Son turbulentas las aguas donde navega una revolución. Sobre todo en la fase de arranque con subida de anclas. Y si al poner proa, no se está claro en el rumbo del cabotaje, entonces se aproxima la deriva. Y eso ha ocurrido con el mayor de los respetos, al Comandante Yoel Acosta Chirinos y su breve incursión sobre las crestas de las traviesas ondas del proceso que se adelanta en Venezuela. Como que le cuesta a Yoel, darse cuenta que no pudo construir un liderazgo, porque el mismo lo desbarató. Un abrupto timonazo en febrero de 2002, fue su primera errata de pilotaje, cuando en el Tecnológico de Coro cambiara de repente de vertiente, sin darse cuenta que el barco que capitaneaba, iba victorioso a puerto donde le aguardaban importantes encargos de tripulación. Pero prefirió abandonar timón, pasajeros y marinería. Aún hoy, ese error en su carta de navegación política hace molestias en el curso de la revolución. Ya después de ese desliz fundamental, Yoel no pegó jamás una. Su barco daba tumbos y hoy está perdido en el naufragio. Salta de bote en bote y busca desesperado un salvavidas que no ve por ningún lado. A ratos, cuando un poco de aire parece remozar su inquietud fatigada, se confunde y trata echar manos a una chalana que hace aguas por el mal diseño de sus constructores. Y con una ferocidad que tan solo se le vio antes, en el levantamiento del 92, cuando tomó La Carlota e hiciera presa la contrarrevolución, la coge contra Chávez. Y le tilda hasta de traidor, siendo que el presidente aun así, le respeta sin desconocerle los méritos que antes obtuviera. Parece que al trueno de su naufragio se adhiere una profunda nostalgia de resentimiento. Y ya convertida en chatarra su salitrosa barca, busca orilla a nado y va parar a Barquisimeto. Una lista que tiene mas aspirantes que votos pueda contar en septiembre, es su refugio. Falcón, es la entidad que otra vez soporta su osadía, Henri Falcón su mentor equivocado. Es probable que ya Yoel, ni consejo coja, porque el candidato pepetista natural allí, era Luis Telleria. Pero dicen los técnicos de desastres, que el naufragio es el mas calamitoso cataclismo porque deja huellas profundas en la gente que lo ha soportado .El naufragio político deja grandes animadversiones, Todo el mundo le parece desafecto al naufragante político. Por eso el PPT, no teniendo mucha gente que meter, llama al comandante Yoel para que respire un poco y le meta un hombrillo a un bote convertido en ataud. Será, quizás la última incursión de Yoel en el columpio electoral venezolano. Será también su más laberintico fracaso. Nunca vio brújula Yoel. Se le extravió el 20 de febrero del 2000 en el Tecnológico de Coro.