Hace poco vi en VTV a Manuel Mariñas, Jaime Carrillo y Roraima Quiñones, todos hablando con esa fraseología pseudorrevolucionaria que deslumbra a jóvenes y soñadores, que aún se dejan llevar sólo por sus sentimientos y que no saben que lo que define a los hombres es el producto de sus acciones y no sus discursos.
Mariñas fue vicerrector administrativo de la UCV, electo en la plancha de Giannetto, que representó a la oposición política al Gobierno de Chávez, en las elecciones de autoridades ucevistas de 2000. Al lado de la oposición, enfrentó a los candidatos que apoyaban al presidente Chávez. Trabajó con el sector opositor a Chávez del MAS, hasta que decidió ser rector mediante un golpe de Estado. ¿Cómo es que Mariñas es ahora un chavecista furibundo, que dicta cátedra sobre la revolución? En 2004, quiso imponer su candidatura a Rector de la UCV y fue rechazado totalmente por los bolivarianos ucevistas. ¿Es este sujeto un ejemplo de revolucionario?
Carrillo, por su parte, militó en la ultraizquierda de la Universidad de Carabobo, que nunca pudo ganar el rectorado, pese a sus muchos intentos y aberrantes alianzas. Fue Director General de la Alcaldía del Municipio Miranda de dicho estado, cuando era alcalde Fernando Jiménez de Proyecto Venezuela de Salas Römer. Típico de los trepadores: hoy en la izquierda radical, ayer en la ultraderecha. Carillo abrió carreras ilegales “tapa amarilla” en la Universidad Ezequiel Zamora, donde incorporó estudiantes excluidos como venezolanos de segunda; organizó bandas delictivas para agredir a sus opositores y robarse activos universitarios, que llegaron incluso al asesinato. ¿Es éste un revolucionario?
Quiñones es de la misma calaña de Carrillo y comparten ideología y praxis. Alguien sin obra académica que mostrar y que justifique el pago de un sueldo durante años. Me acusó de ser el responsable de que la universidad autónoma, donde el Gobierno está muy limitado en su acción correctiva, haya “retrocedido” en estos seis años de gobierno, por lo que parecería que la universidad experimental, donde se tiene más posibilidades de actuar, avanzó en este mismo período. Si es así, mi gestión al frente de la OPSU fue exitosa. Pero tengo suficientes logros para taparle la boca a esta calumniadora de oficio; próximamente los resumiré en este mismo diario.