“La gritería y los aplausos resuenan en las bóvedas y aumentan el estruendo de las censuras y alabanzas. ¿Cuál piensas que será el estado de ánimo del joven en una situación así? ¿O de qué naturaleza habría de ser la educación recibida para que ese joven se mantuviese firme, como un náufrago que no se deja llevar por la corriente de las censuras y alabanzas? ¿Es posible que no se deje arrastrar por esa misma corriente y no llame buenas y malas a las acciones de aquellos, imitándolos en su totalidad? –No hay dudas que así procederá, Sócrates… (Platón, 1968, “La República”, Aguilar. Madrid. P. 405).
“… la problemática que vienen los docentes en todas las universidades del país por la falta de pago oportuno de sus salarios, y de recursos presupuestarios para el desarrollo de actividades académicas, administrativas y de investigación (…) indican que la situación viene afectando la calidad de las enseñanza y la investigación en las diferentes casas de estudios universitarios” (“Profesores exigen “bajar” la platica a universidades”, Diario 2001, Caracas, 18 de mayo de 2016, p. 05).
“La Universidad Republicana nació con Bolívar. Si Bolívar es el cemento fundacional de la patria también lo es la Universidad republicana. Con Bolívar cesaron los beneficios que obtenían quienes podían comprar las gracias al sacar, para limpiar la sangre, u obtener títulos nobiliarios. Con Bolívar cesó también la presencia de un pensamiento único apadrinado por una iglesia decadente que pretendía una única verdad” (Pascual Mora García, 2009, “La universidad venezolana a debate”. Fondo editorial Ipasme. Caracas. P. 105).
Un nuevo retraso en la cancelación de la quincena correspondiente a este 15 de mayo de 016 a los trabajadores universitarios ha vuelto a prender las alarmas. No somos un coto cerrado. La crisis económica que como bestia apocalíptica golpea furiosamente a la nación como consecuencia de los bajos precios del petróleo, la improductividad de las organizaciones empresariales y la distorsión que de un tiempo a esta parte padece la economía venezolana donde la inflación y la escasez campea como la peste del gran miedo hace temblar a quienes son parte del campus que reúne a maestros y discípulos con el fin de investigar, buscar la verdad mediante el método científico, reafirmar los valores trascendentales del hombre, así como orientar al país en los grandes asuntos de diverso tenor.
Pero a fines de explicar y comprender semejante situación ¿son suficientes los encendidos discursos que animan las asambleas gremiales? ¿No suele de paso en semejantes convites asamblearios florecer la acostumbre de hacer una especie de terapia colectiva donde, además, se cargan las tintas sobre autoridades gubernamentales del momento? ¿Pero a qué más sirve una buena asamblea de profesores o intergremial como no sea para hablar mal del gobierno? ¿Patrono miserable y maula que, en general no hace sino meterse goles en contra?
¿Más si se tiene un ministro del poder popular para la educación universitaria como el actual, el Dr. Jorge Arreaza, que de tantas responsabilidades como vicepresidente del área social, que es donde la cosa si es verdad que está color de hormiga, por supuesto no va a tener tiempo para ocuparse de una nimiedad como ésta referida a los sueldos y salarios de los trabajadores universitarios? ¿Quién lo manda a tener tantos cambures? ¿No dice el académico Dr. En Ciencias Sociales, Alexander Moreno, en su gracioso refranero filosófico que aquel que haza dos conejos, uno se le quema?
Lo cierto es que el propio presidente Maduro va a tener que incluir de inmediato el pago regular de la cesta ticket a los trabajadores universitarios, ya van dos aumentos, el de 13 y tantos y ahora de 18 mil pero a los docentes, obreros y empleados de las universidades han quedado por fuera, así como el hecho de que ya la quincena no alcanza para comprar lo mínimo de la cesta básica, ya por decir algo el salario mínimo integral sobrepasa el sueldo de un profesor universitario titular, que un nivel donde el esfuerzo intelectual ha sido arduo.
Pero, en fin, así son las cosas, citando a Chivo Negro, Maduro tiene que hacer justicia al trabajador universitario: “¿Podrá, pues, Glaucón –añadí- parecer digno de censura el que devolvamos a la justicia y a las demás virtudes esas ventajas y esos premios que les corresponden y que al unísono les atribuyen los dioses y los hombres, tanto en vida del hombre justo como después de la muerte? –De ninguna manera- respondió”…