El asunto de la Universidad de Oriente y el discurso. Llamado al Fiscal General

"El hábito no hace al monje", se suele decir en antiguo lenguaje coloquial. En verdad no lo hace. Quien lleva la más lujosa vestimenta de la partida, no necesariamente es el mejor tipo y hasta tampoco el más poderoso o quien está al mando. El "hábito" puede ser sólo un disfraz para ocultar la pequeñez, puro exhibicionismo o por eso que la gente comúnmente llama, "cosas de costumbre". La denuncia fundamentada tiene valor aunque en el legajo, hasta al inicio, se usen palabras indebidas. Por el contrario, el mentiroso es aficionado a edulcorar su discurso y hasta gesticula armoniosamente para "meter gato por liebre".

Pero también es verdad que el hábito, si no hace a nadie monje, puede hacerlo parecer y ¿cuántas veces eso acontece? ¡Cuántos engaños se pasan en la vida!

Decimos todo lo anterior para poner énfasis en la pertinencia del discurso. Vagamente recuerdo un trabajo de Jean Paul Sartre sobre ese asunto. Y ahora, al leer la denuncia hecha por lo que pareciera un fraude dentro de la UDO, relacionada con un graduado como neurocirujano sin cumplir con todas las exigencias, presentada por Teodulfo J. Russian, a través de artículo publicado en Aporrea que se puede leer siguiendo el enlace que anexamos abajo, titulado :"Una universidad de mierda", no sólo hemos recordado al insigne escritor, filósofo, novelista, ensayista, dramaturgo francés, sino que hemos vuelto a recoger una prueba de cómo el discurso elaborado sin las debidas formalidades, dejándose llevar por la iracundia, puede terminar disfrazando la denuncia que se hace y sirve para distraer la atención del público hacia asuntos banales y hasta creer en quien lleva puesto el hábito es un monje. Es más, hay quienes se valen de un discurso inapropiado, soez e insolente para quitarle valor a la denuncia. Y suelen tener éxito.

En efecto, el denunciante, se topó de inmediato con un elemento distractor, sin que este necesariamente tuviese esa intención. El señor Ángel Rafael Fariña Pestano, con toda la razón del mundo, se sintió tan afectado que respondió también en Aporrea (ver enlace al final) diciendo lo siguiente: "Con mucho desagrado pude leer un escrito elaborado por Teodulfo Russian, titulado soezmente "Una universidad de mierda". Es decir tomó el rábano por las hojas.

Quien responde al denunciante de un hecho deleznable, ilegal y sobre todo inmoral, desde la perspectiva e intereses del colectivo, lo hace con un título también indelicado, que en nada beneficia el nombre de la UDO. Su título, ¡La universidad de oriente no es excremento!" no es el más apropiado, pues también parece soez y deleznable. Pareciera la respuesta, me refiero exclusivamente al título, de un infante cuando otro de su edad le dice o hace algo indebido.

Pareciera que Russian es egresado de la UDO o alguna relación tiene con ella, pues Fariña Pestano cierra su artículo diciéndole "tenga cuidado a quien salpica porque usted mismo queda enlodado". Si es así, más razón tengo al creer que la calificación de Russian, quien dice haberla tomado del lenguaje de Trump, quien habló de "54 países de mierda", no es más que un desahogo verbal de alguien angustiado y alarmado por lo que considera un fraude académico. ¡Y hay qué ver lo eso significa, un fraude académico y en neurocirugía!

También es verdad que Fariña Pestano admite desconocer el asunto que denunció Russian, es más, como es natural, pide eso se investigue y se llegue a las últimas consecuencias. En lo particular creo que hasta el Fiscal General de la República debe tomar cartas en el asunto, tratándose de algo que atañe a la salud e interés públicos.

Pero volviendo a Sartre, estamos ante un asunto que, por haber sido planteado o denunciado con un discurso inapropiado, de inmediato recibió una respuesta más o menos atendiendo en primer término a la formalidad o informalidad del mismo.

Es verdad que el señor Fariña Pestano, como ya dije, exige se averigüe la pertinencia o no de lo denunciado por Russian, pero su mayor énfasis estuvo en reclamar como egresado de la UDO con un titular y unas palabras, sobre todo de entrada, que contribuye, aunque bien sé no es esa su intención, a desviar el debate. Tanto que, por lo que he oído a unos cuantos jóvenes universitarios, el tema de fondo, el presunto fraude en el postgrado de neurocirugía, pierde interés por las dos palabras utilizadas en dos artículos que alcanzaron alta difusión y corren veloz y profusamente por las redes. Pudieran estar naciendo dos bandos alrededor de los articulistas y ninguno a favor de esclarecer y hasta castigar a quien sea menester en caso que la denuncia de Russian tenga sustento. Si este último nace, como esperamos, por ahora debe ser poco numeroso.

Cualquiera pudiera preguntarme qué interés tengo en este asunto y antes que eso suceda voy a responder. Soy docente, estuve el aula una muy larga vida. Sé que el discurso debe corresponderse con lo que se busca y se persigue. Vivo cuestionando al presidente Maduro, entre otras cosas, porque ostenta el campeonato mundial de decir las cosas como se debe. Russian, de ser cierto lo que está denunciando, merece nuestro respaldo y hasta admiración. Lo primero porque es un asunto del interés de todos y sobre todo de quienes tenemos relación con el hecho educativo. Admiración, porque con esa denuncia corre graves riesgos a cambio de hacerle un servicio a la patria y hasta a los humanos en cualquier parte del mundo. De comprobarse la falsedad de su iniciativa él tendrá que pagar las consecuencias.

Es cierto, Russian usó un titular pedestre, chabacano, que hasta pudiera descalificar su denuncia. Pero ante ese error suyo, no puede uno poner énfasis en la formalidad o torpeza al calificar, porque pudiera contribuir para que el presunto o presuntos delincuentes se evadan. Hoy pude constatar como algunos jóvenes universitarios comentaban con excesivo interés el asunto, pero no al relativo presunto fraude, sino de cómo alguien calificó de mierda a la UDO y otro salió en su defensa diciendo que ella no es excremento.

Lo que realmente interesa es la denuncia; en ella hay que poner el mayor interés, tanto que como ya dije, debe intervenir el Fiscal General de la República y hasta la ANC. No creo que la Ley de Universidades esté por encima de la majestad de poderes tan altos, de la justicia y moral ciudadana.

Pero en verdad digo que, esas cosas no deben presentarse en empaque de lujo y menos al desnudo y embarradas para distraer la atención y el asunto de fondo quede sobre el escritorio.

En definitiva los dos titulares y partes de ambos discursos fueron por lo menos desacertados. El primero en verdad cometió el error no sólo de calificar soezmente a una respetable institución, sino que la hace responsable de un presunto delito que, de ser verdadero, es responsabilidad de poca gente, con nombres y apellidos; el segundo, intentando salir en defensa de la UDO, sólo pudiera lograr distraer al público, las autoridades competentes y los delincuentes, como suele suceder, queden impunes y la institución desprestigiada.

Por último, es bueno ya que hablamos de hábito, relacionado con el traje propio del monje, es bueno siempre vestirse de acuerdo a las circunstancias, porque pudieran a uno confundirlo o alguien aprovecharse de nuestro desatino para lograr que eso suceda.

https://www.aporrea.org/educacion/a259142.html

https://www.aporrea.org/educacion/a259433.html



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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