En la última década, las malas políticas de ingreso, el apoyo incondicional al golpe de estado de 2002, al paro petrolero y sus continuas acciones contra el gobierno han colocado a quienes dirigen y hacen vida en la Universidad Autónoma en niveles de falta de credibilidad y desconfianza nunca antes visto ante el pueblo venezolano. Esta situación muestra una universidad carente de propuestas, falta de ética y moral, es decir una universidad de espaldas al pueblo y a la sociedad en general.
Desde el año dos mil, como propuesta de la UNESCO, se planteó una reforma universitaria que al pasar del tiempo en la universidad sólo fue una propuesta y luego se olvidó, tal vez previendo la salida de Chávez en esa oportunidad. Hoy, doce años después, cuando el gobierno reclama la concreción de tal transformación, desde estas casas de estudio se lanza una campaña destinada a satanizar al gobierno y la desestabilización del país. Los rectores cierran las casas que vencen las sombras y lanzan a los estudiantes en “huelga de hambre” con tal de no cumplir con la transformación universitaria y de no dar explicaciones al país sobre cómo se gasta el dinero en las universidades.
Esta negación de las autoridades rectorales y el silencio de los gremios profesionales que hacen vida en la universidad sobre el debate y transformación universitaria, al igual que en el año 2002, hace suponer que se prepara una nueva aventura para desconocer la autoridad del gobierno. Por otro lado, el no aclarar al país lo que ocurre a lo interno con la distribución de los recursos económicos se puede enmarcar en dos vertientes, una que los recursos son efectivamente objeto de malversación y pillaje. Por otro lado, asumiendo la honestidad de quienes administran estos recursos, la no explicación tiene como propósito hacer ver la falta de apoyo del gobierno y en consecuencia nos regresa a un gobierno “dictatorial que quiere acabar con la universidad”.
Es así como, utilizando a quienes hoy mantienen una “huelga de hambre”, vemos que al no prosperar la exigencia sobre la “entrega ya” de más presupuesto a la universidad sin rendición de cuentas al país y por falta de un discurso coherente y creíble con el cual satanizar al gobierno, se radicaliza la protesta cociéndose un tercio de la boca y con los otros dos tercios, se envían señales al mundo sobre la falta de derechos humanos en Venezuela con narraciones en vivo y directo a través de CNN de un interminable número de situaciones que hacen recordar las torturas ejecutadas por soldados de EE. UU. en Irak, Afganistán y Guantánamo.
Chávez está claro y sabe que la historia los medios de comunicación la cuentan según los intereses de sus dueños, en tal sentido propongo que junto con la ministra de educación universitaria invite a estos “huelguistas” y sus padrinos rectores a un almuerzo familiar donde de seguro le mostraran al país sus verdaderas intenciones. Para el menú sería excelente un buen consomé de mero fresco con ajo, cebolla, ají dulce y algo de mazamorra. Recuerde que no hay nada mejor que el consejo familiar hacia el hijo descarriado.
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