Gestión universitaria, fracaso a la vista

Pasada la prueba del 26S, se reinician las protestas universitarias por parte de obreros/obreras, empleados/empleadas y profesores/profesoras; valga decir, quienes prestan sus servicios a las instituciones de educación universitaria: los trabajadores/trabajadoras, aunque les moleste a ciertos grupos profesorales que los llamen como tales. Las razones son más que evidentes: deudas y  descontento por los bajísimos sueldos y salarios, que no se revisan desde el 2009 mientras la inflación ha corroído eficazmente sus montos. La salida del ministro Acuña y su sustitución por Edgardo Ramírez, sin duda, llenó de expectativas al sector universitario, la anterior gestión dejó suscritas un conjunto de Actas de Acuerdos en que se programaban la cancelación de dichas deudas a lo largo del presente año, el nuevo ministro incluso afirmó: "Asumiremos la continuidad y coherencia en materia educativa, además seguiremos fortaleciendo la educación universitaria…" (ABN, 26-02-2010), en senda rueda de prensa acompañado del ministro saliente, Luis Acuña. Palabras que, pasado el tiempo, se fueron desvaneciendo hasta desmentirse por sí mismas.

  Hoy, pasados siete meses, la supuesta continuidad ha devenido en discontinuidad ministerial, la respuesta a las protestas de los trabajadores/trabajadoras universitarias ha conducido a nuevas propuestas: “Con el objetivo de analizar los planteamientos de tipo económico expresados por los representantes de los gremios de trabajadores universitarios, durante los meses de octubre y noviembre, instalarán tres mesas de trabajo a fin de dar respuesta a esta y otras solicitudes hechas por empleados y obreros universitarios. Así lo informó el viceministro de Políticas Estudiantiles del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MEU), Jehyson Guzmán…” (AVN, 01/10/2010), con ello, se desconocen las Actas Compromiso con las anteriores autoridades ministeriales de educación universitaria y se reinician nuevas conversaciones sobre deudas suscritas por la República Bolivariana de Venezuela con sus trabajadores/trabajadoras, dejando en entredicho la palabra, no del ministro Ramírez, sino la del mismísimo Jefe de Estado, el Camarada Presidente Hugo Chávez.

  Esta acción gubernamental, de desconocimiento de Actas de Acuerdos, se produce en medio de un prolongado bloqueo económico de los sueldos, salarios y demás beneficios socio-económicos del sector de los trabajadores/trabajadoras universitarias iniciado en julio pasado, acción que se recrudeció con la violación masiva del Derecho Humano a tener  Vacaciones remuneradas, por parte de este sector de nuestra clase trabajadora. Situación, solo comparable, con la actuación criminal que acometiera Antonio Ledezma contra los trabajadores/trabajadoras de la mal llamada Alcaldía Mayor. Se trata, en definitiva, de someter a este sector de nuestra clase trabajadora a los designios políticos del ministro universitario, actuación que, sin duda, lo que ha provocado es un rechazo masivo en nuestras instituciones universitarias a las políticas revolucionarias.

  No es para menos, el Camarada Presidente, Hugo Chávez, ha definido los objetivos de nuestra Revolución Bolivariana en términos bien precisos como: “El socialismo que estamos construyendo debe fundamentarse en la cultura, en los valores, en lo social y por lo social. Debemos colocar en primer lugar a los seres humanos”; no obstante, estos no parecieran ser los mismos objetivos del ministro Ramírez. En la Gaceta Oficial 39.373, de fecha miércoles 24 de febrero de 2010, que establece la designación de Edgardo Ramírez como nuevo ministro del Poder Popular para la Educación Superior, podemos leer la misión que le encargara el Camarada Presidente, Hugo Chávez: “ejercer la rectoría del Sistema Nacional de la Educación Superior a través de la formulación de políticas y acciones, dirigidas a garantizar una educación de calidad para el pueblo venezolano asegurando el fortalecimiento de la educación superior oficial y su expansión bajo principios de calidad, pertinencia, inclusión, solidaridad, gratuidad, cooperación y soberanía nacional coadyuvando así en la construcción de una sociedad democrática, socialista, participativa y protagónica…”, si coincidimos con la definición dada por Trotski en La Revolución Traicionada en que: “El Socialismo es el régimen de la producción planificada para la mejor satisfacción de las necesidades del hombre y de no serlo no merece este nombre…”, debemos concluir en que la gestión desarrollada por el ministro Ramírez, en estos 9 meses, no ha estado dirigida en la orientación correcta, todo lo contrario.

  Menos aún, cuando en los actuales momentos en nuestras universidades, institutos y colegios universitarios, han renacido las esperanzas de avanzar por los senderos de la renovación y transformación de dichas instituciones universitarias, amparados en las directrices emanadas de la nueva LOE, y la posibilidad de aprobación de una nueva Ley de Universidades. Hoy, este es el debate que debiera estar abierto en nuestras universidades, institutos y colegios universitarios; por el contrario, el ministerio de educación universitario, ha venido trabajando por desviar la atención de los universitarios/universitarias hacia sus condiciones de sobrevivencia, sometiéndoles a un vergonzante bloqueo de sus salarios y demás beneficios socio-económicos, impropio de una Revolución que se digne en llamar de Socialista.

  Lejos de levantar la consigna de transformación o constituyente universitaria, los trabajadores/trabajadoras universitarias han levantado la consigna: Fuera el Ministro Ramírez, Vete Ya!!!, este es el clamor generalizado entre las comunidades universitarias (tanto de oposición como revolucionarias) a lo largo y ancho del país, evidenciándose así, el fracaso de una gestión que amenazó con ser exitosa pero cuyos resultados, hasta el presente, no pueden ser más desastrosos. Urge una rectificación en educación universitaria, Camarada Presidente, Hugo Chávez, este sector de nuestra sociedad tan urgido de cambios, no puede tener como cabeza dirigente alguien que durante estos meses se ha dedicado es a desprestigiar nuestra Revolución Bolivariana, a alejar nuestros/nuestras camaradas al interior de nuestras instituciones universitarias, propiciando descontento y desilusión entre ellos/ellas. Llegó la hora de los cambios y las rectificaciones, para luego es tarde, el descontento crece y se fortalece, Camarada Presidente… 
 

Caracas, 4 de octubre de 2010  

  henryesc@yahoo.es


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Henry Escalante


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