Me imagino que los integrantes de ese comité de comiquitas, luego de anunciar al mundo con su cara muy lavada – la de abajo- el Nóbel de la Paz, se levantaron en pleno de sus asientos, se pusieron en fila india y con reverencias de lacayo se bajaron los calzones y se pusieron en cuatro.
Por ahí salió un ruso diciendo que le dieron el premio a Obama para que no ataque a Irán. No me jodan ¿Por qué no se lo dieron a Zippy Libnik para que no destrozara a los palestinos? ¿Por qué no se lo dieron a Bush para que no condenara por milenios con uranio empobrecido a la cuna de la civilización? Lo que falta es que el año que viene se lo den a Don Varito 82 por su decidido aporte a la lucha antidrogas y por el respeto a la soberanía de los pueblos.
Quiero pensar que Lula es un consumado ironista pues esa vaina de que el Nóbel de la Paz de este año está en buenas manos es como decir que la justicia está en manos de gansters ¡Que parodia a la que asiste el mundo! ¡Que tramoya tan arrecha esta, que convierte en adalid de la paz al representante del gobierno más genocida en la historia de la humanidad! Si eso lo hubiese dicho Goriletti, ni le paro…pero ¿Lula? ¡Coño!
¡Santas pamplinas, Batman¡ El único país que ha lanzado bombas nucleares sobre otros, que ha utilizado armas químicas y bacteriológicas, tratan de lavarle la cara para convertirlo en un ejemplo a seguir otorgándole el dudoso premio a su presidente de turno dizque por “ sus esfuerzos para el desarme nuclear”. Si eso no es cinismo, compa, entonces yo soy escuálido.
En la base gringa de Palmerola en Honduras, en las siete de Colombia y en todas las demás que tienen regadas por el planeta, deben haber decretado día de júbilo y los marines deben haber prendido una rumba con súper marihuana, rocanroll y alguna jovencita desprevenida que se les antoje en algún poblado cercano. El gobierno que se pasa las resoluciones de la ONU por el forro está de farra con la paloma de la paz.
Obama anda feliz y le dice al mundo: Don´t worry, be happy. El año que viene le darán el Nóbel de economía “por haber salvado a la Humanidad de la debacle financiera” no importa que medio planeta esté postrado por las metidas de patas de los gurúes de Wall Street, ni que su propio pueblo tenga que pagar los platos rotos de los auxilios a los banqueros del primer mundo.
Este premio, que es como un Oscar a la cagada más grande, será aplaudido y divulgado por todos los medios de derecha con aires de virtud. Será asumido por el imperio, sin dudas, como una patente de corzo para meter sus narices en cuanto país le venga en gana, pues ¿Quién más adecuado para partirle el lomo a un pueblo, si este no se ajusta a los criterios de los eruditos de la paz? Por añadidura, los halcones fungirán como albos pichones que podrán defecar sus bombas inteligentes sin sus mediáticos pudores por los daños colaterales ni los falsos positivos.
Si alguna vez a alguien se le ocurre la peregrina idea de siquiera postular al Líder Comandante a un Nóbel de la paz, hay que mandarlo a lavarse ese paltó rapidito, pues de acuerdo a lo sucedido este año con este desprestigiado premio, eso de ahora en adelante es un insulto.
¡Ah! me imagino a alguna una rubia descocada en Cloacavisión cantando: Happy Nóbel, mister president…
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