A muchos venezolanos les sucedes que lejos de alegrarse se preocupan por los anuncios de aumento salarial, anunciado por el ejecutivo nacional, no significan que estos no sean importantes; la situación se centra en el efecto especulativo que se desencadena luego que son anunciados. Reconozco el esfuerzo reivindicativo que busca generar el presidente de la República, a través de estas medidas como forma de minimizar el impacto deshumanizado de los verdugos económicos que ponen en riesgo a la población más vulnerable de la nación. Se sigue tomando el riesgo de generar un ciclo vicioso que no vislumbra un equilibrio económico para la paz social, se insiste en alimentar procesos de usuras sistemáticas, generadoras de la alteración que significa el orden interno de la nación.
Como en tantos de mis artículos, sigo insistiendo en el ataque necesario sobre las causas y no en los efectos, los enemigos de Venezuela de carácter endógeno y exógeno siguen planificando nuestra destrucción. Ya es momento de parar, los sueldos y salarios no le alcanza a los venezolanos, por los altos índices especulativos que se registran en varias áreas, no solo en alimentaria. Los tres sectores de la economía sufren una transversalidad de sobre precio, que no es capaz de ser identificado y neutralizado por los organismo del Estado. Esta realidad representa una continuidad en el tiempo y el espacio de las penurias y angustias que vive nuestro pueblo.
Venezuela, nuestra Patria Bolivariana reclama el consenso de hombres y mujeres valientes, desde cualquier responsabilidad de dirección nacional, regional, municipal, comunal u otra forma de organización del poder popular, se debe identificar y denunciar a todos aquellos actores que minimizan con sus conductas de corrupción, la capacidad de adquisición del pueblo trabajador. Somos muchos los venezolanos que hemos renunciado a emigrar de nuestra tierra, para convertirnos en fuerza de trabajo de otras naciones, todos aquellos que renunciamos a irnos debemos encuadrarnos en una lucha de resistencia hacia la guerra económica.
El ejecutivo nacional tiene por deber intensificar la lucha contra la usura y especulación, aumentando los anuncios que recogen las medidas para el reimpulso productivo, con ejemplo vivenciales y soportados con estadísticas de rentabilidad positiva; a fin de impactar las matrices pesimista que se tejen en contra del desarrollo productivo nacional. Camarada Presidente Maduro, mis más altas consideraciones, muy respetuosamente le sugiero detener nuevos anuncios de salarios, es el momento de monitorear, fiscalizar, controlar y evaluar los procesos públicos y privados relacionado con la economía, solo así podemos salir de esta crisis planificada en contra del proceso revolucionario venezolano.