Desde los primeros días de marzo se está produciendo una rebelión popular en el Tibet, que forma parte de China, contra el gobierno represivo del Partido Comunista que ha enviado tropas y tanques. Se ha prohibido la presencia de periodistas internacionales. Son muchas las versiones sobre esta rebelión; pero la fundamental es que se trataría de una acción religiosa, de monjes budistas. Pero la realidad es que miles se han levantado reclamando por sus derechos democráticos, entre ellos por su derecho a determinar si son independientes, y contra la desigualdad social.
La historia del Tibet es la del eterno despojo por parte de los distintos imperios y grandes naciones. El Tibet es hoy una provincia de China con cierto status autónomo, de 6 millones de habitantes, cuya capital es Lhasa. Su idioma es el tibetano y la mayoría es de religión budista. Está ubicado al sudoeste de China y enclavada en Asia Central. En Tibet se encuentra el Everest, la mayor cima del mundo en la frontera con Nepal. Hasta el siglo X el Tibet fue una nación independiente. Desde el siglo XIII, luego de varias guerras, fue dominada por el Imperio Mogol. En el siglo XVIII, el Tibet fue invadido y dominado por el Imperio chino. En 1904, desde la India, invadió el imperio británico y ocupo Lhasa. En 1906, Gran Bretaña y China firman un tratado que especificaba que Tibet pasaba a ser un protectorado británico. En 1907, Gran Bretaña, Rusia y China firman otro tratado que cedía el Tibet al imperio chino. En 1911 cae el imperio en China y se impone una república que sigue controlando Tibet. Pero desde 1914 otra vez vuelve la disputa en China y Gran Bretaña. Esta última se queda con una parte. Finalmente, China con la revolución de 1950 que encabezó Mao, ocupa el Tibet y la integra a la nueva república socialista. Pero los manejos de la burocracia estalinista del PC chino, nunca logró una verdadera integración, respetando sus costumbres, religión, sino que además fomentó una inmigración china para un mayor dominio del Tibet. Y así surgió una nueva opresión del pueblo tibetano que se ha profundizado con el proceso de restauración capitalista en China.
Desde 1950 hay conflictos por el reclamo de su pueblo por su libre autodeterminación e independencia, cosa que siempre les negó el gobierno represor del PC de China. Justamente en marzo de1959 se produjo una rebelión aplastada por el ejército chino que era ahora recordada con movilizaciones que desataron la actual represión. La última gran movilización de masas se produjo en marzo de 1989, meses antes de la conocida masacre de la Plaza Tiananmen.
Pero todo indica que no solo la rebelión se produce por la cuestión nacional sino que se combinaría con un creciente descontento social por las consecuencias de los cambios capitalistas que también se dan en el Tibet. “La riqueza de los comerciantes chinos es uno de los asuntos más convulsivos en el plano local y sin dudas, no es casualidad que los ataquen los manifestantes.. Crece la inflación, las desigualdades y se dificulta el abastecimiento de las familias más modestas” (informe de Danielle Blestrach, en Rebelión.org).
Las noticias que han trascendido dicen que habría decenas de manifestantes muertos por la represión. El gobierno chino acusa a los monjes budistas, en especial al lider religioso Dalai Lama. Dicen que este lider, autodesignado como gobierno en el exilio en la India, tendría la intención de “atentar contra los Juegos Olímpicos”. Pero en realidad el Dalai Lama ha declarado que se opone a la rebelión, al punto de amenazar con renunciar como líder del gobierno en el exilio si no cesan las movilizaciones: “La violencia va contra la naturaleza humana, no debemos desarrollar un sentimiento antichino, sino vivir unos al lado de otro”.Y ha confirmado que está contra el boicot a los Juegos Olímpicos. O sea que el Dai Lama se opone a la rebelión popular.
Esto no es casual ya que, como agente del imperialismo, acompaña la postura pasiva del imperialismo yanqui y europeo que no quiere ninguna desestabilización social en China donde tiene fuertes inversiones y un acuerdo total con la dictadura del PC de este país para explotar a millones de chinos que trabajan para sus multinacionales.
Justamente la rebelión del pueblo tibetano se produjo días después que, insólitamente, el gobierno de los EE.UU sacó a China del grupo de países que, a su entender, son los mayores violadores de los derechos humanos. Pero mantuvo en la lista a Irán, Siria o Rusia. Mientras, el gobierno yanqui festeja los 5 años de la invasión a Irak; avala el asesinato de Reyes de las FARC y la incursión militar de Uribe en Ecuador y está estudiando si Venezuela es “país terrorista”.
La Unión Europea(UE) ha declarado que siente “preocupación” por los sucesos del Tibet y el gobierno británico pidió al gobierno de China que actúe “con moderación”. El Vaticano solo reclama contra la “violencia” en la región.
O sea las grandes potencias imperialistas se lavan las manos y dejan correr la represión de la dictadura capitalista del PC de China.
Por otro lado, los gobiernos de Cuba y de Venezuela, que defienden el supuesto “socialismo de mercado” de China, también guardan silencio o siguen la versión “antibudista” del gobierno chino. Lo mismo hace la izquierda socialdemócrata y reformista del mundo. Todos apoyan a la dictadura china y dejan aislado al pueblo de Tibet en su reclamo por sus libertades y el derecho a su autodeterminación e independencia.
Los socialistas revolucionarios, agrupados en la UIT-CI, llamamos a solidarizarnos con el pueblo tibetano en su lucha contra los opresores de la dictadura de China. Estamos por el derecho a la autodeterminación de los pueblos y también lo estamos por la del pueblo tibetano, incluso a su independencia como nación del Tibet, si así lo deciden. No es la dictadura de China ni nadie la que puede resolver por el pueblo tibetano. Rechazamos la pasividad y, de hecho, el apoyo a la represión criminal y genocida del gobierno chino por parte del imperialismo como de la mayor parte de los gobiernos del mundo. Exijamos a los gobiernos de Chávez, de Venezuela, y de Cuba, que cambien de postura y encabecen el repudio a la represión criminal del gobierno de China en el Tibet.
La lucha del pueblo tibetano es parte de la lucha de los trabajadores, los campesinos y el pueblo de China por sacarse de encima la dictadura del PC que gobierna explotando, bajo trabajo semiesclavo a millones en beneficio de las multinacionales y el capitalismo mundial.
Solidaridad con la lucha del pueblo del Tibet!
Por el derecho a su autodeterminación nacional!
Abajo la dictadura capitalista del PC de China!
Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
19 de marzo de 2008