Hoy
se dio inicio al festín electoral que cada cierto tiempo pretende
arropar y arroyar todo y a todos en su dinámica de dimes y diretes que
emerge entre las fuerzas en pugna unos por conservar el poder y otros
por meterle la mano al pastel. Mientras tanto la contradicciones
sociales siguen su camino sin variaciones así sucede en la sierra de
Perijá justo hace diez días fueron ajusticiados por sicarios
(inequívocamente mandados por los ganaderos) en medio de la noche, 3
hermanos Yukpa entre los cuales se encontraba Alexander Fernández digno
joven luchador, su hermano José Luis y Leonel Romero. Satanizados e
ignorados por los medios de comunicación, tanto privados como públicos y
sin temor a equivocarme ya sabemos dónde irá a parar esta investigación
a los cajones sucios de los cuerpos de seguridad igualmente cómplices y
verdugos de nuestros hermanos Yukpa. Porque cuando se trata de los
pobres y más si son indígenas ustedes podrán imaginar lo que sucederá.
La
Sierra, territorio ancestral de los Yukpa se encuentra bajo fuego y no
precisamente por sus habitantes ancestrales. Sino por la voracidad del
capital, las transnacionales, los terratenientes racistas todos ellos
clavan sus garras macabras sobre la tierra madre con la miserable
intención de secarla y dejarla sin vida. No es Sabino, ni lo fue
Alexander mil veces vilipendiados por rojos, azules (entiéndase
ganaderos, ministros, cuerpos de seguridad toda esa fauna de miserables
cómplices) Los culpables de los males de la sierra como todos lo quieren
hacer ver. Ellos representan la dignidad indomable del indígena que no
pretende más que poder vivir y convivir en la tierra que sus padres
enseñaron a amar. Como a su propia piel. Porque los pendejos siguen
pagando con su vida con la cárcel con el destierro. Lo que es justo
inequívocamente para cualquier ser humano provisto de nobleza como lo es
la tierra para nuestros hermanos Yukpa.
Los ganaderos racistas los
capitalistas transnacionales ven a la tierra como una mercancía mas, los
Yukpa la ven como la madre que les da vida y cobijo. Así como las
cúpulas se unen tácitamente para oprimir, mentir y asesinar.
Nosotros
hombres y mujeres conscientes de esta situación por demás grave debemos
tomar la determinación de luchar con firmeza hasta lograr lo que es
justo la tierra para nuestros hermanos Yukpa. Todo esto junto a ellos
brindando nuestra solidaridad y compromiso. Todo esto no es problema de
funcionarios de segunda, mandaderos o traidores a sus pueblos.
Es un
problema de visiones del mundo de un sistema que sobrevive campante y
sigue aplastando al más débil el no entender esto en mi humilde opinión
es crear falsas ilusiones que conducirán a otra decepción y ya no lo
podemos permitir.
Ya basta de muertes, atropellos e impunidad para
con nuestros hermanos Yukpa. La única salida es la lucha. Con la lucha
haremos visible lo que los poderosos pretenden dejar oculto y
recuperaremos las tierras y la vida para sus dueños originarios.