Hace diez años, el 27 de noviembre del 2000, Gerardo, René, Antonio, Fernando y Ramón, conocidos mundialmente como los Cinco Héroes cubanos, comparecieron por primera vez a la vista oral del juicio en el tribunal de Miami presidido por la jueza Joan Lenard. Durante los varios meses que duró el juicio, uno de los procesos judiciales más importantes y largos en la historia de los Estados Unidos, estuvieron frente a la jueza Lenard, quien finalmente, en distintos días a finales del 2001, dio a conocer una sentencia vengativa e injusta contra los cinco antiterroristas.
Por ser exageradas y desproporcionadas estas condenas, y por lo tanto injustas, esta vez Ramón Labañino y Fernando González Llort deben enfrentar otra vez a la jueza Lenard, el 8 de diciembre, quien los debe resentenciar en cumplimiento del dictamen adoptado por la Corte de Apelaciones de Atlanta.
Anteriormente se produjo la resentencia de Antonio Guerrero, a quien la jueza Lenard le impuso 22 años de prisión, a contrapelo del acuerdo pactado por la Fiscalía y la Defensa para una sanción de veinte años.
El 13 de diciembre del 2001, Ramón Labañino fue condenado a cadena perpetua más 18 años. Pronunció su alegato y expresó “¡Si por evitar la muerte de seres humanos inocentes, si por defender a nuestros dos países del terrorismo, y evitar una invasión inútil a Cuba es por lo que se me condena hoy pues bienvenida sea¡ "¡Llevaré el uniforme de recluso con el mismo honor y orgullo con que un soldado lleva sus más preciadas insignias¡"
El 18 de diciembre del 2001, Fernando fue sancionado a 19 años de reclusión. Al leer su alegato subrayó: "Sinceramente, confío en que algún día Cuba no tenga necesidad de que personas como yo voluntariamente y por amor a su país y a su pueblo, vengan a este país a luchar contra el terrorismo. Todo hombre que se respete así mismo se debe antes que nada a su Patria. En los años de presidio me acompañará siempre la dignidad que he aprendido de mi pueblo y de su historia."
Si la lógica y coherencia imperarán en la resentencia, Fernando debiera quedar libre al recibir una sanción que se corresponda con el tiempo transcurrido en prisión, y Ramón debiera quedar con una sanción similar a la de Antonio. Pero lo justo hubiera sido que los tres hubieran quedado libres en este proceso de resentencia.
Ahora vamos a ver que pasa al dar su dictamen la jueza injusta.
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