Asistí como observador privilegiado, al auditorio de la UNEFA a la jornada inaugural del Centro de Investigaciones Humberto Fernández Morán (CIHUFEMO); en honor a ese insigne zuliano quien no optó al premio nobel de medicina por negarse a adquirir la nacionalidad estadounidense, condición sine qua non para que se le otorgase tal reconocimiento. Pero claro ha de estar ya: el médico cañadero al asumir esa actitud, se embebió eternamente de gloria patria.
En hora buena, la colectividad unefista y miembros de la comunidad zuliana que presenciamos el acto, vimos nacer una instancia necesaria para seguir impulsando la desacralización del acto de investigar. En el protocolo de presentación, Otoniel Granados, su Director, esbozó entre sus propósitos estimular y apoyar los proyectos de investigación tanto de quienes están adscritos a esta casa de estudios, como de los que no lo están, con lo cual interpreta la propuesta medular del Proyecto Nacional Simón Bolívar, que conmina a la concreción de una democracia participativa y protagónica.
Ello constituye un gran avance con respecto a la concepción de investigación que han tenido las universidades tradicionales, dirigida desde cenáculos de “ilustrados”, en el mejor de los casos, o de entes huecos-fantasmas donde no se produce investigación, pero sirven para justificar cuantiosas ingresos a las autoridades por esa vía. ¿Cuanto no hubiésemos avanzado si los presupuestos universitarios en investigación se destinaran para ello…y sobre todo, para investigar con pertinencia social?
Entender que la investigación y por tanto ciencia no es neutra, que se manifiesta pragmáticamente, es un gran paso dado en este proceso de cambio que vive la Patria, lo cual se evidencia en los productos “Hecho en Socialismo” y en los artículos 4 y 5 de la LOCTI donde en el primero, se precisa hacia donde van las acciones en materia de ciencia, tecnología e innovación estarán dirigidas y se indica; y en el segundo se indica que ”…las actividades de ciencia, tecnología e innovación y sus resultados, deben estar encaminadas a contribuir con el bienestar de la humanidad, la reducción de la pobreza, el respeto a la dignidad y los derechos humanos y la preservación del ambiente.”
No obstante los aportes devenidos de la ciencia y la tecnología en la realidad venezolana de hoy y la legislación insurgente sobre esta materia, falta camino por recorrer. Hace falta ir a las comunidades a incentivar la creación centros de investigaciones allí, consustanciados con el saber popular. Todos y todas debemos ir. La UNEFA, como una de las primeras hijas predilectas de esta revolución, tiene que asumir ese reto también. Por ahora, auguro a las autoridades y al profesor Granados, que este proyecto se desarrolle con la eficiencia y eficacia requerida en estos tiempos. ¡Éxitos compatriotas!
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