Que el reciente aumento de sueldos y salarios concedido por el Gobierno bolivariano a los trabajadores universitarios, gracias a la combinación de su buena voluntad y la presión efectuada por los gremios, federaciones y estudiantes; realizadas de diversas maneras e intensidad. Y que apenas fue por el orden del 75% y cuyo porcentaje mayor (50%) ya fue cancelado en dos partes; pero en lo que va de estos últimos días y meses tal aumento ya se lo tragó la inflación, sobre lo cual muy pocos tendrán dudas. Galopante inflación que a todos nos agobia. Y casi nadie sabe explicar con suficiente claridad, tanto del bloque revolucionario como de esa oposición obtusa que despliega su accionar en Venezuela al modo de una franquicia; aunque Ramírez, el de Pdvsa, dijo en José Vicente Hoy (Televen, domingo, 27-10- 13) que en parte obedece al carácter rentístico de nuestra economía, lo cual hace que haya mucho circulante, al hecho de que el empresariado nacional no invierte lo suficiente ni produce, además de la especulación y guerra económica.
Pero en lo que nos interesa, hay que decir sin ánimo de ofender , que nuestra aguerrida Federación de Profesores Universitarios de Venezuela, FAPUV, mezcla las auténticas reivindicaciones salariales y de seguridad social de todos nosotros como personal docente y de investigación, con el activismo político electoral de la llamada Mesa de la Unidad Democrática, MUD, y que el querido Comandante Chávez bautizara también con el cognomento de Mesa de los Yunai Estey (¿?), financiada en dólares. Muy a propósito de las elecciones municipales del próximo 8 de diciembre de 2013, ya se ha activado y sobre eso creo que tampoco haya lugar a dudas.
Dado que la mayoría de las asociaciones y colegas afiliados a la Fapuv son opositores, no duermen ni descansan. Si no que recordando la Biblia en su Carta a los Romanos, andan como León rugiente, día y noche, buscando a quien devorar, cuyo “beta” no es otro que el presidente Nicolás Maduro Moros. O agitar las aguas desde el entorno universitario, buscando así crear las condiciones para que surjan eventos de anomia social, inobservancia de la ley, alteración del orden público y capitalizar electoralmente esos descontentos sociales con sus diversos candidatos a las alcaldías y concejalías en todo el ámbito de la república. Ergo, Fapuv es un organismo político, un instrumento de la Mud, nada más hace falta acercarse a algunas de las asambleas de cualquiera asociación afiliada para patentizar lo anteriormente dicho: aquello da es grima, como dicen, pura cabilla opositora es lo que sale por las bocas de los presidentes, secretarios y demás directivos del gremio, aunque verdad también es hay algunas excepciones muy puntuales.
Ahora, ¿cuál es la estrategia del Gobierno bolivariano al respecto? ¿Cómo habrá de desactivar semejantes dispositivos de organismos político-gremiales que utilizan necesidades muy sentidas y concretas con fines político-electorales y que contribuyan a deslegitimar la gestión de Maduro y el MPPEU? Inicialmente la estrategia es la del reconocimiento de las demandas de los trabajadores universitarios en general, docentes, obreros y empleados; en cuanto a seguridad social, sistema de salud, vivienda y recreación, entre otros. Con un proyecto global que viabilizaría, si no entiendo mal o soy muy ingenuo, los acuerdos alcanzados a través de las mesas de diálogos y acuerdos, 12 en total.
Fapuv que dentro de todo también hay que reconocerle su larga experiencia en las actividades reivindicativas del gremio universitario y cuyo elogio más grande viene a ser que se parece a cierta hojilla de afeitar que cuando se le pasa a una la otra lo repasa: lo que se le pasó a la Primera Convención Única de los Trabajadores Universitarios, lo advirtió de inmediato Fapuv y vino a agregarle otra vez eso de las inefables Normas de Homologación (que muy pocas veces en los gobiernos de la Cuarta República le dieron cumplimiento) y que es necesario rehacer las tablas de sueldos y salarios, incluir a los profesores jubilados, jubilosos. Y definir con mayor precisión lo atinente a la seguridad social, por señalar algunos aspectos; de donde se tiene que es una situación compleja.
En lo que no estoy seguro es si con un nuevo llamado al cese de actividades académicas y administrativas, se pueda imprimir mayor aceleración al proceso de hacer cumplir esas cláusulas que son parte del salario social (aunque la arrogancia de los directivos de la Fapuv los ha llevado a no reconocer la I Convención de Trabajadores Universitarios de Venezuela 2013-2014, hasta donde he oído); que, por demás, son cláusulas de tanta importancia para el trabajador y sus familiares. Pero que requieren una fuerte inversión monetaria y otros recursos, lo que supone que deben cumplirse en un plazo razonable de mediana duración. Hasta ahora no he vuelto a leer u oído nada más acerca de los acuerdos que van arribando las ya famosas mesas, (12 en total), lo que me parece peligroso. Pues el Comandante Hugo Chávez solía decir, citando al presidente Rafael Correa que, en el retraso y falta de respuesta oportuna y eficaz, se le iba la vida a la revolución ciudadana y bolivariana.
En otras palabras, la nueva paralización de las actividades universitarias eventualmente en Venezuela es un evento que se activa (o desactiva) dependiendo de cómo el Gobierno bolivariano, Fapuv y otros gremios (o sindicatos del ramo) vayan acordando aspectos relativos a la seguridad social. Ello como parte del modelo que se desarrolla en el plano económico y político del país, cuyo centro es la persona humana, donde la universidad y los universitarios tienen un papel importante en el campo técnico-humanístico. Pero se ha de crear un clima organizacional que permita la creatividad, la investigación y la docencia. Allí la calidad de vida del trabajador universitario, con una vivienda digna, recreación y sistema de salud son una situación importante.
Al respecto en una vieja revista del tiempo de la agitada década de los sesenta, (Tauro 13, Año 2, Números 2 y 3, noviembre-diciembre, enero-febrero de 1965), Rafael Iribarren se puede leer lo siguiente:
“En general, diremos que la base ideológica de una sociedad es elaborada por políticos, intelectuales y profesionales y en general por todos aquellos a quienes de una u otra forma no se logra con el mero repetir de movimientos y el uso de determinados esquemas de aplicación de principios básicos. Nuestra Latinoamérica necesita de hombres y mujeres de un alto poder creador, porque es a nuestra propia Latinoamérica que precisamos crear, darle faz, faz que hoy está reducida a ser mercado y fuente de materias primas, y ésta, entendemos, es la gran misión de nuestra Universidad, el desarrollar la capacidad creadora de quienes de una u otra forma han arribado a sus claustros, desarrollarlos, excitar toda la iniciativa, de forma de integrarlos a la sociedad como reales impulsores de movimientos para su transformación, y no como meros explotadores de sus contradicciones”, (Iribarren, R. “Universidad y Formación”, en obra citada, pág. 29 y 30).
Interesantes palabras, y parecen muy actuales, a pesar de las aguas que han corrido bajo los puentes, y sobre todo esto: de si nosotros que, hemos accedido a los claustros universitarios o los que tienen ahora puestos de poder político en los órganos del Estado-Nación, impulsamos la mejor transformación universitaria o somos meros explotadores de las contradicciones que se dan en el campus y entre sus trabajadores académicos, administrativos u obreros, o de éstos con el gobierno por interés político-electoral; como hace la nunca bien ponderada Fapuv o los gobiernos que prometen y no cumplen. O lo hacen a medias.
El ministro Pedro Calzadilla ha dicho que “…están haciendo los cálculos para contar con los recursos del próximo aumento salarial de 25% previsto para enero de2014”, (El Mundo Economía y Negocios, (29 de octubre de 2013. P. 7). Señalando, además que “…su despacho tendrá reuniones con los jefes de los departamentos de investigación de las universidades para trabajar juntos con los despachos encargados de las cinco áreas estratégicas de desarrollo: energía eléctrica, seguridad, agroalimentación y salud”, (ídem). E igualmente, comentó que impulsará la realización de elecciones de las autoridades en la universidades autónomas y experimentales que tienen ya sus períodos vencidos: “…las elecciones pueden realizarse en los próximos meses, propiciaremos un acuerdo consensuado que respete la autonomía”, según reporte de Gabriela Rojas, (en ob cit). Por otra parte, en entrevista concedida a Vanessa Davies (Correo del Orinoco, domingo 28 de octubre de 2013, Pp. 12 y 13) Calzadilla habla de la apertura y el diálogo que lleva su despacho con todas las universidades tradicionales en un marco de respeto a la pluralidad.
Pero en ninguna de esas locuciones aludió a los aspectos de seguridad social o al salario social que se ha derivado del I Convención de Trabajadores universitarios…, en particular lo relativo a la salud, recreación y vivienda, ¿estará esperando los acuerdos a que arriben las susodichas mesas o que Fapuv active nuevamente el paro o cese de actividades académicas y administrativas? Con perdón, que uno no está para ser grosero con nadie.
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