Filosofía, Política, Ciencia i Educación

La Lei de Educación Universitaria

 “Cuando se discute no existe superior, ni inferior

 ni títulos, ni edad, ni nombre: sólo cuenta la verdad;

  delante de ella todo el mundo es igual”

  Romain  Rolland

 Con las premisas que encierra esta reflexión de Romain Rolland, el extraordinario escritor francés que se distinguió no sólo por sus obras literarias que le hicieron merecedor al Nobel de Literatura en 1915, sino que se distinguió igualmente por ser un abanderado de la paz i la libertad del mundo,  desde que escribió Los lobos  en 1897 sobre el caso Dreyfus, i se unió a su defensa, como lo hizo Emilio Zolá con su célebre Yo acuso.

 Advierto sí, que al entrar a opinar o discutir sobre la Lei de Educación Universitaria, estoi al mismo nivel de aquellos que han tratado el problema universitario ya tradicional en Venezuela, considerando que no existen ni superiores ni inferiores, ni sobresalientes por títulos  –además vemos que en el presente se compran junto con distinciones Cum Laude− ni meritócratas, ni sabios por viejos o sobre-dotados por jóvenes, ni nombres famosos por cargos desempeñados o posiciones en partidos, grupos culturales o mafias. Todos somos iguales, porque sólo la verdad cuenta. Otra advertencia es que el tema ha sido tratado por muchos, algunos con aportes interesantes (aunque a veces ignorados por los capitalinos) como el caso de mi estimado amigo e historiador Juan E. Romero, que ha expuesto a mi modo de ver, de forma clara, precisa i apegado a la honestidad intelectual de conocer la realidad de la cual escribe, los aportes que tiene esta nueva lei que introduce cambios fundamentales, superando tantas imperfecciones establecidas a voluntad, en la anterior Lei de Universidades de hace más de cuatro décadas, concebida para hacerla elitesca, enclaustrada i alejada de la realidad del país. Creo, como el Dr. Romero, historiador e investigador acucioso o escrupuloso (palabra que para mí tiene su historia) que son más los logros, las virtudes i los cambios necesarios, que las debilidades que han señalado i que, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, el Comandante Hugo R. Chávez Frías, demostrando ser un demócrata, socialista i hombre de talento, ha comprendido la necesidad de debatirla más, para que los inconformes no tengan la desfachatez de decir –como ya lo han dicho− que está de espaldas al pueblo i a los tiempos del inicio de la segunda década del siglo XXI. En cambio, para quienes como en mi caso, nacimos con la nueva Universidad del Zulia en 1946, i tuvimos la dicha de conocer un Rector de la calidad humana de un Dr. Jesús Enrique Lossada, un pensador, humanista i hombre de pueblo, que iba a su rectorado en su viejo carro Packard, con su chofer personal Caíto, i puso de manifiesto que la primera virtud de un hombre al frente de una Universidad, es el talento revestido de profunda humildad i humanismo. Esa fue la pauta seguida por sus sucesores (a raíz de su inesperada muerte), mui especialmente por el Dr. José Hernández D’Empaire, hasta llegar a uno que sacrificó todo, absolutamente todo, por dedicarse a la institución i convertir a la naciente todavía Universidad en la Casa del Obrero en La Ciega (cerca del puerto de Maracaibo) en la Ciudad Universitaria, inmensa, grandiosa i moderna que nos legó: el Dr. Antonio Borjas Romero, el más prestigioso cirujano del Zulia, convertido en el educador i orientador del la Universidad que, lamentablemente en lo académico, político, económico i social, ha ido perdiendo prestigio, entre otras cosas por algunos malos rectores i administradores;  por la política de partidos ya en proceso de desaparición i por una absurda interpretación de la Autonomía Universitaria. Lo mismo hemos visto suceder así, en la cercana Universidad de Mérida, en la Universidad Central de Venezuela i en otras posteriores como la UCO en Lara, i otras en el este del país. I aquí aclaro que, si he sido docente de LUZ por casi 33 años en Medicina i 30 en Filosofía, también he conocido en curos recibidos, cursos o conferencias dictadas, foros, aportes, etc., a la ULA, la UCV i a la UCO. De manera que, como Juan Romero, (leer dos páginas formidables en QUE PASA) también puedo dar constancias de tantas irregularidades que hemos observados por años. Todas amparadas en la Autonomía Universitaria i en la creencia de que las Institución Académica, es un Estado dentro del Estado, como vemos que lo piensa así, una rectora altanera e irrespetuosa −-Cecilia García-Arocha…− creyendo tener una autoridad que rebasa los límites del gobierno nacional i la autoridad del Jefe de Estado; conspirando i desestabilizando libremente, en un país donde señala que existe un régimen autoritario o dictatorial, i está amordazada la libertad de expresión. Realmente, como lo han dicho muchos, el ciudadano Presidente ha demostrado no solamente ser un hombre tolerante, respetuoso de los derechos i opiniones ajenas, sino que ha demostrado su talento (personalmente puedo dar varios o muchos ejemplos) puesto que trayendo a discusión la lei ya estudiada o realizada en la Asamblea Nacional, da oportunidad a muchos de demostrar cuáles son sus ideas, observaciones o las “debilidades” que reclaman. Recuerdo, por lo menos en lo que concierne al Zulia, que durante la Asamblea Nacional Constituyente, se solicitaron a todos los estados del país, su más importantes necesidades políticas i las mejores ideas para una nueva Constitución. Casi todos enviaron mucha información bien expuesta i detallada. Mérida, por ejemplo, contribuyó con un libro o gruesa revista llena de valiosas opiniones de diferentes autores, mientras que la propuesta del Zulia a la ANC, fue un delgado folletico en un 16avo., signado por la Gobernación del Estado Zulia i la Universidad del Zulia, como un aporte para la fundación de la V República. Así creo que ha sucedido ahora, pues no he sabido que las autoridades actuales –que se oponen a la lei− hayan hecho formales proposiciones para la misma.

 El contenido de esta lei es bien conocido por los universitarios i el pueblo todo que se interese por ello (ahora tenemos pueblo educado e instruido); se han tocado los puntos fundamentales en discrepancia; se ha escuchado la voz de los escuálidos más destacados por su fogosidad i sin embargo la lei está en discusión de nuevo. Aquí en Maracaibo, me bastaría con el Dr. Castejón (que también ha escrito al respecto) i el Dr. Romero, para formar un trío de iguales a la autoridades universitarias para tratar los puntos problemáticos de la lei de Educación Universitaria. La posición tomada por el presidente Chávez, es un veto transitorio para con gallardía hacerles ver que, como nunca en nuestra vida republicana, estamos en una democracia socialista, humana, decente, científica i humanista. I cuando se discute, pienso como Romain Rolland.

robertojjm@hotmail.com


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Roberto Jiménez Maggiolo


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