Campos venezolanos, campesinos y Constituyente

Mi propuesta para la Constituyente Popular que pronto entrará en funciones, Dios mediante y la jerarquía eclesiástica no avala por lo que fueron llamados a Roma donde vive el Santo Padre, según; junto a que algunos panas "críticos" rechazan porque dizque no es democrática y más bien antirrevolucionaria (¿?) y otros desde su impunidad por ahí han dicho como el diputado Luís Florido que ellos la impedirán a como dé lugar la realización de ésta; y hasta una cuerdita de naciones de gobernantes neocoloniales cogoteados por Estados Unidos desarrollarán maniobras militares frente a las costas venezolanas.

Todo muy sospechoso, pues, dice un amigo del semiárido larense. Metiendo miedo (metiendo miedo a la señora Fiscala General para quien la Constituyente Popular es "amenazante", esa pobre mujer que ahora anda temblorosa y sin saber bien qué recurso legal es que introduce al TSJ para impedirla, porque así le han dicho que haga para ser presidenta de la transición democrática, una vez que nos hagan una invasión humanitaria y pueda como en La Isla de la Fantasía pueda decir: "El avión, jefe, el avión")

En estos nuevos tiempos de convulsiones, con un dizque guarimbas que llaman es indudable que la oposición y sus nuevos "amigos" están muy desesperados (y ya sabemos de acuerdo con el adagio que la desesperación es mala consejera); pero en sí es un accionar violento e irracional con lo que buscan la desintegración del país. Sin embargo, no podrán, porque la conciencia democrática del pueblo en general es mayor que la de los pirománticos y asesinos. Pero se deben reimpulsar de manera más efectiva acciones concretas en la Gestión del Gobierno Bolivariano, esto es, que el Estado Nacional y su Gobierno legítimo (el de Maduro) se ocupe del campo y los campesinos; más allá de las abstracciones de esta constituyente; que por fin se ocupe de mantener en buen estado las vías carreteras campesinas.

En el municipio Urdaneta del estado Lara, por ejemplo, especialmente los tramos viales de los caseríos El Mamoncito, El Hato de Baragua, La Culebra, El Reloj, El Ralo y otros adyacentes al noroeste del estado y aún la zona fronteriza sur de Falcón; además de mantener y fortalecer los sistemas: educativo, salud porque la verdad es que está Barrio Adentro y Dispensario pero en general no cuentan con ambulancias; se requiere también asistencia científica, técnica y financiera para los criadores de chivo, junto a mejorar las casas de habitación (atención Barrio Adentro, Gran Misión Vivienda Venezuela),letrinas o escusados y agua potable desde pozos debidamente tratadas.

Con eso uno se sentiría satisfecho, manteniendo la relación más armoniosa con el entorno ecológico, sigue acotando el amigo. Y agrega: verdad es que tenemos el artículo 305 y 306 de la actual Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000) que de inmediato me hace leer y, en efecto, a la letra dice bellamente:

"Artículo 305. El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégico del desarrollo rural integral a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional y el acceso oportuno y permanente de éstos por parte del público consumidor. La seguridad alimentaria se alcanzará desarrollando y privilegia la producción agropecuaria interna, entendiéndose como tal la proveniente de las actividades agrícolas, pecuaria, pesquera y acuícola. La producción de alimentos es de interés nacional y fundamental para el desarrollo económico y social de la Nación. A tales fines, el estado dictará las medidas de orden financiero, comercial, transferencia tecnológica, tenencia de la tierra, infraestructura, capacitación de mano de obra y otras que fueren necesarias para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento. Además, promoverá las acciones en el marco de la actividad agrícola. El Estado protegerá los asentamientos y comunidades de pescadores o pescadoras artesanales, así como sus caladeros de pesca en aguas continentales y los próximos a la línea de costa definidos en la ley".

Por su parte, la disposición siguiente es similar y reza así:

Artículo 306. El Estado promoverá las condiciones para el desarrollo rural integral, con el propósito de generar empleo y garantizar a la población campesina un nivel adecuado de bienestar, así como su incorporación al desarrollo nacional. Igualmente fomentará la actividad agrícola y el uso óptimo de la tierra mediante la dotación de las obras de infraestructura, insumos, créditos, servicios de capacitación y asistencia técnica".

Como se puede colegir, tales disposiciones no hay sino que cumplirlas. Es más, son un poema al desarrollo rural integral, la agricultura bajo modelos agroecológicos y la seguridad alimentaria; quienes vayan a la Constituyente Popular tendrán en ese sentido un trabajo arduo, ya que como hemos oído al presidente Maduro se requiere cambiar el modelo rentista petrolero; hay que volver al campo, que es una bonita experiencia de vinculación hombre-medio; porque recordando un viejo libro del Prof. Agustín Blanco Muñoz "La contradicción ciudad- campo" (UCV, 1978) donde la primera se impone pero es innegable el valor de la vida rural y no debe estar en condiciones precarias, pues la verdad es que en la actualidad ese campo nuestro venezolano y sus campesinos requieren de un amplio apoyo. ¿Tendrán conciencia de ello quienes vayan a la nueva Asamblea Nacional Constituyente?

A modo de anécdota o experiencia de quien escribe podemos contar que el semiárido larense, en concreto la población de Baragua y sus caseríos, en particular El Hato de Baragua requiere que sus necesidades sean atendidas. Y una no menos urgente, como hemos señalado ya en este mismo portal web, es su tramo carretera, que se extiende por un relieve hermosos pero bastante quebrado o abrupto por lo que requiere que su reparación sea constante.

La excusa es que nunca hay suficientes recursos para ello, será porque sus habitantes son pocos, así como su actividad económica apenas depende de rebaños de chivos a cielo abierto y pequeñas actividades agrícolas de sobrevivencia; un drama histórico que los gobernantes, aún en la Revolución Bolivariana, poco se ocupan. Las necesidades de esa gente que si algo tienen es que son trabajadores insignes no son atendidas adecuadamente. ¿Qué habrá que modificar, por cierto, a los artículos aquí citados? ¿No cabría mejor dejarlos así y cumplir más bien sus disposiciones?

A mundo, como decimos en el mencionado caserío. Hoy bueno sería que también se generara empleos mediante empresas agropecuarias, cooperativas de transporte, turismo entre otras. Porque una cosa que se observa al nada más estar allá unos dos días es que la juventud está abandonando ese campo nuestro del semiárido, como lo hicimos nosotros también en 1980, cuando nos vinimos a Barquisimeto y alguna vez (1981-82) fuimos obreros en la Zona Industrial 1 y mi hermano en la misma 1 y 2, cuasi analfabeto yo, socialmente vulnerable pero sin ganas de volver a la tierra natal porque la cosa sería peor, ya que por allá son pocas las expectativas. Un drama que en la cuarta república no preocupaba mucho, tristemente. Desde que Chávez llegó al poder algunas cosas han cambiado pero ¡cuánto falta!



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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