Los ganaderos llegaron después, últimos los parceleros
Desde siempre los Yukpa viven en Perijá, desde los primeros tiempos cuando Amoricha hizo el mundo, y al hombre y a la mujer de un troco de un árbol de la Sierra de Perijá, ayudado por el pájaro carpintero, y Kopecho, la mujer rana, que con su danza seductora lanzó a las brazas a uno de los dos soles y al caer sobre ellas se transformó en luna quien desde siempre les ayuda. Viven del maíz, de la chicha dulce o fuerte a la manera como les enseñó a las mujeres, Oseema. Según dicen los viejos, los Yukpa volverán a vivir con Amoricha si se cumplen las leyes divinas que hasta el día de hoy los rigen en las tierras de Perijá.
O como cuentan los Watía antropólogos: 8.000 años a C. los “proto-caribe” partieron del sur del río Amazonas al norte, más tarde 2.500 años a C. ya desde Guayan y Surinam partieron a la Amazonía colombiana unos, y otros a las costas y a las Antillas; luego los llamados “caribe” como tal 1.000 años a C. a 400 años d C. desde las Guayanas y Surinam se desplazaron por los corredores de las sabanas de la Amazonía y salieron del área del río Orinoco y 1.000 años a 1.400 d C. tomaron los llanos venezolanos y un grupo por la depresión de San Cristóbal cogieron tardíamente rumbo a la Sierra de Perijá, conocido luego como los Yukpa-Yuko y los Japreria, llamados por los Yukpa, Yanchitu.
Tenían ya 400 años en los valles de los Macuayes, Villa del Rosario, cuando llegaron los invasores españoles a masacrarlos para quitarles las mejores tierras, y miles sobre miles de lunas, cuando llegaron los Vargas, y muchísimo más, cuando llegaron los violentos parceleros a la Estrella y a Las Flores a robarles unidos las tierras llanas del Yaza y Tukuko.
Dada esta historia, asumimos la expresión de los grupos sociales de Caracas: “todos somos yukpa” “todos somos caribe”, o “Sabino marca el camino”, o la otra, “malditos watía” como dice en su Facebook y en su Web “malditostodos”, el amigo Carlos Alberto Busto.
De la matanza de la cuarta en Kasmera a la matanza de la quinta en Kuse/las Flores
Los hacendados y los parceleros, ellos mismos o a través de los sicarios, así como la Guardia Nacional Bolivariana o el Ejército de Venezuela no se han cansado de criminalizar, odiar, golpear y asesinar a los dirigentes Yukpa y sus familias. Desde la matanza en Kasmera, cuando la Dra. Aniyar fue Gobernadora del Zulia y Caldera Presidente de la República, el Ejército mató a Vicente Ramo y a la esposa del artesano Cacique de la comunidad Kampa, Miguel Romero. Otros tantos han quedado heridos y luego muertos, como en los golpes propiciados por sicarios wayuu pagados por Noé Machado a Arístides Maikishi, quien muere posteriormente durante la ocupación de la hacienda Ceilán, de igual manera, se propició la muerte del anciano José Manuel Romero, padre de Sabino luego de la golpiza dada por hombres armados bajo la dirección de Alejandro Chávez Vargas, así como durante el desalojo de la hacienda El Rincón quedaron heridos varios Yukpa por parte de hacendados y hombres armados, de la misma forma, se le disparó a otros Yukpa con escopeta accionada por un campesino wayuu posteriormente identificado, en el parcelamiento las Flores, o el asesinato con balas de fusil automático AK de Wilfrido y Lorenzo Romero, y ahora de Alexander, su hermano José Luis Fernández Fernández y de Lionel Romero, es una prueba viva de la indiferencia de los Ministerios del Poder Popular de Relaciones Interiores y Justicia y de los Pueblos Indígenas, y del mismo Presidente de la República, de ponerle fin al genocidio indígena emprendido por ganaderos y parceleros ante el fracaso del Gobierno en el proceso de demarcación y pago de las bienhechurías de las haciendas y parcelas autodemarcadas por el pueblo Yukpa y sus dirigentes. Señores de la Fiscalía y del CICPC los sicarios asesinos están sin capuchas entre las haciendas del sector Gil Blas.
Emplazamos al Gobierno a cumplir con la Constitución y las leyes de la República y ordene de inmediato abrir una averiguación a fondo para dar con los autores materiales y los financistas de los asesinos de los dirigentes Yukpa. La Fiscalía tiene la palabra y el CICPC. Chávez comandante, ordene usted.