(A menos que se transforme…, como dirían los Roberto; pero desde el aula, la cotidianidad moral y la "arduidad", como diría Mario Sambarino)
Como han recogido medios de comunicación de la región de Barquisimeto evidenciado quienes desarrollamos labores profesionales y de estudio en esta comunidad universitaria, desde inicios de este nuevo año 2015 el Instituto Pedagógico de Barquisimeto se debate en algunos asuntos dilemáticos.
Asuntos que tocan, según nuestra perspectiva, los fundamentos mismos de ese ente como institución formadora del magisterio larense y de la región centroccidental de Venezuela, en general. Ello, en tanto que transita por ciertos nudos críticos atinentes tanto a la gestión y el relacionamiento humano, si se puede hablar así, en el marco de una cultura organizacional de patrones difusos o pre modernos y personalistas; que, en lugar de potenciar, en términos la productividad académica y logre con ello impactar positivamente la comunidad del entorno, la obstruye y limita.
Además de que genera con semejante performance esperperpéntica una "discursividad" contradictoria en su praxología, esto es, una práctica contraria a los valores proclamados y que crea dudas y hasta desencanto; principalmente en la comunidad de docentes en formación, como suele denominarse aquí a la comunidad estudiantil. O en parte del personal docente y de investigación que, con mucha ilusión, accede a este campus con muchas ganas de contribuir con el país; que es fundamentalmente una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la búsqueda de la verdad y en la reafirmación de los grandes valores del hombre, como reza cándidamente el artículo primero de la Ley de Universidades de Venezuela (1970), citamos de memoria.
¿Verdad que, en ese tenor, la universidad constituye una institución augusta? Pues, de acuerdo con cualquier diccionario, augusto, ta. (Del lati. Augustus) es algo que infunde o merece gran respeto y veneración por su majestad y excelencia… (palabrasyvidas.com/la-palabra-augus…). Ergo, cuando uno ingresa a la universidad espera hallar un recinto de sabiduría, buenos modales y una convivencia edificante. No una gallera o una especie de mercado de verduras donde lo menos que hay es búsqueda de la verdad y reafirmación de los grandes valores humanaos.
¿Es esta una especie de "filosofía del engaño", como diría Nietzsche? Formulada a modo de artículos de fe, para mantener en pie a una corporación de orígenes medievales y que, en la actualidad, es todo lo que uno se pueda imaginar, menos que una comunidad de intereses espirituales. Es un aspecto que se puede discutir, porque como acota una fuente electrónica "…reviste carácter heroico y hasta épico", (www.saber.ula.ve./../articulo 1 .pdf).
Sin embargo, de acuerdo con el criterio del Dr. Pedro Grases, a pesar del descreimiento inicial, parece que en la labor universitaria hay mucho de heroicidad; en efecto, dice este autor:
"…en el esfuerzo propio aplicado con perseverancia hacia la comprensión y el dominio de una ciencia, de un arte o de una técnica. No hay otro camino posible para el recto aprendizaje que el del adiestramiento constante de la capacidad individual, del mismo modo como nadie se hace atleta sin el ejercicio disciplinado de los músculos en las prácticas metódicas y continuas, para alcanzar flexibilidad y fortaleza. Quien desee alcanzar alguna preeminencia en cualquier campo de aplicación humana ha de someterse a la ley del conocimiento progresivo, fruto de su dedicación. El vuelo de la imaginación creadora ha de trabarse siempre sobre el propio dominio de valores probados…" (Grases, P. 1971. En: M. A. González Diestro y Rafael Tomás Caldera. "La formación intelectual. Antología. Senderos. Asesoramiento y Servicios Educativos, A. C. Caracas. P. 10-11).
Como fuere, lo cierto es que en estos días un Instituto Pedagógico de provincia, cuyo impacto no parece tan escaso al país como ente formador del talento humano es poco atendido; y que su epónimo es nada menos que ese gran pedagogo venezolano como lo fue el maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa, cuya elevada estatura física figuraba también como parte de su alta estatura moral e intelectual; nos referimos, pues, al Instituto Pedagógico Luís Beltrán Prieto Figueroa de Barquisimeto, que entendemos que no solo tiene un evidente deterioro en su estructura física, sino también unas ciertas deficiencias en los procesos de gestión, cumplimiento de sus objetivos estratégicos y manejo precario de sus recursos financieros.
No son estas palabras nuestras, sino expresiones oídas en intervenciones públicas en asamblea general el 15 de enero del corriente 2015 y en algunas conversaciones con estudiantes, de lo que hemos realizado una especie de registro etnográfico, dicho así para no perder el tono académico-profesoral que sin advertir ha tomado este texto.
Pero por otra parte, aunque vinculado a lo anterior y como ya toca cerrar, (para bien del intelecto), por estos días de enero ha surgido una esa otra problemática universitaria en Venezuela y nos va a agarrar como se dice el catarro sin pañuelo; fijémonos que cuando ya Fapuv y Fetrauve, cada cual en su esquina, se disponen a desplegar sus respectivas banderas en la discusión del II Contrato Único de los Trabajadores Universitarios de Venezuela, (la primera federación que pide al presidente Nicolás Maduro un aumento salarial de 200 o 300% y la segunda entre 45 a 50% o dos salarios mínimos y luego 7% según el escalafón de los empleados, cono se ha leído, (www.press-report.co..ve/clanek-; relacionespúblicas.unellez.educ.ve/…/54-…; www.elperiodicodelara.com /…/fotos-…; Contratación colectiva universitaria: balance y perspectivas…www.aporrea.org/movil/.../a200604.html 5 Ene 2015); va a encuentrar,pues, al Instituto Pedagógico de Barquisimeto sumido en un conflicto que ya hostiga o fastidia: las oficinas administrativas cerradas, Secretaría y Dirección también trancadas y con unas especies de espantapájaros; solo que gracias al liderazgo del sector estudiantil revolucionario y del polo patriótico, así como de los profesores afectados por sanciones impuestas por el Consejo Universitario de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, UPEL,doctores María Regina Tavares, Oscar Chapman, Prof. Esteban Oliva y otros de sus colegas del Consejo Directivo, no se ha parado las clases. ¿Pero hasta cuándo vamos a estar así? Me decía una de mis alumnas: "Esto ya parece el cuento del gallo pelón…"
Se ha observado, un conflicto de baja intensidad pero que no obstante por la visión de los medios de comunicación impresos y audiovisuales nacionales que existe un escalamiento en el conflicto salarial universitario, cada cual blandiendo débiles argumentos gremiales y tendiendo a hacer confluir legítimas aspiraciones de carácter reivindicativo con las típicas banderías de agitar las calles, por simples aspiraciones políticas con vistas a las parlamentarias y donde la universidad es un bastión importante; de donde se tiene que la situación que ahora agita los espíritus en el Pedagógico de Barquisimeto, donde se destituye a su Secretario encargado, que es punta de lanza del trabajo eficiente, por su compromiso con la institución y ser aliado de los sectores revolucionarios; pero que desarrollaba su actividad en un contexto administrativo y formal adverso, viene a demostrar palmariamente que el instituto Pedagógico de Barquisimeto no será transformado sino con la cooperación de todos, como se sugiere en el antetítulo, desde el trabajo cotidiano en el aula de clase, donde el acto educativo sea desarrollado con criterios de calidad, pertinencia al contexto y relevancia científica-técnica y trascendencia humanística.
En dos asambleas generales que se han realizado, el Prof. Esteban Oliva ha realizado un discurso propositivo y, más aún, ha movido a la reflexión acerca de falencias en la calidad de los procesos administrativos o el énfasis especial que se ha de tener en la atención a toda la comunidad, ya que todo parece indicar que el instituto Pedagógico de Barquisimeto ha desviado sus objetivos de servicio público; y sectores estudiantiles han exigido respuestas efectivas a un conjunto de demandas acerca del deterioro de la infraestructura física, como la inadecuación de los baños, transporte, comedor y pertinencia de los contenidos curriculares, que sean de mayor pertinencia con las demandas actuales de la sociedad.
La destitución del Prof. Oliva ha sido ha sido interpretada por sectores estudiantiles y un mínimo grupo de profesores, como un vulgar pase de factura, (Facebook Izquierda Upel.Ipb),porque, ¿cómo va estar un guaro de la izquierda chavista en medio de un cuerpo directivo compuesto por adecos y copeyanos y de alto vuelo filo-opositor? Como la cuerda siempre revienta por lo más delgado, al primer conflicto lo harían a un lado, como en efecto fue así; pero eso ha sido un elemento que, contradictoria y dolorosamente, ha permito hacer despertar el espíritu de lucha y arduidad (Mario Sambarino, dixit) en el seno de la comunidad ipebista, a propósito de los cual, según testimonios, se han expresado muchos reclamos y dicho amargas verdades; y, sobre todo, para muchos este gran o pequeño conflicto ha permitido hacer reflexionar acerca de la corresponsabilidad de todos en la marcha del instituto. Ya que de nuestra cotidianidad moral depende en mucho la proyección que adquiera esta casa de estudios para el ejercicio de la pedagogía.
"…el Profesor Oliva, dice Izquierda-Ipb, en su ejercicio como Secretario demostró un apego a la institucionalidad y una eficiente atención a la comunidad universitaria en general, irrefutable desempeño que contrasta con el de sus antecesores, y lo ubican, sino como el más, sí como uno de los más eficientes secretarios del IPB, desde el BLOQUE DE IZQUIERDA (MVE y FRNP) nos solidarizamos con el camarada Esteban y les recordamos a todos los estudiantes que lamentablemente entre adecos y copeyanos la academia no tiene dolientes", (eso dice este sector estudiantil); pero parece, con perdón tampoco será cuestión de dejar que se muera esa flor; algunos creen que con tal que no se suspendan las clases todo es cantar e hilar…
En el Instituto Pedagógico de Barquisimeto hace mucha falta diálogo, alcanzar acuerdo antes que acusaciones y allí los factores del gobierno bolivariano y la comunidad universitaria son muy importantes, ¿por qué no empezar con una constituyente universitaria?