Se abren los campus universitarios en Venezuela por estos días. Aunque tampoco es que estuvieron cerrados del todo si no semiabiertos o semicerrados, según el punto de vista de cada quien, pues hubo actividad a media máquina por los cursos intensivos, vacionales ode verano como también se les conoce; incluso antes de que el Estado Docente asumiera como ahora la cancelación del 50 por ciento de los costos de matrícula. Pero con la apertura total de los campus universitarios por estos días se reabren también las polémicas salariales y reivindicativas.
Que tampoco es que han estado cerrada esa dialéctica, pues la oferta de los petrorinocos a finales de agosto o principios de septiembre por parte del gobierno del comandante Chávez, abrieron los fuegos artificiales, donde hasta Luís Fuenmayor Toro, ese sujeto que ni es de izquierda pero tampoco es de derecha, progresista y liberal, académico y banal articulista al mismo tiempo, también ha terciado en la polémica y ha dicho mucho con su típica galimatías pero sin decir nada, como siempre. En todo caso lo que queremos decir es que todas las universidades venezolanas tienen con la revolución bolivariana una relación “dulce y amarga”, como dice una canción de Adelis Freites y el grupo Carota, ñema y tajá). Y ello es tal vez porque muchos quieren seguir chupando la flor del presupuesto sin rendir cuentas e igualmente desde las instancias correspondientes del gobierno bolivariano los diversos ministros y sus asesores tampoco definen una clara política hacia las llamadas “casas de estudios superiores”; esto genera una dialéctica que reproduce al calco las confrontaciones que en el plano político ideológico se vive en todas las instancias del país y, como en esos matrimonios mal habidos, las universidades y el gobierno se soportan malamente.
Uno y otro intentan cumplir las obligaciones mínimas en vistas de no perjudicar la numerosa prole. Pero, qué va, la tensión se nota a leguas. Camas separadas, fin de nuestro amor, como decía otra canción por ahí. No hay entendimiento, cada cual, gobierno y universidades, mira horizontes distintos y no hacen converger, por así decir, las dimensiones teleológicas, antropológicas, axiológicas, epistemológicas y la visión del modelo de sociedad a través de lo que se da en llamar “Proyecto histórico pedagógico”. Cada cual dice tener el suyo, nos parece según los indicadores de coyuntura, como dice un amigo mío que habla siempre así como si estuviera perpetuamente dictando una clase doctoral.
Lo cierto es que este nuevo lapso universitario 2012 II o 2012 III, según los casos, encuentra a la universidad venezolana en un marco contradictorio. Se parece a esas casas viejas que uno habita por necesidad: se les remienda por un lado el techo o las paredes pero inmediatamente se descubre a la primera lluvia que hay nuevas goteras… Así el gobierno revolucionario quiere pagar los pasivos laborales pero hay un grupo que los rechaza, critica y desprecia. Luego está la cuestión que los sueldos del docente universitario y de todos sus trabajadores, obreros y empleados, son muy bajos, los seguros de salud tampoco funcionan como deben… Luego alguien dice que la función del universitario es muy importante. Pero las universidades no tienen un presupuesto adecuado a sus altas funciones ni el docente e investigador tampoco recibe una retribución económica adecuada a sus delicadas funciones, que por cierto requieren de una exigente preparación académica inicial y formación permanente.
Finalmente, a modo de conclusión queremos decir que el gobierno revolucionario debe hacer un gran esfuerzo y cumplir con los universitarios activos así como lo está haciendo con los jubilados, un aumento que haga sentir en lo concreto la valoración y estima que el humanismo revolucionario tiene hacia todas las casas de estudio. Estos sueldos, de tan bajos nadie los aguanta… Yo creo que ni en los nuevos dispositivos universitarios de la Misión Sucre, la Misión Alma Mater o las universidades politécnicas se consideran bien remunerados y con la seguridad social necesaria, no obstante que se sea personal académico ordinario; no se diga ya los colegas contratados o los profesores-colaboradores de Misión Sucre, donde uno puede colaborar muy entusiastamente por años y luego un buen día botan a uno como un bolsa sin ni siquiera agradecerle por los servicios prestados, como me pasó a mí en la Aldea Universitaria del Municipio Urdaneta del estado Lara, donde colaboraba desde 2003-04. ¿Cuándo harán el anuncio de aumento del sueldo de los universitarios? Porque deben hacerlo y si es antes del 7 de octubre, mejor…
Por cierto , al señalar estos aspectos críticos no es que uno reniega de la revolución bolivariana y se va a plegar de manera irrestricta a los lineamiento de la FAPUV, que es una burda extensión de la MUD y anuncian que para el día 2 de octubre la realización de un tal Referendum Consultivo para pulsar la opinión de sus afiliados sobre dos o tres temas agudos e importantes, tanto que con ello se juegan la vida o, en todo caso, el trabajito ese mal pagado y todo que se tiene en la universidad y que es, bien o mal, el único medio de subsistencia y por eso no se puede jugar con eso así a las cartas de póquer o truco: “Tanto los profesores activos como jubilados tendrán la oportunidad de participar en el referendo que incluirá tres preguntas, las cuales fueron redactadas con el propósito de conocer la percepción que tiene el docente sobre la política con el cual se están manejando las instituciones universitarias públicas”.
“También se pretende conocer si el docente está de acuerdo con el salario devengado por el trabajo que realiza a diario y, por último punto, se quiere saber si es conveniente que FAPUV convoque a un paro de actividades”, (El Informador, Barquisimeto, 18 de sept., 2012, P. 3 A ).
Finalmente, hay que decir que ese “Paro” que quiere realizar la FAPUV no es uno cualquiera como los escalonados que hicieran meses atrás sino un paro indefinido de actividades académicas y administrativas y que ha venido manejando según le convenga o no a la campaña del majunche jalabola, pero no sé… parece que les ha faltado casualmente las bolas (de cristal, será) para realizarlo ya o saber si les conviene o no. Será que están esperando que lo dirijan Carlos Ortega, Calos “de qué” Fernandez como en 2001-2002 y le pongan en bandeja de plata al gobierno que como en PDVSA haga caída y mesa limpia en las universidades. Pero para eso el comandante Chávez tendría que llamar de Cuba nuevamente a Edgardo Ramirez o de Inglaterra a Samuel Moncada, digo no sé…
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