Descubro en un estante de la biblioteca de mi hermana Zenaida Navas (en el Caserío La Unión, Municipio Urdaneta, estado Lara), un librito que tenía olvidado: “Los Desafíos de la Educación en el Siglo XXI. Algunas reflexiones sobre los retos del futuro inmediato”. (Homo Sapiens Ediciones, Rosario-Santa Fe, Argentina. 2001); del reconocido investigador y promotor socio-cultural Ezequiel Ander-Egg, educador popular y teórico de la educación y la pedagogía; del que parafraseamos parcialmente el título y haremos luego algunas citas; autor del que, por demás, en algunas de sus conversatorios nos hemos nutrido intelectual y afectivamente, (sus intervenciones orales son particularmente motivadoras, con una increíble atmósfera emocional positiva); cuando ha actuado como invitado especial en eventos académicos, primero en la UPEL-IPB, en 2005 y después en la UPTAEB en 2010, creo. Cuando entramos a trancas y barrancas a la sala de conferencias Prof. Amado Durán y gracias al auxilio de la Lic. Herrera, a quien tanto tenemos que agradecer por ese gesto; ya que era una “conferencia privada” o algo así: sólo para quienes habían pagado previamente en el evento de investigación que se desarrollaba… Contradicciones de la burocracia universitaria en tiempos de la Revolución Bolivariana.
El librito en cuestión lo adquirimos en 2002 (plena crisis política por el golpe petrolero y demás), seguramente por nuestra preocupación por la formación académica y en el marco de la escolaridad de una Maestría en Educación Universitaria (UFT, 2002-2005).
Pero esto último como lo primero parecen anécdotas intrascendentes, como no sea que uno los pueda relacionar como una especie de prueba empírica de la impresión que en este tópico manifiesta el Prof. Orlando Herrera, (apreciado gremialista del magisterio larense, pero “odiado” por todos los gobiernos de la democracia representativa y lo que va del proceso bolivariano, porque unos y otros creen que es uno de sus principales enemigos políticos, cuando no hace sino es defender y exigir reivindicaciones por demás legítimas de todos los colegas, de tan miopes que son tales gobernantes en lo atiente a la importancia de la educación como proceso social con fines de propiciar calidad de vida, principalmente don Henri Falcón, que en esto se lleva todos los premios de la ignorancia y desprecio por la educación y la cultura escolar).
En efecto, el colega Orlando Herrera afirma que el docente de estas tierras manifiesta una alta preocupación por su formación continua y por ello hay indicadores de que un buen porcentaje es egresado formalmente de maestrías y doctorados. Pero ello, contradictoria y dolorosamente no ha garantizado que los sueldos del magisterio sea el más adecuado y se tenga reconocimiento y seguridad social; y menos en estos tiempos de la regencia de ese nuevo aliado circunstancial y acomodaticio del presidente Nicolás Maduro, (también contradictoria y dolorosamente), el don Henri Falcón, llamado por el Prof. Orlando Herrera “Indigente Intelectual”, (en: Diario de Lara, Barquisimeto, 21 de septiembre de 2014, pp. 2 y 3).
Descalificaciones o argumentos ad homine apartes, semejante cuadro absurdo sobre el ejercicio de la carrera docente en Venezuela y el estado Lara, que muestra escandalosamente en su población profesional una alta preparación académica formal y unos muy bajos sueldos y escasa seguridad social y reconocimiento, se puede extrapolar también a los docentes conocidos como “Nacionales”, adscritos al MPPEU, y aun a quienes hemos migrado de la Educación Primaria y Básica a la educación Universitaria, más por vocación que por la mejoría de los sueldos y medio ambiente de trabajo; representa uno de los primeros desafíos de la educación en Venezuela en este nuevo año lectivo 2014-2015.