Esa es la pregunta de las sopotocientas más una lochas, escasas, muy escasas en estas importunadas horas de suspenso del coronavirus mundial, por lo que la fiscalía general de Venezuela, atosigada de mucho poder, no encuentra una respuesta oportuna, sincera, veraz, no contagiosa, complaciente, sin antecedente en ninguna parte del Orbe, de responder en la oportunidad precisa de, si va o no va a llevar al ciudadano Guaidó preso que nos mantiene es ascuas.
Un telón de silencio mordaz se abrió con algo de tropical eufemismo que no desperdicia espacio de saber con sinceridad de mucha convicción de por medio, de saber a ciencia cierta sin ficción ninguna, de darnos a conocer si el fiscal Tarek William tomará o no, la decisión de imponerle el máximo peso de las leyes al diputado Guaidó por ser posible todo lo que ha hecho y, por también haber dejado de hacer, pero que lo ha sacado de conciliación democrática de actuar en contrario con el remoquete además, de presidente encargado de Venezuela que, deja en ridículo al presidente Maduro, apoyándose en Trump y, además, salir fuera del país a la manchiberra e ir a todo los países que visitó a hablar mal de nuestro país y de nuestro gobierno y, nombrar a quien le ha dado las ganas de nombrar en los cargos que sea a su libre albedrío sin planificación y tirándose con violación a su gusto a la constitucional bicha y, no solo eso, sino se dice que le gusta cogerse lo ajeno y sí es del Estado en exterior más rápido.
Dadas las rabietas que unos cogen y otros no, porque les da igual al jugar para ambos bandos, pero que a muchos que pueden ser la mayoría como a lo mejor no, se decidió para dar alguna luz a cualquier interesado en este caso, de tirarse una encuesta en cuarentena de sí, o, no, para unos 100 mil encuestados, todos hombres por razones que no es de machismo, sino de rabia soluble de los hombres de más carraspera sin nada de peligro de virus.
La encuesta se hizo vía celular, línea Movilnet, como línea del pueblo desde el cuatro de mayo hasta el 11 del mismo mayo en la noche del año presente con un saldo de error de ningún calibre de cero por ciento.
Después de contabilizar todas las respuestas a la pregunta: "Quiere usted a Guaidó preso o que, siga libre" pregunta nada dudosa -verdad qué no es- y llamada tras llamada que por 100 mil veces se hizo en el lapso de esos de ocho días, pero por noche, pero no lo van a creer, pero seguro que así fue y así sucedió que.
Sin uno más sin uno menos revisadas las respuestas hasta el cansancio que no molesta, pero alborota cómo se piensa en en esa parte del pueblo hombres y mayores de edad, para mayor seriedad y responsabilidad, pero les decimos que.
Esto se dice y no se cree, pero así sucedió que la estadística arrojó y sin equivocación ninguna, porque, sí o, no, era la esperada respuesta.
Pues entonces vean que, 999000 hombres respondieron sí y, solo uno, no. Han de creer.
Ahora viene la ingrata pregunta: ¿saben ustedes quien contestó, no: Guaidó? Malos pensados, pensaron que había sido el mismo fiscal Tarek. Pues no.
Pero no por eso, ni en las buenas ni en las malas hay que estar con Guaidó. Y el señor Tarek qué pensará, se quedará callado.