Este 15 de septiembre, según el joven y eficiente Ministro de Educación lo manifestó por todos los medios, se iniciarían las clases, al menos a nivel de la educación pública; una de las tantas organizaciones sindicales que agrupa a un sector de los docentes, declaró lo contrario por los medios, diciendo que no era el 15 sino el 16; de los planteles, algunos directivos enviaron mensajes a maestras y maestros diciendo que el 15 deberían estar presentes todos, y que el 16 martes deberían asistir los estudiantes, o sea un despelote que indica que hay todavía mucho qué hacer para poner orden y disciplinar a quienes tienen la enorme responsabilidad de formar a los venezolanos del futuro.

Soy representante de una pequeña niña de apenas seis (06) años y como tal me preocupo para que su estadía en el plantel donde va a cursar el primer grado, sea los menos traumática, una de las cosas por la que me preocupé fue por revisar el servicio de sanitarios de las hembras, y mi sorpresa fue que todos estaban en un estado de deplorable abandono y deterioro y para nada pueden cumplir con el fin para el cual han sido construidos, el piso lleno de agua, las tapas de las pocetas inexistentes, las palancas para bajar el agua sustituidas por una cuerda o un alambre, y un olor nauseabundo que no tiene nada que envidiarle a un baño de carretera, es decir ese solo elemento, demuestra la falta de gerencia y una profunda incapacidad e ineficiencia para resolver un problema que es básico en cualquier ámbito donde concurran personas y más niñas y niñas de corta edad.-

Dos meses fueron más que suficientes para resolver, no sólo esta anomalía en este plantel que no debe ser el único en donde se presentan situaciones similares.

Hace unos quince días, en conocimiento de que aun no se había resuelto el problema, logré conseguir el número del celular de la Jefe de Zona y la llamé para informarle y la respuesta fue que los representantes hiciéramos verbenas o una baca para resolver, lo cual me pareció una desfachatez, porque se supone que quien representa la máxima autoridad de la educación sobre todo en un Estado, sui generis como el Táchira, en donde el sector opositor no desaprovecha ningún detalle para caerle a peñonazos mediáticos al gobierno, pero también para realizar acciones desestabilizadoras, no se puede dar papaya desde el sector oficial.

No es descabellado pensar que este no es el único caso en todo el país y que si ello se presenta, es simple y llanamente ineficiencia pura, falta de gerencia, porque a un o una jefe se zona, nada le costaba, solicitar al término del año escolar anterior, un informe pormenorizado del estado de los planteles y buscar resolverlos por todos los medios durante el período vacacional.

Un director o directora de un plantel que debe actuar como gerente no puede dejar pasar una irregularidad como la que aquí narro, pues el no hacerlo puede causar consecuencias graves en la salud de los estudiantes y más en la de las niñas que como bien sabemos por obligación tienen que hacer sus necesidades sentadas.

Estas cosas no se pueden callar, hay que criticarlas con el ánimo de que se subsanen, es un deber de quien en verdad ame esta revolución y desee que cada vez sea más perfectible, hasta en los pequeños detalles, que son precisamente los que tocan más de cerca a las personas y que por descuidos como éste, pueden convertirse, si no en enemigos del proceso, por lo menos en indiferentes, sobre todo el día de acudir a votar, pues pueden agruparse entre quienes prefieren quedarse en su casa y hacer peligrar la continuidad de la Revolución.-

Esto no lo va a leer el Ministro ni nadie se lo va a hacer saber, sin embargo no puedo callarme y lo digo al menos para hacer catarsis.