El crimen de Israel sobre Palestina, está quedando otra vez, sin castigo. Pues, el capitalismo sigue auto superando sus falencias; en la lógica de la guerra, renovación del mercado y fortaleciendo el discurso dualista.
Para el mundo capitalista (hegemonistas o pluralistas), la guerra por el control de los mercados, las rutas de intercambio y los recursos naturales, estén donde estén, es la brújula, la solución de la ecuación, el establecimiento y ruptura de paradigmas, con los que orientan su desarrollo. Y el discurso dualista y pragmático, es la filosofía con la que cubren el mundo de las ideas.
De manera tal que, escuchar a Lula, Erdogan, Raisi, Putin, Xi Yin Pin, Maduro, López Obrador, que se desgañitan por los niños palestinos, no difiere mucho con lo que dice Sánchez, Macrón y otros europeos; cuando en la práctica política todos mantienen estrechas relaciones con el gobierno fascista de Netanyahu.
En ese contexto de priorización de mercados y rutas para el traslado de mercancías, sucumbió bajo el esclavismo, África y América Latina; ahora, en las primeras décadas del siglo XXI, el imperialismo acabó con Libia, Afganistán, Irak, Siria, no pudo con Rusia, ni Yemen; pero, se encarnizan con Gaza.
Y este es el caso de la epifanía criminal del sionismo sobre Gaza. Que está llevando ya al mundo, a una captación inatacable del crimen. Entre estremecedoras imágenes de la destrucción y el genocidio de Gaza; se está aceptando ya, que no se puede hacer nada por proteger a la población de Gaza, sin comprometer la seguridad de quien se solidarice prácticamente con los palestinos.
Desde ese temor, resulta muy conveniente apoyarse filosóficamente en un discurso pragmático y dualista: el caso de Palestina es harina de otro costal; o como López Obrador y Erdogan: condenamos el genocidio, pero, diplomáticamente no podemos romper relaciones con Israel. “es que aquí frente a una hoguera que me da calor, pienso, luego existo”
Así, este mundo cartesiano, del norte o del sur, de oriente o de occidente; ya sin vergüenza, mira la destrucción de Gaza y sus niños, pero no quiere que le pase, lo mismo que a Palestina. Porque arruinaría su hoguera.
Como decía mi suegra: “Bien está el Papa en Roma, aunque no beba ni coma”
¡NO JODAN POR FAVOR!