Esto podemos apreciarlo más claramente, si analizamos los hechos que han venido ocurriendo en los recintos universitarios, muy en particular, en la “casa vencida por la sombra”, la UCV. Así, en días pasados, más específicamente, el lunes 21 de los corrientes, pudimos observar por las cámaras de VTV, que fue la televisora que más dio cobertura a los hechos, como el sindicato obrero de esa institución, SutraUCV, exigía de manera enérgica que las autoridades de esa institución, les cancelaran la deuda que por concepto de vestuario les debían, en este caso, lo concerniente al año 2009, ya que contaban desde meses atrás, con la mitad de los recursos para cumplir con tal beneficio contemplado en su Normativa Laboral.
Autoridades Administrativas de esa institución, se habían comprometido desde semanas antes para hacerlo, solo que se fue postergando esa decisión, hasta que las obreras/obreros explotaron de indignación. Evidentemente, dicho recursos que, por un monto cercano a los 5 millones de BsF, según los líderes de la protesta, durante todos esos meses debieron haber permanecido en alguna de las 300 y pico cuentas bancarias de dicha institución, “ganando intereses”, como es archiconocido por todas las comunidades universitarias. Valga decir, “ganar tiempo”, “ganar intereses”, esa era la consigna para las autoridades ucevistas. Quienes desde tempranas horas hasta negaron la existencia de ese recurso en las cuentas de la Universidad, la combatividad de las obreras/obreros ucevistas, en el transcurrir de las horas, hicieron aparecer el recurso antes negado, ya entrada la tarde, a esas autoridades no les quedó otra alternativa que dialogar con los trabajadores/trabajadoras en conflicto. En primera instancia, convocan a la Defensoría del Pueblo e incluso acuden al burdo argumento del secuestro, pero allí estaban las cámaras de las televisoras que comenzaron a hacerse presente, ya no solo era VTV. Al descubierto ya, la maniobra de esas autoridades, otros eran los hechos que comenzaban a ser noticia, si se trataba de un recurso para cancelar una deuda del año 2009, ¿por qué no se había cumplido con el compromiso establecido?, ¿qué hacía ese dinero generando intereses?, ¿quién se beneficiaría de esos intereses, mal habidos?
Sin duda, nuestra legalidad quedaba en entredicho ante ese hecho delictivo, la Ley Contra la Corrupción es muy clara en sus articulados, Artículo 6º: “En la administración de los bienes y recursos públicos, los funcionarios y empleados públicos se regirán por los principios de honestidad, transparencia, participación, eficiencia, eficacia, legalidad, rendición de cuentas y responsabilidad…”; Artículo 18: “Los funcionarios y empleados públicos deberán utilizar los bienes y recursos públicos para los fines previstos en el presupuesto correspondiente…”; Artículo 52: “Cualquiera de las personas señaladas en el artículo 3 de la presente Ley que se apropie o distraiga, en provecho propio o de otro, los bienes del patrimonio público o en poder de algún organismo público, cuya recaudación, administración o custodia tengan por razón de su cargo, será penado con prisión de tres (3) a diez (10) años y multa del veinte por ciento (20%) al sesenta por ciento (60%) del valor de los bienes objeto del delito…”; igualmente, la Ley de la Contraloría General de la República, que en su Artículo 91, Numeral 28, contempla como supuesto generador de Responsabilidad Administrativa, actos, hechos u omisiones como: “La retención o el retardo injustificado en el pago o en la tramitación de órdenes de pago…”
Evidentemente, estábamos en presencia de un presunto delito por corrupción cometido, presuntamente, por las autoridades administrativas de esa Universidad, quienes comenzaron a escudarse en la escusa de que el Gobierno Revolucionario no había enviado la otra mitad para honrar el beneficio contractual. Sin duda, que se trataba de un delito a dos responsables, las autoridades de la UCV y el MPPEU. La rectora de la UCV, habilidosamente tomó la iniciativa de comunicarse con su amiga, la ministra universitaria, quien autoriza la cancelación en efectivo de la mitad de la deuda por vestuario 2009, así los trabajadores/trabajadoras en conflicto acuerdan retirarse de las instalaciones del rectorado, con el compromiso de su cancelación para el miércoles 23, hecho cumplido por las autoridades administrativas de la UCV. La responsabilidad administrativa que pueda derivarse de este hecho pasa a manos exclusivas de la ciudadana ministra Yadira Córdova, quedan así, exculpadas las autoridades de la UCV, quienes en cambio, además, se apropian del suculento banquete de los intereses generados durante meses por esa masa monetaria millonaria.
Mientras eso ocurría en la UCV, en otro lado de la ciudad, en la sede de un organismo de Naciones Unidas, un grupito de estudiantes de ultraderecha, tenían su reality show montado, una huelga de hambre por relevo, mientras papeaba uno, éste era sustituido por uno del público, las cámaras de Globovisión se encargaban de que esa realidad no saliera públicamente, sino “aguerridos estudiantes”. Ya llegando a casi un mes de ese espectáculo televisivo, que comenzaba a perder rating; los trabajadores y trabajadoras universitarias, hacen presencia masiva y combativa en las calles de Caracas, reclamando sus reivindicaciones: aumento de salarios, pago de prestaciones y pasivos laborales, pagos de deudas de la Normativa Laboral, llamado a discutir la nueva contratación colectiva, mayor impulso a la Transformación de las universidades y aprobación de una nueva LEU.
Esa presencia de la masa de los trabajadores y trabajadoras universitarias en las calles, comienza a dejar al desnudo la falsedad de la política de diálogo de la ministra universitaria, la exclusión de la clase trabajadora de esa política, desmeritaba su carácter democrático, enunciado públicamente por la ministra Córdova. Es así, que la marcha de los trabajadores y trabajadoras universitarias o “marcha de las boinas azules”, realizada el pasado jueves 24, en que se movilizaron un poco mas de 10 mil trabajadores/trabajadoras universitarias, reclamando su derecho a no ser invisibilizados/invisibilizadas por ese ministerio, tocó las fibras del Alto Gobierno y, muy en particular, del fuenmayorismo que dirige la política universitaria.
Esa acción de masas, que les otorga a la dirigencia de Fetrauniversitarios y Fenasoesv, la cualidad de organizaciones agrupadoras de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras universitarias, tenía que ser desvirtuada de alguna manera, a fin de salvaguardar a la aristocracia sindical que dirige los mal llamados sindicatos “bolivarianos”, cada vez más debilitados por la desafiliación masiva de sus agremiados, descontentos por sus políticas apegadas a la patronal estatal.
En esta oportunidad, le tocaría a la ministra Córdova solicitar apoyo de su amiga la rectora, el frente de protesta ubicado en la sede del Pnud, debe ser desmantelado, la ministra necesitaba de un respirito. Cecilia Arocha va en su auxilio, y ordena a sus estudiantes levantar la huelga por relevo, a cambio, exigirá Cecilia, el MPPEU deberá otorgarles la cualidad de victoriosos, por la consecución de la instalación de las llamadas Mesas de Trabajo, instaladas días antes, el jueves 24.
En el Acta de
Acuerdo, firmado en horas de la madrugada, en sus puntos 3, 4 y 5, que
se corresponden con reivindicaciones de exclusiva competencia de las
Federaciones y sindicatos de empleados, obreros y profesores, el MPPEU
traslada esa competencia a los estudiantes de oposición, ni siquiera
en general, sino con nombre y apellido, sentando un mal precedente,
inconstitucional incluso. ¿Busca la ministra Córdova, en alianza con
Averu, eliminar los sindicatos del ámbito universitario, y sustituirlos
por los estudiantes de oposición?, es la gran duda, que quedará en
el ambiente…
Esa política
que más que diálogo, es de conciliación de clases, debe llamarnos
a una profunda reflexión, sobre todo en un año preelectoral, en que
los trabajadores y trabajadoras universitarias ahora se preguntan: si
Cecilia Arocha es parte del gabinete de Hugo Chávez Frías, entonces
¿quién los defenderá de su mala gestión universitaria?
Caracas, 25 de marzo de 2011
henryesc@yahoo.es
