¡Que es instrucción y que es educación!

La instrucción viene de la mente, viene del conocimiento.  La educación viene del corazón, viene del alma. Ambas se pueden enseñar, pero no todo humano la capta porque principalmente depende de su propia espiritualidad.  Observe como al nacer un niño, hembra o varón, de inmediato comienza su educación, la madre lo cuida y le da su amor, lo alimenta, le cubre sus manitos para que con las uñas no se rasguñe la cara, lo baña, lo arropa, le canturrea y así prosigue la madre con su hijo hasta que cumple un año y entonces le empieza a hablar, a señalarle algunos objetos, a decirle: no eso no se hace, cuando el niño toma entre sus manos alguna cosa que está sobre la mesa del recibo; y es así como lo va educando. Al llegar el niño a los dos años, ya la madre empieza a enseñarle que debe respetar y a llamarle la atención cuando no hace caso de alguna indicación; la madre es la educadora por excelencia del niño. Y en Venezuela sabiéndose que ésto es así, no se ha hecho mucho por enseñar a la madre en forma científica y sencilla como cuidar a su niño, y que reaccione solícitamente cuando en él vea tal o cual incorrecto comportamiento; o alguna reacción que no sea aceptable. Por ejemplo: Un niño pequeño que se acostumbre a despojar a otros de sus cosas, a no decir la verdad y/o a lastimar a sus compañeritos, y no ser corregido,  cuando grande seguro que será una persona desleal, mentirosa, intrigante y maltratará físicamente a las demás personas; con preferencia a sus propios familiares. Un niño que haga alguna crueldad con  animales o personas, de grande es muy probable será una persona desalmada. Ahora bien, ¿Cómo se corrige las malas actuaciones de los niños? Sin duda que la manera de tratar a los niños es muy especial por lo que ese trato deberá ser estudiado y recomendado por algún especialista, pero debería editarse un manual que en forma accesible y elocuente  explique lo elemental,  y éste texto ser distribuido gratuitamente a todas aquellas futuras madres para que sea aprendido por ellas y los padres, comunicándoles como actuar ante un determinado caso; ya que haciéndolo correctamente y con prontitud se logrará cambiar las malas inclinaciones que el niño pueda tener.

 
Es aquí en donde el Estado debe estar alerta, pues si el niño no se logra encaminar por un buen sendero en sus primeros años de vida, muy probablemente su rumbo se dirija hacia la prostitución, drogadicción y delincuencia. El Estado tiene que estar conciente de ello, él tiene que saber que es en la formación del niño donde está la clave de su futuro comportamiento y es  por ello que se debe actuar ya, hoy mismo, para que en un tiempo no muy lejano los venezolanos, en su gran mayoría sean unos buenos ciudadanos. El instinto, la espiritualidad, el talento y el criterio con que viene al mundo cada ser humano tiene que ser educada, para que su conciencia sepa como actuar correctamente, ya que si no, los atributos que posea aquel ser seguramente en la adultez serán utilizados para realizar acciones que irán en perjuicio de sus semejante, siendo el daño mucho mayor para la humanidad si aquel individuo es instruido, pues aplicará aquel saber mental para tratar de burlarse de las leyes. Un intrigante bien instruido y talentoso en un instante daña cualquier obra de bien construida durante años y años de arduo trabajo; esa persona es un verdadero azote para su país. La educación en los primeros años de vida de los seres humanos es fundamental, sin una buena educación en sus hogares y en la primera etapa escolar, es imposible contar con una población con espíritu de avance por un mejor futuro, ya que los pueblos se irán pervirtiendo irremediablemente y entonces reinará la envidia, el resentimiento, la ignominia, y todos esos males que son del alma, de un alma atormentada por la avaricia y el desdén, en donde la mente sucumbe ante la perdición del espíritu humano. El niño es un ser muy delicado y por ello necesita mucho cuido y amor, hay que enseñarle sabiamente todo lo bueno que nos salga del alma, y entonces esperar en un futuro próximo que algún buen hombre pueda decir a sus padres, interpretando a Simón Bolívar al escribir a su maestro Simón Rodríguez: “Ustedes formaron mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que ustedes me han señalado, en fin, ustedes han visto mi conducta y por ello no habrán dejado de decirse, todo eso es nuestro, nosotros sembramos esa planta, la regamos, la enderezamos tierna, y ahora robusta, fuerte y fructífera he aquí sus frutos; ellos son nuestros y lo vamos a saborear” Si, la buena educación en los niños es un inmenso bien a la patria, porque resulta que hoy más que nunca la influencia de  las luces en mujeres y hombres de este país los ha enceguecido, ya que ahora existe mucha luz en cada rincón del país pero ha venido escaseado  la moral.

Febrero de 2.011

joseameliach@hotmail.com



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José M. Ameliach


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