No olvidemos el caso del presidente de Guatemala Álvaro Colom. Un desquiciado de nombre Rodrigo Rosenberg Marzano, grabó un video en que aseguraba que iba a ser asesinado por el señor presidente Álvaro Colom, con ayuda de don Gustavo Alejos [secretario privado de la Presidencia], y del señor Gregorio Valdez [empresario vinculado al Gobierno]. Esas fueron las palabras de este abogado muerto a tiros en la capital guatemalteca, en el que responsabilizó de su fallecimiento al presidente de su país y sus más cercanos colaboradores.
Estas noticias se reprodujeron en los portales de los diarios locales Prensa Libre y El Periódico, y conmocionaron al mundo, donde luego circularon cientos de copias en las exequias de Rosenberg. En esas esquelas se podía ver al abogado sentado en un escritorio explicando los motivos por los que fue ordenado su asesinato. "La razón por la que estoy muerto es porque hasta el último momento fui abogado del empresario Khalil Mussa y su hija Marjorie Mussa", ambos también asesinados a tiros el pasado 14 de abril por negarse a encubrir "los negocios ilegales y millonarios que se negocian día a día en Banrural [Banco de Desarrollo Rural, de capital mixto], y que "van desde el lavado de dinero hasta el desvío de fondos públicos a programas inexistentes de la señora del presidente, Sandra de Colom, así como la financiación de empresas de papel utilizadas por el narcotráfico", según una declaración escrita que dejó Rosenberg junto al vídeo.
Rosenberg era un académico con una larga trayectoria como asesor de varias empresas. Al final del vídeo, Rosenberg hizo un llamamiento al vicepresidente Rafael Espada para que fuese "el primero en encabezar un movimiento para recuperar nuestra Guatemala, y hacer que se cumpla la ley con ayuda de todos los buenos guatemaltecos que le apoyan sin reservas".
Hoy ya se sabe que Rosenberg planificó su propio crimen, en la que solicitó la ayuda a los hermanos Francisco José Ramón y José Estuardo Valdés Paiz, propietarios de un laboratorio farmacéutico, a quienes pidió contratar al grupo de sicarios, quienes a su vez lo hicieron a través del jefe de seguridad de las empresas. Más loco no podía estar este tipo. Más o menos ha sido el show del preso cubano Santana y ahora el de Fariñas. Son personas utilizadas por la CIA, y por esos están más alborotadas que nunca las llamadas Damas de Blanco.
Ahora este perturbado Fariñas la ha cogido con Venezuela. ¿Por qué? Porque sencillamente en eso consiste el juego de la posición de la derecha internacional. Los crímenes de la cárcel de Abu Gurayb en Irak nunca cogieron, por ejemplo, para la prensa tantos titulares como estas ridiculeces de las damas de blanco.
Fíjense como hoy El Nacional coloca a este disidente cubano Guillermo Fariñas que no come ni bebe voluntariamente desde hace 24 días, dedicándole varios minutos a la situación de Venezuela, “vaticinando un destino nada prometedor ante las similitudes que encuentra entre el gobierno de Hugo Chávez y el régimen de los hermanos Castro. Una cosa está clara para Fariñas, "Venezuela se le está yendo de las manos a Hugo Chávez", y las consecuencias, según su opinión no son nada alentadoras, lo mismo que decía Carlos Ortega, qué bolas.
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