No se está muy pendiente que se diga de la doxa periodística y demás voceros de la Real Politick que dieron en llamar “Sacudón” el nuevo diseño de transformación del Estado burocrático burgués pero los mass media luego destacan solo la anécdota intrascendente y evanescente de los cambios ministeriales, también denominados por esa doxa logoi enroques.
Tales cambios en el marco de una burocracia aberrante que poco sabe de los aspectos fundamentales de la Gerencia Emergente, por decir algo sobre las prácticas novedosas de la revolución bolivariana ( con sus estructuras achatadas que posibiliten la participación efectiva del poder constituyente y originario, eso que se rotula como Poder Popular y que hasta ahora ha sido a penas nominal)
Aunque verdad también es que en ello se está dando apenas los primeros pinitos, muy a pesar de que la Revolución Bolivariana tiene ya, formalmente quince años, pero las fuerzas reaccionarias no la han dejado avanzar; como tampoco sus cuadros burocráticos y su dirigencia misma también ha venido dando tumbos. Eso que algunos señalan como su pasito tum, tum: uno hacia adelante y dos hacia atrás o a los lados… Para citar con esto de memoria a Nicmer Evanz y sus críticas mordaces acerca del más reciente “Sacudón”…
Dado que tampoco se está muy al tanto de los intríngulis del poder, grupos en pugna y demás intrigas palaciegas en las que, por demás, se solazan ciertos semanarios en Venezuela con titulares escandalosos, ya que al parecer creen que “Amarillo es lo que luce”…
Aunque bueno también sería decir que ese análisis lo sabe hacer muy bien el politólogo Heibert Barreto, según pudimos oír ahora en la mañana por Unión Radio en el programa “Periplo”, de Radio Lara 870 AM, aquí en Barquisimeto, estado Lara, donde no abundan mucho los analistas sino los propagandistas.
Como estamos lejos de los centros poder constituido o la institucionalidad del Estado, sita en Caracas, que sigue muy orondo como parte del Estado liberal burgués que padecemos, y apenas tenemos esta ventana de aporrea, al modo de una extensión de los sentidos ( Marshall Mcluhan, dixit), como las reflexiones propias de un salón de clases o la conversa de una tertulia sobre temas intempestivos; al respecto queremos ofrecer una impresión desde la perspectiva introspectiva-vivencial de lo que hemos llamado el ¿Sacudón Universitario o que cumplan sus funciones clásicas?
La anterior consideración viene a cuento dado que, (con perdón de la anécdota que a pocos interesaría), cuando hablara el compañero presidente Nicolás Maduro anoche dos de septiembre, se comunicaron conmigo dos jóvenes profesores universitarios. Distinguidos colegas, ella y él, particularmente críticos, quienes inquirían acerca de la importancia de la fusión de los ministerios de la educación universitaria y el de ciencia y tecnología; dado que, según sus palabras llenas de jocosidad e ironía, quien esto escribe dizque sería un “Conspicuo chavista”…
Hemos sido chavistas, y seguiré siendo simpatizante de la Revolución Bolivariana…a pesar de que tengo que calarme las colas de MERCAL o PDVAL y hemos padecido la escasez y sobre todo peores ironías como esa de que uno cuando menos lo espera en las colas esas no falta un gracioso que nos diga: “…Pero tenemos Patria”; burlándose del Comandante Chávez y entonces uno masculle la rabia, se refrena para no responder con algún argumento ad homine diciéndoles que se vayan a Miami o a Puerto Rico con su Estado Libre y Asociado.
En fin, como lo hemos sido toda la vida simpatizantes y activistas de los movimientos sociales emancipadores, promovidos por grandes reformadores sociales, incluyendo a los macheteros autonomistas de La Isla del Encanto y no tanto de Los Marling de Miami, (para decirlo manzamente con las palabras del recordado y querido libro de Formación Moral y Cívica del Prof. Pololo Arraiz Rodríguez, de tan grata memoria en Barquisimeto y sus alrededores.
Así parece que se nos ha desarrollado una cierta sensibilidad por “la cuestión social”, al menos desde las primeras lecturas de la Biblia Latinoamericana y la Teología de la Liberación, en la década de 1980; que se amplió con ciertos textos cortos de Constantino Maradei, Ovidio Pérez Morales, Pedro Trigo y Luís Ugalde. Intelectuales cristianos que, cada cual a su modo, han glosado la Doctrina Social de la Iglesia, de la que también nos parece se nutriera el Comandante Hugo Chávez, muy a su mandar, con su real saber y entender, que no era poco sino una mente brillante.
Cuestión ésta que en no pocas ocasiones le llevara a granjearse la animadversión de los jerarcas eclesiásticos antes nombrados o de otros actuales como el Cardenal Jorge Urosa Sabino y tal vez por esa vueltas que la vida depara a los individuos en las diversas contingencias del tiempo y la dinámica histórica-concreta, forman parte de quienes después de sostener unas tesis al modo del cristianismo originario, “comunitarista” o “socialista”, donde proponían una sociedad donde hubiera justicia en el marco de la “Civilización del amor” (que llamara Juan Pablo II en alguna encíclica de particular lucidez); luego, andando el tiempo, en sus ya provectas existencias. Siendo venerables ancianos, se desdicen: y andan ahora, por así decir, en la acera de enfrente, “caminando” junto a quienes antes decían combatir (menos el padre Constantino Maradei, ya fallecido y debemos respetar su memoria); y eran considerados sus actuales socios sostenedores de un orden social injusto y expresión del pecado institucionalizado, que decían los documentos de Medellín (1968) y Puebla (1979).
Al respecto un libro de Introducción al Derecho del padre Luís María Olaso es muy esclarecedor, (Publicaciones UCAB. Manuales de Derecho, 1996. Caracas), según una rápida hojeada que le diéramos al primer tomo y que discurre admirablemente sobre Historia, Filosofía del Derecho, su teleología y dimensiones axiológicas. Admirable disertación que sería útil lectura para el nuevo sistema de formación en el PSUV, ya que es pura antropología filosófica cristiana.
Pero, en fin, para algunos que se comunican con nosotros burla burlando, queremos decirles que no somos chavistas conspicuos ni nada que se parezca. En realidad apenas unos más de los que participa de la revolución por razones más bien sentimentales, pues admiramos a Chávez de forma cuasi religiosa; cosa que molesta sobremanera a algunos que parecen creer que para ser revolucionarios hay que vivir en un lecho de rosas; o gordos y vacuos como el rico Epulón, que se lee en la Biblia cuando habla de Lázaro, creo…
Somos chavistas. Aunque padezcamos los malos servicios y la ineficiencia de la burocracia obstinada que no ha podido superar la Revolución Bolivariana y es por eso que necesita un nuevo impulso y que, la verdad sea dicha, no cree en este proceso; y que sabotea al presidente Maduro, eso lo intuimos y también leímos algo al respecto en cierto semanario amarillista, llamado Los Embustes…
Dicho lo anterior, diremos dos palabras sobre la susodicha pregunta a cerca del ¿Sacudón Universitario que cumpla sus funciones clásicas?
Ese “Sacudón” lo consideramos necesario en el campus o ámbito universitario, ya que:
en tanto que simple docente de a pié, también padecemos las incoherencias en la gestión de ese ministerio dirigido, en general y dicho de manera cruda y sin ofender, por conspicuos desconocedores del entorno académico universitario; y que para más INRI el MPPEU pareció estar dominado por el pensamiento fragmentario, de origen fordista y tayloriano: contralor-represor y con divisiones forzadas del trabajo rutinario y agotador, que forma la mano de obra a la industria tradicional y si trasnacional, pues, mejor;
sin una ley actualizada y medianamente sensata; sin un plan de acción coherente, donde el estudiantado, que es la base fundamental de ese proceso de enseñanza-aprendizaje, carece de organizaciones de liderazgo reconocido; y de allí que:
nos parece excelente que se haya fusionado el Ministerio de Ciencia y Tecnología con el de Educación Universitaria, porque ¿dónde sino es en las universidades donde se realizan los mayores aportes en esas áreas de conocimiento? Ello a pesar de que las casas de estudios venezolana no aparezcan en puestos muy relevantes en el ranking internacional tradicional sino una que otra de las autónomas y la UCAB por las privadas de mayor dinamismo
¿Pero no es en el ámbito universitario también donde se observan las mayores incoherencias en lo atiente a las políticas públicas en educación, humanidades, ciencia y tecnología en Venezuela?
Lo que el compañero presidente Nicolás Maduro denomina los equipos de gobierno, que es una expresión de los principios de la gerencia emergente, (entendemos libremente) pues incluye consejos de gobierno populares, por eso conviene preguntar: ¿ se va a constituir también esa figura para el campo de las universidades?
Esto es, ¿el sector universitario tendrá representantes en esas instancias de gobierno popular? Y, finalmente, una pregunta nada retórica sino pragmática, (mucho en la gerencia es pragmático), pero que indica una inquietud del siguiente tenor:
¿Cómo se integrarán las políticas del antiguo ministerio de ciencia y tecnología con las del ministerio de la educación universitario? ¿Cuál es la sinergia? ¿Cómo alinear todo el talento humano y su capital intelectual hacia un mismo objetivo estratégico formulado en el Plan de la Patria, se supone?
Así que, a los dos amigos que se comunicaron amablemente con nosotros preguntado sobre este tema, buscándonos la lengua, (¡malos que son, yo los conozco!, como dice Claudio Nazoa), no tenemos ninguna respuesta sino preguntas…
Porque, además, como no somos chavistas conspicuos ni queremos serlo tampoco; y aunque los ministros ni Maduro lean aporrea, según nos enteramos por otro aporreador vecino, un tal Bracho, creo, lanzamos nuestras ideas al viento, aunque pueden no gustar; siguiendo al maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa (audiovisual en línea: Hombre de la Isla de azul y viento, disponible en You Tube).
Y que continúe la discusión con miradas múltiples para el diálogo, (Cfr. Jonatan Alzuru Aponte y Oscart Pérez, Compiladores, 2014. Miradas múltiples. Homenaje a Rigoberto Lanz. Big and Co. Editor. Caracas).
A, perdón, lo olvidaba: un sacudón en el ámbito universitario vendría a ser que un docente universitario tuviera un sueldo como el de los rectores electorales o los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, ¿qué tal? ¿A que es descabellada esta idea?
Bueno, al menos que Maduro conceda un aumento del 150 o de 200 por ciento, tal como pide FAPUV, ya que estamos claros que no siempre este gremio universitario tiene siempre la razón. pero según quedó palmariamente demostrado con el Primer Contrato Único de los Trabajadores Universitarios, el Gobierno Bolivariano tampoco tiene toda la razón: tuvo reunirse con miembros de ese gremio ultra opositor y reconocer que hubo algunos errores, particularmente con lo atinente a los jubilados y pensionados…
Además, “estamos” (están los del poder constituido en Miraflores y demás, digo para no ser parejero) haciendo importantes concesiones al sector productivo, como en el caso del aumento del jabón, pañales y el champoo u otros bienes de la cesta básica.
Además, el Sacudón debe procurar que haya suficiente disponibilidad presupuestaria para las investigaciones, dotaciones de laboratorios y bibliotecas, reparación de la infraestructura universitaria ya tan deteriorada, sobre todo en aquellos edificios como0 el del Instituto Pdegógico de Barquisimeto, que es de los años de 1960; ampliación de la flota de transporte de la comunidad estudiantil y del comedor.
Sacudón también esque los ciudadanos rectores, decanos y demás de otras altas autoridades universitarias rindan cuentas o que haya elecciones razonablemente participativas del claustro, paritarias o proporcionales ya que hace tiempo que ha estado revoloteando otra pregunta muy difícil, a saber: ¿cómo hacer con esa demagogia, según un amigo y contertulio, de pretender poner votar en las elecciones universitarias a los docentes, obreros, estudiantes y administrativos?... hasta los perros y gatos que pululan en el campus universitario tienen derecho al voto, como en la sociedad democrática, ironiza.
Eso no se ha visto en ninguna parte, ni en Cuba o Corea del Norte, empezando por las que controla formalmente el propio ministerio del ramo, lo cual no es tan cierto porque la pluralidad de voces y sensibilidades sigue siendo muy amplia aún allí, ¿por qué no prueban con ese método de elecciones universales, directas y secretas? Se pregunta y me mira a mí para ver qué voy a responder como chavista conspicuo que soy supuestamente…
Se responde a sí mismo mismo y dice que eso lo que demuestra es que esa modalidad de elección es inviable, inclusive el mimo comandante Chávez intuyó que aquella famosa Ley de Universidades de 2010 sería inaplicable y por eso no le puso el ejecútese sino que la vetó. No le puso su famosa Rabo e cochino, pues… Se asesoró con quienes más saben sobre el tema universitario en Venezuela, viejos maestros de las universidades tradicionales, inclusive de la UCV y la UCAB. Hay testimonios al respecto…
El nuevo ministerio de universidades que dirigirá un ex alumno del Instituto Politécnico de Barquisimeto, el Ing. Manuel Fernández, quien seguramente no se recordará de uno, ya que nosotros no éramos ningunos líderes estudiantiles, sino uno más de la masa contestaría de esa década dura de 1990; pero asistimos a muchas marchas en grupo por el medio pasaje estudiantil, por ejemplo, donde mataron por cierto al compañero Héctor Guzmán (¡Honor y gloria a su memoria inmarcesible de luchador, carajo…¡); aparte de manifestar por esa calles exigiendo que CAP abandonara Miraflores y hubiera justicia.
Le toca, pues, al Ing. Manuel Fernández sencillamente permitir que las universidades cumplan con sus clásicas funciones clásicas de docencia, investigación y extensión; ya eso es bastante… además de aumentar los sueltos, que no está demás recordárselo, sino como los de un magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, sí de manera razonable, dado que esta inflación no la aguanta nadie, compañero…
Eso de aumentar sueldos según los niveles de inflación (¿u homologación es que se llama, según FAPUV, no?) y adecuar el presupuesto universitario, sí sería un verdadero “Sacudón” de padre y señor mío; un paso que ningún ministro ha querido dar, pero sería cuestión de animarlo, ¿verdad? Y desde aquí, como canta un tal Daddy Yankee, se podría repetir, solo por juerga: “Manuel o Maduro, tírate un paso…”, salgan al ruedo y permitan que las universidades cumplan sus funciones clásicas, y quien quita, que introduzcan algunas innovaciones…
¿Será muy ofensivo pedir eso o estaremos brincando la talanquera al sugerir que den ese paso tan altas autoridades de la República citando un regetón ?