Renuncia del Poder Moral

Ante una oposición como la que tenemos en Venezuela, demostradamente incapaz de hacer política en forma sincera y constructiva, no queda otro camino que la autocrítica revolucionaria. Definitivamente es el mejor servicio que podemos prestar en pro de la consolidación de este proceso tan frecuentemente amenazado desde todos los flancos.

Las primeras reflexiones en esa dirección nos permiten apreciar el hecho cierto de que buena parte de quienes dicen ser nuestros partidarios no lo sean en realidad, bien por anteponer el interés personal al colectivo o por su ineptitud en el cumplimiento de las tareas que les son asignadas. Un poco por ambas razones, la totalidad del poder moral y buena parte del Judicial nos tienen francamente desmoralizados. Tenemos unos cuantos años esperando en vano por acciones efectivas que no terminan de llegar y después del último episodio en el que reconociendo su aparatoso fracaso, los “jefes” del poder moral se han dedicado a pelearse públicamente, no estamos dispuestos a seguir convalidando la charada con nuestro silencio cómplice.

Ha llegado la hora de evaluar y corregir la rotunda inoperancia que ahoga a la nueva institución encargada de velar por la ética del sistema. No puede ser casual el hecho de que sus tres componentes arrastren una inmensa lista de fracasos y omisiones que de paso exhiben descaradamente en sociedad con esta especie de show mediático de variedades faranduleras al que nos tienen acostumbrados.

La Contraloría ha sido rebasada por la ola de corruptelas de quienes depredan impunemente el patrimonio público desde variadas posiciones de poder, y es increíble que ni siquiera un “chino de RECADI” haya podido proporcionarnos este contralor dormido en su inoperancia. Después de haberle visto balbuceando necedades en la entrevista que le hiciera la excelente periodista Vanesa Davies, recientemente transmitida por VTV, ¿para qué mas comentarios?

El Defensor del Pueblo, aunque habla muy bonito, se cubre con el manto de excusas que solo vienen a corroborar la falta de creatividad, mística y dedicación exclusiva que le imprime al mediocre ejercicio de su cargo.

Del Fiscal General de la Nación, nos queda la tristeza de ver desperdiciada en un espectáculo amarillista la excelente oportunidad de una actuación ejemplarizante en casos tan relevantes como el golpe, los atentados a la industria petrolera o el asesinato del fiscal Danilo Anderson.

Señores del Poder Moral, Vds. ya han renunciado de hecho al éxito de la misión encomendada, nos han bañado durante ocho largos años con demagogia y frases hechas intentando ocultar la verdad que supera la diminuta estatura de vuestro desempeño público. Sin embargo, todavía pueden hacerle honor, al menos al nombre del poder que han fallado en representar y entregar sus cargos para que sean designados en ellos combatientes capaces de saciar la enorme sed de justicia del pueblo de Bolívar.

cordovatofano@hotmail.com


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Daniel Córdova Tofano


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