Ignacio Ramonet: ¿El “informe anual 2017 de Maduro” o el adulador más insolente?

Ignacio Ramonet fue aquel señor que señaló Giordani como el agente que introdujera, en un breve momento del gobierno de Chávez y sobre todo en el de Maduro, al grupo de los “francesitos”, como los llamó luego Jorge Giordani, a manera de asesores de la revolución. El más recordado de ellos fue el funesto Temir Porras, aquel que confesara en un escrito a través de Aporrea las recomendaciones hechas al gobierno de Maduro (y que, según él el presidente las aplicaría mal), de que había que ser “pragmáticos”, aliarse con los empresarios privados, llamar a grandes inversionistas y olvidarse del socialismo.

Ramonet ha estado revoloteando, como una mosca lo hace sobre una torta, a la revolución desde hace mucho tiempo, junto a los españoles y Martha Harnecker, (“Entonces, Harnecker y Bonilla-Molina le propusieron al mandatario venezolano, crear un Centro de Investigación para articular proyectos con los intelectuales. Y en el 2005 el presidente Chávez, decide la creación del Centro Internacional Miranda. En febrero del 2006 Luis Bonilla-Molina asume la conducción del CIM. Y conforma un núcleo de trabajo junto a Marta Harnecker, Michael Lebowitz (“más allá del Capital”), Juan Carlos Monedero, Víctor Ríos, Maximilian Garbelaes, Gilberto Giménez, y Haiman El Troudi” ¿qué será de la vida de este personaje tan oscuro?), Sin embargo Chávez nunca dejó que pensaran por él, que alguien decidiera por él. Martha Harnecker se desapareció, Ramonet también, sus recomendados al final salieron del gabinete; solo quedó uno en la embajada de USA; vuelve Giordani a la planificación, de mucho más confianza personal y política. Luego aparece Alfredo Serrano Mancilla (“Nicolás Maduro lo llama Jesucristo y afirman que no solo lo hace por su aspecto físico, sino también porque para el presidente esta figura representa su salvación”…

Según una nota de EN, 24 enero 2016…. “cobra por cada una de las asesorías económicas que hace para el gobierno venezolano, incluso por haber redactado el discurso de la Memoria y Cuenta que leyó Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional” 2016). Como de seguro lo ha hecho últimamente Ramonet con Maduro.

Ignacio Ramonet, Alfredo Serrano Mancilla, Martha Harnecker, Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias,… ¡Luis Salas! ¡Boza! (condiscípulos de Ricardo Menéndez e Isis Ochoa) no son lo que podríamos llamar chavistas, comprometidos con el modelo del Plan de la Patria original –más bien son sus falsificadores-, mucho menos comprometidos con la revolución socialista; ¡son reformistas, socialdemócratas!, representación de lo que Chávez más aborrecía, pendejos oportunistas reformadores del capitalismo. La mitad de ellos, al ver que el barco de Maduro se hundía se escaparon como ratas: Monedero, Pablo Iglesias, Harnecker (¿?).

A Alfredo Serrano se le nota lo mercenario, al igual que a Ignacio Ramonet, que viven de gobiernos como estos (como el de Correa o quizá el de Evo), nosotros lo creímos distanciado (un poco) del gobierno, sin embargo, su último escrito es una joya publicitaria y propagandista de la “políticas” de Maduro.

Uno ahora se confunde ¿Quién manda aquí? ¿Maduro o Ramonet? Y es que Ramonet lo dice tan perfecto que pareciera que él y Maduro son la misma persona: “En esa perspectiva, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), modelo centralizado de distribución directa, continuaron desarrollándose en todo el país y ya alcanzan a cuatro millones de venezolanos de los sectores populares a los que protegen del desabastecimiento causado por la guerra económica”…

No nada más describe a los Clap sino que los promociona como algo infalible: “La más espectacular fue la del Carnet de la Patria, nuevo documento de identificación que permite conocer, mediante un sistema de códigos QR, el estatus socioeconómico de los ciudadanos. Y favorece de ese modo el acceso de las familias necesitadas a las ayudas sociales de las misiones socialistas. A fines de diciembre de 2017, un total de 16 millones y medio de ciudadanos se habían registrado en el Carnet de la Patria” Parece que estuviera leyendo un prospecto, o una página oficial del gobierno (¿O será así?): “‘Somos Venezuela’. El plan se dirige, en particular, a los jóvenes universitarios desocupados, los jóvenes no escolarizados, las madres solteras con carga familiar, y los jóvenes en situación de calle. Se estima que este nuevo Plan generará unos 800 mil empleos.”; “Los doscientos mil brigadistas de ‘Somos Venezuela’ tienen por tarea la identificación, casa por casa, de las necesidades de las familias registradas. Después, asignan las ayudas a las familias de acuerdo a las verdaderas necesidades.”…

La pregunta que uno se hace es ¿A quién le escribe Ramonet? Todos sabemos de alguna u otra forma qué significan cada una de estas “soluciones” para la crisis del gobierno. Los Clap: nos distraen del gran negocio de mantener un dólar barato en el sistema cambiario; de la entrega de nuestras reservas y el control de la economía los privados; la liberación de los precios (ya oficial); las Zonas Económicas Especiales; el Arco minero y el regreso de los proscritos por ladrones y depredadores; la entrega a consorcios extranjeros de 112.000 K2 del territorio nacional, que los muy sinvergüenzas en el gobierno llaman una política de “soberanía nacional”, como si estuvieran vendiendo como un producto natural a base cúrcuma Sopas Maggi, sin Nitratos y Nitritos de Sodio, y cuanta porquería nos mata de cáncer, igual el diez por ciento de nuestro territorio será gobernado por estos consorcios. Los Clap son distractores y aliviaderos del gran peo que estallará en el país en el 2018.

Todo lo otro son formas de control y de chantaje ¿Qué será del Instituto Nacional de Estadisticas? ¿Qué será de los estudios estadísticos de precios, de consumo, de nutrición de pobreza…?

…Pero, para confirmar esa identidad casi ontológica entre Maduro y Ramonet éste termina diciendo en su “informe anual 2017” (como el de Serrano Mancilla) “…Citar igualmente la gran ofensiva contra la corrupción iniciada, por fin, en noviembre con el anuncio de varias decenas de detenciones espectaculares entre los altos mandos gerenciales y directivos de Pdvsa y de Citgo, incluyendo dirigentes de primera línea. Nada parecido había ocurrido en cien años de industria petrolera venezolana. Esta fue sin duda la victoria más comentada del Presidente Maduro a finales de 2017”

Es aquí donde dudamos que haya alguna diferencia entre uno y el otro. Se trata de hacernos la misma pregunta de siempre ¿Por qué Maduro destapa la olla de la corrupción ahora y no lo hizo desde el momento que Chávez se muere? ¿Por qué persigue a Ramírez ahora y no lo hizo antes? ¿Qué clase de chantaje aplicó con Nelson Martínez y Eulogio del Pino, para nombrarlos ministros y luego ponerlos presos? ¿Acaso él no es responsable nunca de nada, un presidente bobo, que lo desnudan y no se da cuenta?



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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