A éstos señorones
de los grandes medios de comunicación, a la revista “La Semana”
de Colombia, al periódico “El Tiempo” de Bogotá, a la Cadena Caracol
de Colombia, al diario “El Comercio” del Perú, al diario “El
Comercio” de Ecuador, a Teleamazonas de Ecuador, al diario “La República”
de Perú, al “Mercurio” de Chile y a otros medios de comunicación
de esa misma calaña, no los crió Dios pero si los juntó el mismísimo
Diablo.
En este caso
el Diablo es una especie de alianza malvada entre la CIA, los servicios
de inteligencia del régimen narco-paramilitar de Álvaro Uribe, del
Comité Nacional Antiterrorista del Perú y otros cuerpos de espionaje
de los gobierno derechistas de la región.
Como por separado
no pudieron ser eficaces en su afán de estigmatizarme y estigmatizar
a la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB), trasladando hacia nosotros(as)
las calumnias construidas contra las FARC-EP en su condición de fuerza
insurgente, de organización político-militar involucrada desde hace
más de cuatro décadas en un conflicto armado desatado –más bien
una guerra sucia- por el Estado colombiano desde el asesinato del líder
popular Eleazar Gaitán, ahora se juntan en asociación apta para
mentir y delinquir.
Ahora me caen
en trulla, como las avispas y las pirañas: los juntan-y se juntan-
para tratar de cumplir esa misión estigmatizadora y satanizadota, a
todas luces imposible de materializar.
Forman un coro
poderoso y agresivo sobre la base de combinar muchas mentiras, bastante
medias verdades y algunas verdades, para presentar a la CCB como un
instrumento destinado a “expandir la estrategia de las FARC-EP
en todo el continente” y presentarme como el “ideólogo”
de ese plan.
Si esto afuera
verdad, no tendría el menor inconveniente de admitirlo. Responsabilidades
mucho más riesgosa la he sabido asumir en innumerables ocasiones, desde
que en mi adolescencia -quizás en mi niñez- asumí la condición de
revolucionario, de honorable “agente de la subversión comunista”
contra la explotación, las opresiones y las injusticias de todo tipo.
Pero ciertamente
es una tontería y una ridiculez pensar en estos tiempos en la creación
de una coordinación continental bolivariana que propugne por una Patria
Grande liberada, por nuevas democracias y nuevos socialismos a escala
latino-caribeña, con óptica tan estrecha y vulgar, tan unilateral
y tan poco creativa, como la que se me atribuye.
- El ladrón siempre juzga por su condición.
Esta nueva
versión, que persigue la criminalización de un vínculo diáfano y
ampliamente difundido por mí, se estructuró en la Estación de la
CIA de Colombia en estrecha relación con los “servicios” uribistas,
apoyándose en las supuestas informaciones obtenidas en las “supercomputadoras”
de los comandantes Raúl Reyes e Iván Ríos. De ahí la “colaron”
hacia el Perú, Ecuador, Chile, República Dominicana y no se hacia
cuantos otros países del continente y del mundo.
El diario
“El Día”, de la República Dominica, lo tomó de rebote y pulió
un poquito- solo un poquito- esa manipulada versión, presentándola
además en su edición del 22 de abril con el “sugerente” título:
“Colombia y Perú ponen a Narciso Isa Conde en la mirilla”
No se si esa
“mira” es telescópica o microscópica. Tampoco si el fusil que
la porta es de algún francotirador de esos “servicios” o de su
sicariato.
Si se que no
se trata ni de Colombia ni de Perú en sentido general: como países,
como sociedades, como pueblo…
Nada de eso.
Se trata de
una especie construida por expertos de inteligencia y en terrorismo
mediático, tutelados por ideólogos de la “guerra preventiva”
de Mr. Bush, infinita, “antiterrorista”, global. Esto es, por la
CIA y otras instancias de la inteligencia militar al servicio de los
halcones de Washington.
No se si la
computadora del comandante Raúl Reyes estaba hecha a prueba de cohetes
y bombardeos de alto poder destructivo.
Tampoco estoy
informado si el comandante Iván Ríos tenía o no la Lap Top que se
le atribuye, ni si almacenaba o no los mensajes y otros archivos de
sus intercambios con el comandante Marulanda y otros comandantes, sin
la más mínima regla de seguridad y sin ningún dispositivo preventivo.
Pero sí se, que si hubo computadoras, el que la capturó siempre pudo
hacer lo que le viniera en ganas con sus archivos: alterarlos, inventarlos
y manipularlos.
Las versiones
de inteligencia estructuradas y seleccionadas para presentar a la CCB
y mi participación en su Presidencia Colectiva como instrumento de
los “planes de internacionalización del grupo guerrillero”,
me parece más que absurda, realmente ridícula.
Las FARC-EP
es un producto netamente colombiano, es una contrapartida insurgente,
una fuerza político-militar nacional, que responde a una realidad específica,
a una construcción específica, a un país azotado por más de cinco
décadas de terrorismo de Estado y de terrorismo para- estatal, por
una guerra sucia, por los poderes narco-paramilitar y narco-estatal
estrechamente combinados.
Esa experiencia
insurgente no es generalizable, internacionalizable, continentalizable.
Ni siquiera
otras insurgencias colombianas son similares, aunque ciertamente esta
es la más exitosa de todas.
Menos aun es
“internacionalizable” si nos vamos a otras realidades nacionales
–pasadas y presentes- como la cubana, mexicana, nicaragüense, guatemalteca,
boliviana, dominicana, peruana…
Pero además,
nuestra América hoy es un mosaico de movimientos revolucionarios políticos-sociales
y políticos-culturales diversos, un arcoiris de fuerzas transformadoras
muy variadas por sus formas de lucha y de organización.
Sería muy
torpe –y los(as) que participamos en la CCB no tenemos ni un poquito
de esa “virtud”- pensar en un frente, un movimiento, una coordinadora
de carácter continental, sujeta a un único patrón, o subordinada
a la modalidad de uno de sus componentes por fuerte y respetable que
éste pueda ser..
La revolución
continental será suma de revoluciones originales, de métodos, de formas
organizativas y participativas, de vías, idiosincrasias y culturas
muy variadas. Cadena de liberaciones y soberanías reconquistadas, capaces
de articularse en una liberación y una soberanía mayor: en una gran
y extensa soberanía multinacional y multiétnica.
El camino cubano
es uno, el venezolano otro, el ecuatoriano otro, el boliviano otro,
el colombiano otro, el mexicano… y así sucesivamente…; todos muy
propios, pero con muchos componentes internos asistidos de la vocación
de unirse en una gran vía común y en una patria mayor.
Las fuerzas
transformadoras son muy, pero muy variadas, en cuanto a trayectorias,
formas organizativas, matrices ideológicas, tradiciones culturales
y capacidades en el ejercicio de innumerables modalidades de lucha.
Ni las FARC,
ni ninguna otra fuerza de izquierda, ni ningún Estado con vocación
transformadora, están en condiciones de tutelar y/o instrumentalizar
la unidad revolucionaria latino-caribeña que demanda la actual crisis
capitalista-neoliberal a escala continental. Mucho menos de reproducir
en todos los países movimientos a su imagen y semejanza.
La CCB, camino
a la construcción de un gran movimiento continental bolivariano (definido
así desde su origen, cuando todavía los comandantes Marulanda y Cano
no eran de su presidencia colectiva), se fundó para unir y articular
diversidades revolucionarias, para desplegar solidaridades y respaldar
luchas sin exclusiones respecto a formas de lucha y radicalidades necesarias.
Para CCB lo
continentalizable es el ideal de Patria Grande liberada, el ideal de
sociedades pos-neoliberales y el tránsito hacia nuevas democracias
y nuevos socialismos.
Estas metas
no son de exclusiva factura fariana. Son propósitos colectivos, resultado
de múltiples reflexiones, creaciones teórico-políticas, actualizaciones…generadas
por variados protagonistas en diversos países.
De Patria Grande
habló Bolívar mucho antes de creada las FARC.
De socialismo
habló Marx, sus antecesores y sus continuadores, muchos años antes
que las FARC.
Chávez, que
no es de la CCB, desde que estaba construyendo en los años ´80 el
Movimiento Revolucionario Bolivariano 200 (al interior de las Fuerzas
Armadas Venezolanas), recuperó con fuerza el bolivarianismo, abrazó
el concepto de Patria Grande y la crítica al neoliberalismo y a la
seudo-democracia vigentes en su país.
Por eso, sacar
una resolución (cierta o no) de un organismo de las FARC sobre ese
tema, como prueba de su control sobre la CCB, raya en lo estúpido y
ofende la inteligencia de los pueblos.
De mi parte
nunca no he ocultado la relación de solidaridad con las FARC ni su
presencia en la CCB dentro de un amplio espectro de fuerzas revolucionarias
del continente. Incluso el programa realizado en Santo Domingo en abril
del 2006, en ocasión de las Expediciones Antiimperialistas
a Quisqueya (incluída la Expedición Bolívar-Petión, procedente
de Suramérica), fue ampliamente publicitado. En esa ocasión no fue
posible conseguir el visado para la delegación colombiana, que incluía
grupos artísticos y movimientos sociales diversos.
Presentarme,
sin embargo, como una especie de “agente” de su supuesto
“plan expansivo”, es desconocer mi trayectoria revolucionaria
absolutamente independiente, con ideas propias, incluso respecto a poderes
mayores.
La idea de
la dependencia de la unidad internacional o continental desde un
“centro hegemónico”, no solo ha dado pésimo resultados, sino
que ha fracasado estrepitosamente.
Si ser “ideólogo”
es algo así como producir ideas, como analizar con espíritu creador,
generar y recrear teoría revolucionaria en función de nuestras realidades
y para un determinado proyecto revolucionario continental, tomo el calificativo
como un “piropo” o alago inmerecido.
Vale si decir
que mi producción política-teórica, mis libros, mis ensayos, mis
análisis…nada tienen que ver con la misión imposible de internacionalizar
o continental izar el proyecto FARC. Están lejos de toda unilateralidad,
dogmatismo o reduccionismo.
Mis trabajos
que trascienden la frontera de mi país, jamás se han quedado anclados
en Colombia, Cuba, Venezuela, El Salvador, Haití…o en cualquier otro
país del continente y del mundo.
Escribo y actuó
sobre mi patria chica, mi patria grande y los problemas de la humanidad.
El capitalismo
y su evolución.
El imperialismo
de ayer y de hoy.
El neoliberalismo
globalizado.
El “socialismo”
que fracasó y el socialismo por el que debemos luchar.
La democracia
representativa como farsa.
El terrorismo
de Estado y de todo tipo.
Los despotismos.
La cuestión
de género.
La depredación
ambiental.
La violencia
y el terror de Estado
La ola revolucionaria
continental.
El rol de los
pueblos originarios.
El antiimperialismo
hoy.
La gansterización
de los Estados y poderes dominantes.
Las luchas
a desarrollar en tales condiciones
Trato sobre
el necesario rescate de Enriquillo, Hatuey, Tupac Amaru, Bolívar, Martí,
Duarte, Luperón, Zapata, Caamaño y el Che, Mariategui, Gramsci, Trosky,
Lenin, Marx, las cosmovisiones indígenas, la teología de la liberación…
Con equívocos
y aciertos, pero sin ínfulas de “ideólogo” ni de libertador; porque
como dice el Che “solo los pueblos se liberan a sí mismos”.
Y en eso estamos
desde la CCB y desde nuestro movimiento caamañista dominicano.
De cara al
sol, sin dobleces, sin simulaciones, sin doble moral.
Diferenciando
lo que es la CCB como conjunto y lo que son las relaciones bilaterales
de cada quien, ya sea con las FARC, con cualquier otro componente de
la CCB o con cualquier otra fuerza revolucionaria no integrada a ella.
El MRTA de
Perú, que actualmente es una organización que existe solo en las cárceles
de ese país, no está en condiciones de aportar como otros, ni de integrarse
activamente, ni orgánicamente, al trascendente esfuerzo que representa
la CCB.
Ojala que pudieran
superar pronto esa situación para poder participar en ella con plenos
derechos deberes.
Nos repugnan
la criminalizaciones y satanizaciones de las fuerzas revolucionarias,
hayan o no cometido errores, leves o graves, en el duro y arriesgado
batallar contra una dominación perversa como lo es la dominación capitalista-imperialista
Si alguna organización
percibe que los gringos nos van a invadir de nuevo y que hay que entrenarse
militarmente y acumular fuerzas en esa dirección, nos parece esencialmente
justa su decisión. Si decide alzarse en armas es su derecho. Así lo
hicieron todos nuestros próceres y heroínas.
Porque en nuestro
humilde entender lo militar no debe ser monopolio de las derechas y
de los Estados, menos aun de Estados terroristas y/o esencialmente violentos
y depredadores.
Los militares
tienen derecho a ser revolucionarios y las revoluciones a ser militares,
ya sean en ejércitos regulares o irregulares; preparando insurrecciones,
levantamientos democráticos o guerras de guerrillas.
Procuro sí
ser siempre leal a la verdad.
Y en honor
a ese principio debo decir que ni el gobierno del Presidente Rafael
Correa, ni el Movimiento País del Ecuador, participaron en el II Congreso
de la CCB, en el Seminario Internacional y la marcha de protesta contra
la Base Militar de EEUU. en Manta, eventos realizados el pasado mes
de febrero en Ecuador. Tampoco le dieron apoyo logístico alguno.
Con el entonces
Ministro de Gobernación Gustavo Larrea nos reunimos en el 2007 el diputado
venezolano Amilcar Figueroa y yo, ambos de la CCB, sencillamente para
comunicarle nuestra intención de realizarlos allí a principio del
2008 y conocer si no tenían nada en contra de el uso de Quito
como escenario de esa programación.
Fue un acto
de elemental cortesía, pues de ninguna manera, por razones obvias,
se hubiera hecho allí sin participárselo a las autoridades de ese
país; a pesar de que corría a cuenta de las organizaciones que integran
el Capítulo Ecuador de la CCB, en el que no participa el partido o
movimiento de gobierno. La Casa de la Cultura Ecuatoriana, donde se
realizaron dos de los eventos, es una entidad con autonomía de larga
tradición democrática.
En su afán
criminalizador del terrorismo mediático anti- FARC pretende involucrar
al gobierno ecuatoriano, como siempre lo ha querido hacer por momentos
con el venezolano. Todo esto tiene su matriz en WASHINGTON.
Pero la realidad
es que el Partido Socialista Unificado de Venezuela PSUV (ni el anterior
Movimiento Quinta República) que lidera Chávez, tampoco forma parte
de la CCB.
Ojala, sin
embargo que la CCB, logre ampliarse más sin perder su esencia revolucionaria.
A eso aspiramos, en eso estamos. Pero la verdad es la verdad y es siempre
revolucionaria.
El intento
traslado a la CCB del estigma anti-FARC, persigue precisamente aterrorizar,
inhibir, impedir o hacer mas difícil su crecimiento y expansión como
proyecto unitario y diverso.
En verdad lamento
mucho que el periódico “El Día” –aunque ciertamente me hizo
una entrevista en la que expliqué mis relaciones con las FARC- le sirva
aquí de caja de resonancia a esa federación de medios comprometidos
con la mentira y la desinformación. Y que como consecuencia de sus
conexiones con ciertos periódicos perversos de Colombia, haya adoptado
la decisión de hacerle el juego a sus malsanos propósitos.
Lo lamento
más aporque “El Día” es una especie de hermano menor de los periódicos
“Hoy” y “El Nacional” del Grupo Corripio. De El Nacional soy
columnista dominical fijo y del hoy colaborador ocasional.
Me explico
ese paso por los vínculos de su actual director Rafael Molina Morillo
con la inefable Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), de la cual
es su anterior presidente. Y bien sabemos cual es el rol contrarrevolucionario,
pro-oligárquico y pro-imperialista de la SIP en el continente.
Paradoja de
la historia: a raíz de la invasión yanqui de 1965, una pequeña editora,
propiedad de Molina Morillo, fue víctima de un atentado terrorista
que destruyó las instalaciones donde se editaba la entonces combativa
y democrática “Revista ¡Ahora!”, dirigida en ese instante por
quien muchos años después devino en un presidente de la SIP, demasiado
concentrado por cierto en los ataques al Comandante Chávez y a la revolución
bolivariana.
Sectores muy
similares a los que aspiran a criminalizar mis diáfanos vínculos con
las FARC, fueron los responsables de aquella acción típicamente terrorista.
Cierto: el
ladrón juzga por su condición y arrastra y/ o intimida a quienes no
resisten sus presiones ni rechazan sus tentaciones…
Mis relaciones
personales pasadas con Rafael Molina Morillo ha sido muy respetuosas
e incluso por momentos afectuosas. Pero me siento en el deber de decir
las cosas como la siento, amén de que todo aquel que escoja ese camino
perverso y criminal, debe saber que me habrá de tener de frente. En
juego por demás está mi vida física, porque es bien sabido que quienes
fomentan la criminalización de los vínculos revolucionarios-solidarios
y nutren con sus informaciones e interpretaciones mendaces el terrorismo
mediático, saben matar y matan.
23 de abril 2008, Santo Domingo-RD narcisoisaconde@gmail.com