No es una universidad más, ni es una universidad de las que tradicionalmente conocemos. Es la universidad para quienes se les ha negado históricamente los derechos de igualdad.
Esta iniciativa de gestión popular apunta hacia el objetivo estratégico de lograr la seguridad y soberanía agroalimentaria del país en tanto que la población campesina esté formada para asumir los desafíos de satisfacer la necesidad de organización para derrumbar el modelo productivo capitalista y edificar el modelo productivo socialista. Para ello es fundamental lograr la integración del campesino a procesos educativos caracterizados por la construcción y socialización del conocimiento y los saberes, que junto a la ciencia y la tecnología, potencien la producción de alimentos en el marco de los planes territoriales locales, regionales y nacionales. Este proyecto rompe los esquemas academicistas y nace del seno del mismo pueblo, que está decidido a participar y protagonizar la lucha por construir el socialismo bolivariano y para ello coloca a disposición de este proceso todo el acervo cultural representado en los saberes campesinos que han estado sometidos e invisibilizados por el capitalismo.
Los campesinos constituyen una clase social en resistencia y siempre en lucha por la justicia social. Antes esclavos, se alzaron contra la opresión colonial en defensa de su propia sobrevivencia y encontraron en la naturaleza su refugio, ahora en el camino de la emancipación la naturaleza significa su liberación y la de todos los venezolanos. En ese sentido, el uso de la tierra con fines agrícolas, el procesamiento agroindustrial, el sistema de comercio justo para garantizar el acceso a los alimentos de toda la población y demás procesos inherentes a la vida y la cultura campesina representan los motivos esenciales para sistematizar la formación integral de los hombres, mujeres y niños que han de ser los protagonistas de la revolución agraria venezolana.
En esa dirección, desde las comunidades campesinas y comunas del Municipio Morán del Estado Lara se dirige todo el esfuerzo de promoción, organización e implementación del Proyecto de Universidad Campesina “Argimiro Gabaldón” donde “el trabajo socialmente útil sea centro de todo el quehacer educativo” haciendo del campo una comunidad de vida. Nos motiva la lucha histórica de los campesinos por su emancipación, la educación liberadora, la construcción del socialismo bolivariano y la independencia económica del país.
¿Por qué y para qué una universidad para los campesinos venezolanos?
Estamos en otro momento histórico pertinente para impulsar de manera victoriosa la lucha de los campesinos por la justicia social para lo cual es fundamental su organización y formación en su propio contexto.
Rompe la lógica del modelo educativo capitalista, completamente descontextualizado y generador de la desculturización del campesino, debilitando fuertemente su identidad de clase.
Contribuye a fortalecer la cultura y el arraigo de la familia campesina en el contexto rural, evitando la migración hacia las ciudades.
Promueve la formación integral del campesino contribuyendo en la lucha por la seguridad y soberanía agroalimentaria, mediante el desarrollo de proyectos productivos como el principal insumo de generación de conocimientos, que junto a los saberes campesinos potenciarán su participación en el desarrollo comunal.
5. Es fundamental la formación del campesino en la construcción del socialismo.El desarrollo de las fuerzas productivas en el campo debe tener vinculación con el resto de la estructura social y económica; de ahí que el desarrollo agrícola no se explica aislado del conjunto de la sociedad. Una de las estrategias para promover una práctica educativa transformadora y orientada hacia la emancipación del campesino y el socialismo agrario es el estudio de los problemas locales de la producción, la agroindustria, el comercio justo, la salud agrícola, la organización social y demás temas problemas que hagan de los espacios territoriales zonas en pleno proceso de liberación del modelo capitalista.
6. Consideramos que existe una educación urbana que se desarrolla en el campo y no una educación campesina contextualizada. El proceso educativo es el instrumento ideal para fortalecer la cultura y el arraigo del campesino, evitando su migración. El aula de clase debe ser su propia parcela o los ámbitos colectivos de producción y su esfuerzo compartido entre otros campesinos en días de campo, y análisis en conjunto de temas problemas. Es fundamental en esta dinámica formativa privilegiar el diálogo de saberes y la integración de los docentes emancipadores a la cotidianidad productiva del campesino mediante los proyectos de trabajo acordados.
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