Las/Los trabajadores y la universidad necesaria...

El reciente conflicto universitario ha dejado tras de sí toda una secuela de aprendizajes para el conjunto de la clase trabajadora universitaria. Obreros/obreras y empleados/empleadas constituyen, hoy en día, la vanguardia de las luchas que se vienen librando a lo interno de nuestras instituciones universitarias, de sus luchas depende que, en mucho o poco, tanto estudiantes como profesores/profesoras obtengan, por extensión de beneficios, algunos logros de carácter reivindicativo.

  No por casualidad, un resultado del conflicto que llevaran a cabo obreros/obreras y empleadas/empleados, condujera a que a las/los estudiantes se les haya incrementado sus becas el 100%; mientras, profesores/profesoras hoy gocen de prima hogar y bono salud, sus jubilados/jubiladas. No obstante, a lo interno de nuestras universidades, a las/los trabajadores se les sataniza y se les califica de conflictivos e incluso se les acusa de perjudicar a las/los estudiantes, en lo que respecta a la afectación de los semestres. Es el típico discurso divisionista, que busca, por la vía de la satanización, desaprobar la lucha sindical y, con ello, los sindicatos. No es un discurso solo de la derecha fascista universitaria, sino que, en ello, coinciden también quienes se reivindican, desde el campo profesoral y estudiantil, como afectos a la Revolución Bolivariana.

  Todas/todos, hemos sido testigos de la falsedad de los argumentos esgrimidos desde el campo opositor y oficialista, en contra de la lucha que libraban las/los trabajadores universitarios. Mientras, las autoridades universitarias, celebraban las movilizaciones que daban las/los trabajadores universitarios hacia las dependencias oficiales, rechazaban y encaraban a las/los trabajadores  cuando éstos se dirigían a lo interno de las universidades. En contraposición, el Mppeu y la Opsu, y con ellos, los profesores/profesoras autoproclamados/autoproclamadas como “socialistas”, se molestaban cuando ésas movilizaciones se dirigían hacia instancias de gobierno central. Allí, coincidían de nuevo, ambas posturas. Los extremos se tocan, dice el adagio popular. Fue un hecho notorio y comunicacional, la postura asumida por el diputado Aristóbulo Isturiz, al denunciar la campaña emprendida por las/los trabajadores universitarios y que designaron con el nombre simbólico del “Octubre Rebelde”, plan de acción que culminaría en la exitosa marcha hacia la Vicepresidencia de la República desencadenando las dos reuniones que, por orden del camarada Hugo Chávez, pondrían punto final al conflicto. Reuniones en las cuales, el camarada vicepresidente Elías Jaua, reconociera la justeza de los planteamientos que motivaran la indignación de las/los trabajadores universitarios. Y al hacer esto, dejaba en entredicho posturas asumidas por el “infalible Aristóbulo”, quien denunció esa jornada de movilización: “El Vicepresidente para la Región Central del Psuv, Aristóbulo Istúriz, denunció este lunes que sectores de oposición a la Revolución Bolivariana están preparando un plan para "aislar" al país a nivel internacional y generar desestabilización a lo interno con guarimbas. Explicó Istúriz en la rueda de prensa de los lunes del Partido Socialista Unido de Venezuela que el plan pasa por generar guarimba y generar zozobra entre trabajadores y en el campo sindical…” (Últimas Noticias, 03-10-2011). Aún, las/los trabajadores universitarios, esperan sus disculpas camarada, si tiene un poquito de moral y ética revolucionaria.

  Y, mientras Aristóbulo cabalga con sus torpezas a diestra y siniestra; a lo interno de nuestras instituciones universitarias, quienes se han abrogado la propiedad del discurso “revolucionario”, “socialista”, no terminan de comprender los procesos que se están dando dentro de nuestras universidades. Así, tenemos que, mientras obreros/obreras y empleadas/empleados, han afianzado la unidad de sus organizaciones y están en ofensiva restableciendo sus derechos; esos sectores, autoproclamados como revolucionarios, están es pendientes de venideras elecciones, propagandizando futuros candidatos a rector o decanos. Dando como un hecho seguro, que los votos de obreras/obreros y empleadas/empleados serán para los candidatos/candidatas que ellas/ellos presenten. Todavía piensan que la clase trabajadora universitaria, son una pila de pendejos/pendejas ignorantes. ¡Cuán equivocados/equivocadas están!

  En el caso concreto de la UCV, ya han puesto a circular la candidatura del docente Miguel Alfonso, recomendamos la lectura de su texto: “Se busca la universidad necesaria” (http://www.aporrea.org/educacion/a132844.html), en el cual se describe, plenamente, el discurso reaccionario de la casta profesoral universitaria. Nada distinto, del que pudiera darnos un derechista fascista de la oligarquía profesoral, llámese Cecilia o Yadira. El análisis del texto, por sí mismo, nos lleva a concluir que en ese sector profesoral no hay alternativas de cambio. Reafirmándose con ello, la propuesta hecha por la dirigencia sindical de obreras/obreros y empleadas/empleados, de que la clase trabajadora universitaria debe presentar sus propios candidatos/candidatas.

  El texto antes mencionado, del docente Alfonso, hablándonos de la “universidad necesaria”, comienza manifestándonos sus deseos de lo que debe ser la universidad: “Se requiere con urgencia de una universidad que redescubra su esencia. Que se dedique, que investigue, que curiosee, que le robe los secretos a la naturaleza, que estudie a la sociedad que la sustenta…”, para después entrar a manifestar sus deseos de lo que debiera ser la comunidad que integre esa futura universidad, comienza el docente Alfonso, describiendo a sus colegas: “Se requiere de profesores que laboren con gusto. Que transmitan su pasión al estudiante, que le induzca a ver los problemas con los ojos de visionarios…”, todo muy bonito. Sigue, el docente Alfonso, con los estudiantes: “Se requiere de estudiantes entusiastas, con ansias de aprender y de enseñar, sin egoísmos, con los ideales que le dan fortaleza y luz para sus destinos. Estudiantes enamorados de la vida, de la ciencia y de las artes, de su país…”, sigue bonita la cosa. Prosigue el docente Alfonso, con sus deseos, esta vez con los obreros/obreras y empleadas/empleados: “Se requiere de empleados y obreros que sientan que esa universidad es su Universidad, la que le da el pan de cada día por su trabajo, no por el día de ausencia voluntaria (…) Que defienda sus intereses, respetando su trabajo, la dignidad del trabajo. Que supere el afán de pedir, pedir, pedir y no dar…”, ya la cosa no es tan bonita, por más que se tongonee nos deja ver su bojote. Ah, reposeros, irrespetuosos, sin sentido de pertenencia con la institución, indignos de su trabajo, pedigüeños/pedigüeñas, en fin, todo lo malo de la universidad, eso, en fin de cuentas, son los obreros/obreras y empleadas/empleados para el docente Alfonso. Vaya discurso, el de este candidato “majunche” al rectorado, discurso que no tiene absolutamente nada que ver con el Socialismo, es el mismo discurso de la derecha fascista universitaria, la oligarquía profesoral.

  Por eso, les huele feo esa propuesta de la dirigencia de las/los trabajadores universitarios, “si podemos elegir, podemos ser electos”. ¿Por qué un estudiante, un obrero/obrera, un empleado/empleada, no pueden ser autoridades universitarias?¿qué poder divino les da a profesores/profesoras esa cualidad? La universidad necesaria tiene que ser, primero que todo, verdaderamente Democrática; todo lo demás son pura culerías, un discurso vacío que, solo busca mantener el statu quo vigente en estos casi dos siglo de hegemonía profesoral, desde que el Libertador y Vargas proclamaran los Estatutos Republicanos y les dieran el monopolio del poder a la oligarquía profesoral. Hay que desmontar ese mito, no solo los profesores/profesoras tienen el conocimiento para dirigir las instituciones universitarias, más aún, gracias a reivindicaciones contractuales, obreros/obreras y empleadas/empleados han podido accesar a estudios universitarios, culminándolos exitosamente, y hoy nuestras universidades cuentan en sus platillas de cargos de altísima responsabilidad a profesionales (obreros/obreras y empleadas/empleados) desempeñándose a cabalidad. Esa es la realidad que nos han invisibilizado, con el fin de mantener la hegemonía profesoral. Transformarla es un objetivo de primer orden, y si bien Bolívar hace casi doscientos años atrás, procedió a abrir la posibilidad de que docentes pudieran dirigir nuestras universidades, en contra de la hegemonía eclesiástica, hoy la Revolución Bolivariana da un paso de mayor trascendencia, siempre con Bolívar, buscando concretar en nuestras instituciones ese principio fundamental establecido en nuestra Constitución de que: “La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador…” (CRBV, Art. 1º). Y esa doctrina llevó al Padre Libertador a proclamar: “La naturaleza hace a los hombres desiguales, en genio, temperamento, fuerza y caracteres. Las leyes corrigen esta diferencia porque colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la industria, las artes, los servicios, las virtudes, le den igualdad ficticia propiamente llamada política y social…”, ese es nuestro norte, la Igualdad!!! 
 
  henryesc@yahoo.es

Caracas, 03-11-2011



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Henry Escalante


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