Lejos, en los recuerdos y en el tiempo histórico, están los días gloriosos, luminosos, de la Universidad Central de Venezuela -UUU/ UUU/ UCV-, ¡entones la casa que nos enseñó cómo vencer las sombras!, contra la ignorancia, el abandono, la exclusión, la tiranía..., en favor de la independencia, la soberanía, libertad, defensa de la Patria y sus riquezas. Radiante, como mil soles, desde la UCV, el pensamiento revolucionario, antimperialista, nacionalista, iluminaba la vida y el quehacer de la Venezuela cuarto republicana, de la llamada democracia punto fijista o representativa.
¡Otros tiempos! De ideas, sueños heroicos, libertarios, truncados por la mano invisible y todopoderosa de Copei, al mando de Rafael Caldera, con el apoyo incondicional de AD, ¡el partido del pueblo! ¡Tristes, infaustos...! la llamada mejor democracia del continente, intervenía, con todo su poder militar, el recinto de la casa, ¡que entonces vencía las sombras! Allanada y cerrada por años, se excluyó al pueblo, pobre, humilde, necesitado de luz, voz y voto. Adecos y copeyanos apagaron la luz, el pensamiento crítico, liberador, tomaron el control y destino de la Casa Más Alta y Patriota, los recintos universitarios públicos.
En los nuevos tiempos; revolucionarios, bolivarianos, Chavistas, desde la UCV colonizada, se coordinaron acciones contra la propuesta, redacción y aprobación de la Constitución Bolivariana y el nacimiento de la Novel República, con su democracia Participativa, Protagónica, incluyente. ¡Soñada! Su aprobación, aplicación, reforma y enmienda, siempre fue y a sido objeto de descredito, negación, desconocimiento por quienes, como Cecilia Garcia, dirigen la vida universitaria con lineamientos políticos de AD, Copei y derivados. ¡La universidad autónoma venezolana, de los últimos 20 años, ha estado de espaldas al pueblo, a la sociedad venezolana y sobre todo, a su nueva institucionalidad republicana, bolivariana. Sus autoridades, en lucha por mantener el control político administrativo subordinado al pensamiento y acción de la oposición política, siguen excluyendo, negando la participación e ingreso del pueblo en la vida universitaria. Contra el proyecto emancipador, liberador, bolivariano, en irrespeto a la CONSTITUCIÓN aprobada, como nunca antes en nuestra historia, en referéndum popular, por el PUEBLO VENEZOLANO ¡Nuestras Universidades Autónomas, lucen vacías, "secas como la mar"!
La universidad autónoma venezolana, bajo la rectoría opositora, participa activamente en el desconocimiento de la Constitución Bolivariana y rompimiento de la institucionalidad democrática de ella derivada. Muchos, ¡muchísimos!, son los eventos y acciones que así lo confirman: Participa resueltamente en el golpe de estado de 2002. Saluda, con beneplácito y espectacularidad propagandística, el derrocamiento de Chávez y la instauración del gobierno de "Transición y Unidad Nacional" de Pedro Carmona producto del golpe de estado. Derrotados, ¡por el pueblo excluido de la universidad!, se escudan tras la autonomía universitaria y en el art. 109 de la Constitución Bolivariana, tan violada y vilipendiada por ellos. Pocos meses después, son parte del eje motor, promotor, ejecutor, del paro petrolero-empresarial contra la Nación Venezolana en su conjunto, ¡también fracasaron! El pueblo excluido, de la casa que vencía las sombras y privado de la luz torrencial, se sentía representado, incluido, iluminado, desde la República Bolivariana de Venezuela y hacia VIVA LA LETRA Y EL ESPIRITU CONSTITUCIONAL. Esa que tanto las elites universitarias se niegan a reconocer.
Como excelentes científicos al servicio del mal contra su Estado-Nación, inventaron, promovieron, ejecutaron, protegieron la violencia de las guarimbas, el referéndum Presidencial... ¡Derrotados! "Ganaron una", la reforma constitucional. Volvieron a perder, la enmienda constitucional. Cecilia, ya rectora de la UCV colonizada, entraba en desespero, en rauda y veloz carrera convoca un Referéndum Consultivo interno para "enseñar" a los excluidos universitarios, al pueblo, cual debía ser, ahora sí, la luz en sus ojos al momento de votar. Chávez, la Revolución Bolivariana, nuestra Constitución y el pueblo la volvimos a derrotar. ¡Brava, derrotada, asumió desde entonces, sin elecciones internas y en irrespeto a toda legislación, la rectoría de la UCV, la casa que desde hace décadas dejó de vencer las sombras, la UVC colonizada, tutelada, autoritaria!
Así continua la vida política desde los campus universitarios; en clara y abierta contravención a la CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA y toda su institucionalidad democrática. Cecilia García, rectora "no electa", frustrada en sus aspiraciones presidenciales, por sus propios aliados, en los tiempos presentes, avala y dirige toda cuanta protesta se desarrolla desde la UCV para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. Hoy amparada en su ilegalidad por la AN opositora, conforma la directiva de un CNE paralelo, ¡en las sombras de la intervención y tutelaje extranjero!, para la realización intempestiva de un llamado Plebiscito Simbólico, cuyo resultado, no vinculante, servirá para: (i) desconocer internacionalmente al gobierno, la Constitución, la legalidad y legitimidad del Estado-Nación, (ii) solicitar intervención extranjera y formación, al margen de la Constitución Bolivariana, de un gobierno de unidad nacional, como el de Carmona en 2002. Cecilia Garcia, ha ordenado a la UCV no elaborar la tinta indeleble que se usaría en la ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE y venideros procesos electorales de gobernadores, alcaldes, presidenciales. Busca, como siempre, la exclusión, la no participación popular, política, electoral. Cercenar el sagrado y constitucional derecho de expresión política, democrática, en la vida participativa y protagónica del pueblo venezolano. ¡Ese pueblo, negado, execrado, excluido, por años, de la "luz torrencial en la casa más alta que vence las sombras"!
¡El Plebiscito Simbólico es inconstitucional y arma opositora para la guerra civil en Venezuela!
