El nuevo gerente del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología o como fuere que el nominalismo haya bautizado esa cartera de tanta importancia pero que padece el vicio del gatopardismo, ahora inscrita a un determinado motor productivo de la economía venezolana, tiene unos retos ingentes. ¿Cómo habrá de desarrollar sus funciones? Por ahora dizque se está empando de la situación y la gente de ARBAL le está armando un nuevo modelo de gestión. Y bien está que así sea, porque el nuevo atributo que quiere agregar a las casas de estudios (la producción, fue muy polémico en la década de 1990, pues se interpretaba como una excrecencia del neoliberalismo y dizque fue lo que dio origen a las famosas fundaciones y otras empresas en la universidades para generar ingresos propios, de lo que se dice hoy que los rectores y demás funcionarios universitarios no rinden cuentas, pero ahora como que quieren dar otro cariz).
En este caso, como en otros tantos, parece que el presidente Maduro ha venido probando y, cual más o cual menos, en esa cartera universitaria no es que tengan “poca sal en la mollera” sino que no cuajan sus respectivas gestiones (Cecil Pérez en www.aporre.org, 4, 02, 2016) y sus “proyectos” según la opinión de algunos amigos nuestros, debido a la alta rotación a que son sometidos, no logran desarrollarse; es como si ninguno “cuadrara” en los objetivos estratégicos del Jefe del Ejecutivo.
El nuevo ministro Arreaza empezó medio mal, tiene a la comunidad universitaria caliente, veamos.
Particularmente, en el Instituto Pedagógico de Barquisimeto (UPEL-IPB), hu8bo un retraso indebido en la quincena (aunque ya salió alguien, que seguramente será el nuevo ministro de educación universitaria y justificó ese retraso, echando la culpa, como siempre al personal universitario y en particular, cuando no, a la recorra de la UCV; www.aporrea.org Las verdaderas razones del retraso de la quincena a los universitarios, Caeacas, 03/02/2016) y por extensión a las demás autoridades; en efecto, nuestra quincena brilló por su renuncia.
Lo cual si no es porque los colegas, empleados y obreros son personas extremadamente decente nunca se les oyó lanzar improperios contra el yerno súper eficiente del comandante Chávez, un “utilite” en los términos del beisbol que Maduro enroca.
Finalmente, no sabemos cuándo y cómo terminará la gestión del actual flamante ministro de educación universitaria, ciencia y tecnología, suponemos que muy bien. Como en su gestión como vicepresidente ejecutivo de la república, quien con ese gran “carisma” personal que se gasta y actitud de trabajar en los barrios populares aprendida en Europa y alta sociedad caraqueña combatió que jode las colas o la escasez de medicamentos.
En fin, suponemos que no se dejará “tracalear” por sus directores con eso de las tabletas, según comentara Maduro que sí le pasó a Manuel Fernández y que el campus universitario sea un espacio para la agricultura urbana; por ahora solo la Universidad del Zulia ha respondido con el nuevo proyecto y se ha comprometido a sembrar sorgo, cuestión no del todo mal, ya que a la universidad, junto a sus funciones tradicionales, de docencia, investigación y extensión, se le agregue el de la de la productividad. Amanecerá y veremos, por ahora esperamos que no se retrasen más las quincenas y haya presupuesto para las proveedurías estudiantiles, así como las funciones clárisicas.