Casi con asombro he podido leer el artículo del amigo Efraín Granadillo “Acuso: El Fiscal quien disocia al chavismo”. Digo con asombro, porque no me esperaba que se pudiese llegar a plantear en ese artículo, hasta un revocatorio para el Fiscal General de la República por sus divagantes actuaciones.
Hace ya algún tiempo a través de varios artículos publicados también por Aporrea, me permití proponer la idea de un revocatorio no sólo para el señor Fiscal sino también para todos los miembros del Poder Ciudadano y magistrados del Tribunal Supremo de Justicia cuando sus actuaciones atenten contra la estabilidad de la Nación ó avalen procedimientos que afecten la moral y ética del pueblo venezolano.
El revocatorio, decía, podría ser el resultado de una decisión de la Asamblea Nacional previa consulta con la comunidad o de una decisión de facto, cuando el delito es público y notorio.
Lo que pasa, es que la propia Asamblea Nacional parece no tener el coraje suficiente para implementar un procedimiento capaz de lograr ese objetivo, da lastima. Todo el mundo sabe que el talón de Aquiles del gobierno, es precisamente su debilidad en aplicar la justicia como debe ser.
Es increíble que se conspire abiertamente y no exista una autoridad capaz de reprimir la subversión. Hay que pensar en los cientos de miles de personas que son afectados por estas actividades que atentan contra la estabilidad del país. Ya basta de tanta complacencia.
A lo mejor la “Ley Habilitante” sea capaz de parir un mecanismo que permita castigar esta delincuencia política, y también el mal comportamiento de los funcionarios y jueces que mal aplican la justicia. Ojalá.
En caso contrario, vamos a tener un mundo de chavistas disociados, claro que si, y si los sumamos a los ya existentes en la oposición, señores, se acabó la República y olvidémonos del socialismo del siglo XXI.
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