GUILLERMO EL CAZADOR FURTIVO. El terror de iguanas, matos y cualquier ave que se le atravesara cuando carajito, aprendió muy bien aquello de “donde pongo el ojo pongo la bala”. Ya crecidito, se convirtió en todo un gran carajo que dice sin vergüenza alguna – más bien se ufana- de que ha recorrido el mundo “cobrando piezas” para luego montarlas como trofeos en su “sweet, sweet home”. Seguro que en más de un safari este recalcitrante neo mantuano se encontró con el borrachín Juanca, el famoso “mata osos”. Patética su declaración ante otra plasta que de una vez entró en las ligas mayores de la cacería en Centroamérica, el “matacuras”. Es así como este plutócrata ha extendido el concepto de su “hobby” a todo lo que hace. A usted, mi querido disociado, lo ve como un conejo al cual tiene en la mira para sacarle tres o cuatro veces el valor del carro que sueña adquirir. Y usted pariendo los reales; qué pendejo.
GUILLERMO EL ACAPARADOR DE CARROS. Los tenía ocultos en una de sus casas. No estaba custodiada por una jauría de pitbulls. Peor, había una jauría de abogados que ladraban más que aquellos, encabezados por una histérica rumiante de chicle. Toda una “Perla”. Cancerberos del cazador furtivo, conforman un anillo de impunidad para que él pueda “disparar” a placer sobre los “venaítos” que entran a su concesionario Toyosan. Cuántos más tendrá escondidos, porque creo que estos estaban a punto de ser “entregados” para que los tuviera allí. Todos esos vehículos fueron adquiridos a dólar oficial ¿Cuál será el precio de venta?
GUILLERMO EL DISOCIADOR. Todo un loco cazador con un cañón mediático. Su especialidad es la clase media, donde ha cobrado sus mejores “piezas”. Dispara contra el Pueblo y la revolución 365 días año, 24 horas al día. Sus perros cazadores le siguen el rastro a nuestra gente y señalan donde está “la presa”. Así es como Roland Carreño pasó de cacatúa acicalada a perro amenazador de estudiantes. Resultado: el compatriota universitario Carapita herido de bala en la UCV. Y CONATEL, como si nada. El inefable presidente del CNP, tal vez en alguna otra micro marcha diga sin vergüenza ni ética que apoya al perro amenazador. Parece que fueran la misma vaina.
Rifle en mano, Guille les habla a sus aprendices sobre las bondades de disponer de un medio de comunicación para disociar a la gente, mientras como “empresario” les exprime los bolsillos. Les dice, socarrón, que lo mejor es verlos locos de bola atacando al rrreégimen sin advertir quien los explota en realidad.
GUILLERMO LA VÍCTIMA. Descubierto su modus operandi, no le queda más remedio que hacerse el perseguido político. Los demás medios golpistas le hacen el juego porque ellos también tienen sus “negocios” para expoliar a la gente. Por eso es que dicen “nosotros tenemos con qué”. Guille apela a la infofrenia de su globoalocados para que vean la labor gubernamental como retaliación por “su lucha por las libertades democráticas”. Que sea esto una muestra de lo podrida que está la oligarquía ¿Qué dirán ahora los “equilibrados” que se la pasan taimadamente opinando que el gobierno exagera sobre la actitud fascista de estos medios?
Hay que ir a un gran debate nacional para desmontar de una vez por todas el sistema mediático criollo, el cual como hemos visto lo detentan estos “caimanes cebaos” que le exprimen a la gente las neuronas y el bolsillo, en un doble juego perverso de disociación y consumismo. Ese doble juego es una trampa capitalista y quienes caen en ella son llamados “clase media”.
GUILLERMO EL CHORO. Esta y no otra es la verdadera profesión de este carajo.
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