Las analogías históricas entre el derrotado paro-sabotaje petrolero de 2002-2003 y, el actual paro indefinido convocado por la FAPUV, nos permiten apreciar las verdaderas intenciones políticas del mismo. Para que refresquemos nuestra memoria, recordemos que el 02 de diciembre de 2002, se presentaron ante las cámaras de las televisoras privadas, las mismas caras que asumieron la batuta del golpe de abril de 2002. Carlos Ortega, presidente de la extinta CTV y Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras dirigieron entonces las acciones. El autor intelectual de ese paro-sabotaje petrolero, fue el ex presidente de PDVSA, Luis Giusti; quien, en entrevista realizada por el diario El Universal del 24-11-2002, describía las acciones y sus previsibles resultados, ante la pregunta del periodista opositor: “En síntesis, en una semana el país colapsa”, el terrorista responde: “Sí. Habría una crisis profunda de escasez de combustibles y se comenzaría a declarar fuerza mayor en todos los contratos de suministros”. Preguntando el periodista opositor: “Qué pasaría si el presidente dice “no me voy”, a lo que responde el terrorista Giusti: “En ese caso la correlación de fuerzas en el país cambia y el Presidente no tendría el apoyo del cual goza hoy en día. El país no se aferraría a un gobierno en una situación tan grave como esa”. (El Universal, 24-11-2002). Así de sencilla, siempre ve la oposición apátrida, sus pretensiones de accesar al poder, nuevamente, por la vía violenta. Siempre se equivocan, menosprecian la conciencia de nuestro pueblo.
Ese paro-sabotaje petrolero arrojó al país y, por ende, a venezolanas y venezolanos, enormes pérdidas, además de la reducción casi a cero de la producción petrolera y daños causados a equipos y maquinarias, estimadas por el ministerio de finanzas, Pdvsa y el BCV, en 14.430 millones de dólares. Los efectos sobre nuestra economía fueron aún más devastadores, ya que el PIB se contrajo en una caída record del 15,8% durante el cuarto cuatrimestre de 2002 y del 29,4% durante el primer trimestre de 2003. Igualmente, se contrajeron nuestras Reservas Internacionales en Divisas, lo que obligó al Ejecutivo Nacional a decretar un Control Cambiario, para atenuar los efectos perversos del paro-sabotaje. El llamado “paro cívico nacional” que, en el fondo, buscaba el objetivo que no pudieron garantizarse después de ejecutado el golpe de Estado de Abril de 2002, derrocar al presidente Hugo Chávez Frías. Es por ello que, la Coordinadora Democrática, como se hacían llamar entonces los mismitos que están hoy en la MUD, justificaban su actuación con discursos grandilocuentes: “Este es un paro por el castro-comunismo que se quiere implementar en el país”, afirmó Carlos Fernández, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio (Fedecámaras), al momento de convocar al paro del 2 de diciembre, el cuarto, en menos de un año, fijado en conjunto con la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Para ese llamado a “paro” no se estableció ningún procedimiento de los que figuraban en la otrora Ley del Trabajo, en lo que se refiere a la activación de la huelga, puesto que no contemplaba reivindicaciones sociales, en consecuencia, fue un cierre patronal. El paro-sabotaje se fue debilitando en el corto plazo. En diciembre, mientras Carlos Ortega llamaba por los medios privados, comprometidos con esa nueva intentona golpista opositora, a suspender las navidades, a comerse las hallacas después de la caída del tirano, como llamaban a Chávez; todo el país, pudo enterarse que los principales líderes del paro-sabotaje, abandonaban el país vía aérea para pasar sus navidades en el norte, siendo sus destinos predilectos: Aruba y Miami.
El paro se fue diluyendo con el paso de los días, para ocultarlo necesitaban de un escándalo de marca mayor, que distrajera la atención de sus conmilitantes comprometidos en el paro-sabotaje. Es allí, cuando ocurre el atentado perpetrado por Joao De Gouveia, el 06 de diciembre en la Plaza Altamira, asesinando tres personas e hiriendo otras veinte, por disparos hechos por ese personaje traído desde el exterior, expresamente a cometer ese atentado. “Este hombre vino en avión de Portugal, donde había pasado quince días, llegó a Maiquetía a la 4:15 pm del día anterior, subió a Caracas en Taxi, se alojó en el pequeño hotel Tres Santos, en Quinta Crespo. A las 6:30 am del día siguiente, día en que efectuó la masacre, va al cerro el Ávila de Caracas, desentierra una pistola que tenía guardada en una bolsa de nylon. En la tarde va a una barbería, se tiñe el pelo y las cejas de rubio y se afeita los bigotes y la barba. Luego visita a dos centros comerciales para ir al cine, los encuentra cerrados y se va un centro comercial cerca de Altamira, entra a un bar, toma cervezas y aparentemente se droga. Después de salir del bar se coloca en un lugar cerca del hotel Four Season. Estando allí, como a las 7:15 pm., sufre alucinaciones, se tira al piso saca su arma y dispara sin blanco fijo matando a 3 personas e hiriendo a más de 20. Posteriormente, declaró a la policía que, “nadie lo obligó hacerlo” y ni recodó que lo había hecho”. (http://www.aporrea.org/
Como fieles partidarios de las enseñanzas de Joseph Goebbels, ministro de propaganda del III Reich, practican sus recetas: “si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. Así, la mediática burguesa fue teledirigiendo la mirada de la militancia opositora hacia la Plaza Altamira; mientras, el paro se iba extinguiendo, derrotado por las acciones enérgicas que el Comandante Infinito Hugo Chávez, iba tomando. Sus líderes, poco a poco, iban abandonando el país, dejando a su suerte a quienes les secundaban. Hacia febrero de 2003, el paro se había desvanecido y sus líderes poco aparecían por las pantallas de televisión en que, antes, se encadenaban diariamente a anunciar sus “victorias”: “buque pilín león encallado en el lago de Maracaibo, no lo muevan o explota y desaparece la ciudad”, “la producción petrolera es de cero barril de petróleo” y zuass, aplaudían a rabiar en las pantallas de los medios privados. Sus alegrías eran las contrariedades de nuestro pueblo para la obtención de alimentos, combustible para sus vehículos y demás penurias.
Hasta la fecha, esos líderes aguerridos que veíamos por la televisión no han dado la cara para llamar a sus seguidores a levantar el paro. Un nuevo escándalo en la Plaza Altamira, distraía la atención para no ocuparnos en el paro. El 16 y 17 de enero, ocurren nuevos hechos que distraen la atención de la teleaudiencia: “... El día sábado por la noche en las primeras horas nocturnas, en la Plaza Francia de Altamira, hubo una violenta discusión entre varios soldados y algunos representantes del fanático grupo de Bandera Roja. Este grupo Bandera Roja, quien es liderizado por Carlos Melo, se encontraba en la Pizzería Julios, negocio que se encuentra por cierto muy cerca de la mencionada plaza. Como resultado de esta violenta discusión entre los ya mencionados, se le requiere a los soldados Darwin Arguello, Ángel Salas y Félix Pinto que deben ir hasta la presencia del coronel Fernández, quien se encuentra en los estacionamientos (dormitorios) o bunker de la plaza Francia. ... Después de este requerimiento, el día martes, inexplicablemente, aparecen presuntamente asesinados los referidos soldados, de quienes se dice que eran sujetos incondicionales del coronel guardia nacional Félix Rodríguez (alias el Cuervo), militar por cierto que se caracteriza por ser de carácter muy violento e irascible. ¿Cuál fue el móvil que indujo la desaparición de estos soldados? ... Se presume que la desaparición de estos soldados, se debió a la sustracción de unos documentos que se encontraban en el bunker bajo el cuidado o propiedad del señor Carlos Melo. Pero como hay que buscar un chivo expiatorio dentro de este nido de víboras, la cuerda tenía que reventar por lo más delgado, o sea, había que echarle las culpas de todas esas canalladas y de todos esos solapados enfrentamientos de poderes a las susodichas victimas. ... Hay una lucha a muerte entre todas las cabezas visibles que tienen poder de decisión en la Plaza Francia de Altamira, por ello se dice que el grupo económico de Luis Giusti está conformado por los generales Medina Gómez y Gonzáles Gonzáles y, por el coronel Felipe Rodríguez, además, por el señor Carlos Melo y su terrorista grupo de Bandera Roja. El otro grupo de poder en Plaza Altamira tiene como cabeza o líder político a Enrique Mendoza, con sus seguidores conformado por el General Alfonso Martínez y el Coronel Guardia Nacional Hernández; por cierto, actualmente detenido”. (http://www.aporrea.org/
Escribiendo estas líneas, en la UCV se ejecutaban acciones de violencia contra sus instalaciones: “El secretario de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Amalio Belmonte, confirmó que dos encapuchados dispararon dentro de la ciudad universitaria a bordo de las motos y posteriormente incendiaron un autobús en la plaza cubierta de la UCV. "Irrumpieron disparando y luego quemaron un autobús aquí, donde se reúne el Consejo Universitario todos los miércoles", afirmó. Belmonte solicitó al gobierno nacional su apoyo para investigar y frenar los hechos de violencia que registraron en la casa de estudios. "Llamamos al gobierno nacional para que nos ayude a investigar estos hechos, la universidad no tiene los recursos para enfrentar este tipo de violencia", afirmó y anunció que el edificio de Rectorado fue desalojado. El profesor Belmonte lamentó los "daños que se hacen a la universidad, al patrimonio de la humanidad" pero aseguró que la comunidad universitaria no se dejará amedrentar. "Vamos a seguir trabajando, vamos a seguir actuando en base a lo que Constitución establece. No vamos a responder violencia con violencia en la academia", explicó”. (Globovisión, 19-06-2013). El sólo análisis semántico de la declaración de esa autoridad ucevista, es un desmentido a la existencia de paro en esa universidad: “vamos a seguir trabajando”, “irrumpieron disparando (…) donde se reúne el Consejo Universitario”, hoy es miércoles: ¿estaban reunidos?, ¿sabían de los hechos con antelación? Las investigaciones nos dirán, aunque, ya sabemos por casos similares, que las mismas nunca conducen a nada.
La realidad es que, en pocas semanas vendrán vacaciones universitarias, se cancelarán los retroactivos del ajuste salarial acordado en las Mesas de Negociaciones del Contrato Colectivo Unificado, ya muchos profesores y profesoras, tienen sus reservaciones para vacacionar en el exterior, el norte que tanto les encanta. La discusión del Crédito Adicional, la noche de este martes, la postura de las y los diputados opositores de apoyar su aprobación, “bajo protesta”, pero aprobación al fin y al cabo, no es más que la ratificación de lo ajustado de la decisión asumida en las mesas de negociaciones. El discurso opositor en la Asamblea Nacional, está en perfecta sintonía con el que pronuncia la supuesta “academia” en los medios privados: “Es la peor forma de jugar” con las necesidades de trabajadoras y trabajadores el referido incremento, a juicio del legislador por el estado Miranda Ángel Medina, de AD. Acusó que el Gobierno Bolivariano quiere acabar “con la universalidad del pensamiento” y caracterizó como “unilateral” el acuerdo para el aumento. No se trata de una dádiva sino de las luchas del sector universitario, sentenció en evidente referencia al ala opositora”. (http://www.antv.gob.ve/m8/
Ahora es, que el Gobierno Revolucionario del Presidente Maduro no quiere discutir Normas de Homologación, satanizan la Contratación Colectiva Unificada, llegando al extremo, algunos dirigentes profesorales de oposición, de manifestar que, en la misma, está contenida la propuesta de reforma constitucional, negada en 2007. Habrase visto mayor locura!!!
La realidad es, que el paro se viene desvaneciendo y sus días están contados y, con ello, una nueva derrota para la FAPUV. Esa organización gremial de las y los profesores, tendrá que reorganizarse y reconvertirse en organización sindical o perecerá. Darle largas a esa realidad, al cambio organizacional, será seguir cavando su propia sepultura. De nuevo, a la oposición, en este caso, la “académica” le veremos decir como hace una década atrás, dijeron sus líderes políticos: “ese paro se nos escapó de las manos”. Solo que, en este caso, los grandes perdedores serán las y los estudiantes universitarios, afectados en sus aspiraciones de avanzar semestres e incluso graduarse en el semestre próximo. Y mientras, las y los estudiantes pierden; sus profesores y profesoras, que les convocaron a apoyarles mientras les observaban desde sus oficinas, el mes próximo verán crecer, y es de justicia, sus sueldos y salarios. Y desde el exterior, vacacionando con sus familias, verán desvanecerse este paquete chileno que, una vez más, le encaquetaron al movimiento estudiantil universitario de derecha…