En esta semana se celebró en La Habana, Cuba, el Congreso Internacional sobre Educación Superior, dedicado al tema de la universalización de la enseñanza universitaria.
Cuba y Venezuela han expuesto sus experiencias en este terreno y ambos países destacaron por ofrecer un modelo, producto de la colaboración solidaria, que está llamado a ser la solución a la actual exclusión que predomina en la educación superior en la mayoría de los países.
En esta ocasión deseo destacar las coincidencias que existen entre José Martí y Fidel Castro, a la hora de analizar el fenómeno de la enseñanza universitaria en Cuba y su proyección hacia el resto del mundo.
Hay en José Martí una visión profética de los acontecimientos incluso en el futuro remoto. Son muchas sus observaciones que encontraron su realización muchos años después de su muerte. Resulta extraordinaria, a la luz de la actualidad cubana, sus afirmaciones sobre Cuba como futura universidad americana. Estas ideas fueron expresadas en 1892, como sueño y vaticinio, y hoy en los inicios del siglo XXI son una realidad concreta en su patria.
"Ah, Cuba, futura universidad americana: la baña el mar de penetrante azul: la tierra oreada y calurosa cría la mente a la vez clara y activa: la hermosura de la naturaleza atrae y retiene al hombre enamorado: sus hijos, nutridos con la cultura universitaria y práctica del mundo, hablan con elegancia y piensan con majestad, en una tierra donde se enlazarán mañana las tres civilizaciones".
Existe en Fidel también un pensamiento visionario y un espíritu y voluntad de creación, realización y fundación que le permiten, a la vez que soñar, proyectarse en la práctica social y convertir, con un tesón a toda prueba, esos sueños en realidades concretas. Su visión del proceso de universalización de la enseñanza universitaria rompe todos los esquemas sociales anteriores, asentados durante siglos, sobre la concepción de la universidad y su papel en la sociedad. Sus últimas ideas no abarcan sólo la concepción de extender los estudios universitarios para lograr un mayor acceso de la población a los mismos, sino que su visión de llevar la universidad hasta los municipios y abrir vías variadas para los estudios de pregrado y postgrado, lleva explícita la idea de convertir a todo el país en una verdadera universidad y por lo tanto, concreción cabal de aquel pensamiento adelantado por José Martí hace más de un siglo. En el futuro inmediato Cuba será no sólo presente de un
país-universidad para la América Latina, sino que será, sin duda alguna,
un país-universidad para el mundo.
Al respecto ha señalado:
"Es un avance la enseñanza en todas las provincias y ahora nos vamos encaminando hacia la idea, de una forma u otra, de convertir todo el país en una gran universidad"
"Creo que podemos convertir la nación entera en una universidad. Teníamos una, después dos más, ahora decenas y ya están en todas partes, y simplemente, me parece ver la posibilidad de una nación convertida en una universidad. ¡Es un sueño!, y esa universidad estará regida y dirigida por los que tienen más experiencia, más conocimientos, los que dominan la ciencia de enseñar. No, no se va a perder nada de eso; los que dominan la ciencia de enseñar son los que deben regir, regular y establecer los requisitos y las formas que debe tener esa nación convertida en universidad. Es lo que estoy proponiendo.
Ahora, bueno, ya está andando, sencillamente y hay 732 sedes universitarias y la cosa marcha."
"El nombre de Cuba pasará a la historia por lo que en los campos de la educación, la cultura y la salud ha hecho y está haciendo por la humanidad en la época más difícil que ha conocido nuestra especie."