trata, se hace la desentendida y clama justicia
sin la sinceridad del caso y, en ese embrollo se mantiene como san
Pedro con la puerta del juicio cerrada.

Lo cierto es que la fiscal debe estar bien preocupada si es verdad que
sus días están contados con una ANC en acción y, ella como una leona
vendida al imperio se juega los últimos cartuchos que le quedan en la
recámara de su estrategia que como un obispo sin alma se mortifica por
llegar al cielo, aunque primero se lo coman los gusanos de la maldad
que cargan encima y, ella como fiscal sabe que llueva, truene o
relampagueé la ANC de Maduro va con la espada de Bolívar de por medio
y la paciencia de Chávez de guiarla.

Y es que cuando la fiscal habla, la cobardía de sus actos se
manifiesta por la rendija de la desesperación en que ha caído, la que
una vez nos engañó y caímos, pero libre como será al ser dada de alta
más nunca nos traicionará al dejar de ser lo que no pudo ser, una
valiente mujer de principios humanitarios y legales que los chavistas
de a pie ni en pintura la recordaremos. Y si se vistiera de
constituyentista Trump la sancionaría por querer perpetuarse en el
poder con los dólares de los gringos.



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Esteban Rojas


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