No tengo más palabras para seguir calificando la gestión del Ministerio de Educación Superior en las universidades. No hallo como describir la aberrante designación de nuevas autoridades en la Universidad de los Llanos Ezequiel Zamora. Y no se trata de defender a las autoridades salientes porque lo estuvieran haciendo bien. De hecho, el rector Grima confundió la inclusión estudiantil con el populismo y la dádiva, por lo que permitió un deterioro académico inaceptable y acabó con los servicios estudiantiles. Se deslumbró ante la posibilidad de construir la ciudad universitaria de la UNELLEZ y así pasar a la historia de los llanos venezolanos, por lo que descuidó acciones más terrenales y, por lo tanto, más importantes.
Ninguno de los designados reúne los requisitos legales y reglamentarios del cargo en que fue nombrado. Del rector, Antonio Pérez, se dice que es profesor de un tecnológico y de secundaria, pero su currículo es un misterio que nadie conoce. Edgar Gómez, designado vicerrector académico, ingresó con Carrillo en el 2002 como docente contratado a medio tiempo, su concurso fue objetado por auditorías realizadas por el propio MES, pero Grima no tuvo la voluntad de corregir ésta ni ninguna otra situación. Es inentendible e inexplicable que ahora el mismo Moncada le otorgue el segundo cargo jerárquico de la universidad. Carlos León, designado vicerrector de servicios, ingresó como estudiante universitario en 1977 y no pudo concluir ninguna carrera, por lo que será el primer caso de alguien que, sin ser profesional universitario, llega a ser autoridad. Muy original esta reivindicación del “saber popular”, celebrará alguien. Es empleado administrativo, se desempeña como titiritero y
será quien lleve adelante la política de “cuentas claras”.
Regresa el delator del maestro Chávez, el ex-agente de la DIM Rodríguez, como jefe de seguridad, así como los vende cupos y agresores de los estudiantes. Gente para codearse en credenciales con Andrés Eloy en la Bolivariana. De esta forma se impulsa el desarrollo de las universidades experimentales, para hacerle contrapeso a las universidades donde París, Sharifker y Ugalde son rectores. Si esto no es contrarrevolución, alguien tiene que decirme qué es entonces.
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