El título de este artículo lo escribí parafraseando el título de una noticia publicada en Aporrea (ver: https://www.aporrea.org/educacion/n324228.html). Según esta noticia habría unos docentes indignados porque el Ministerio del Poder Popular para la Educación decidió exigirle a las y los docentes postulados para cargos directivos la realización de estudios en un determinado Programa de Formación Avanzada gestionado por el propio ministerio. La única indignada que ofrece declaraciones en este noticia de Aporrea es la profesora jubilada Carmen Montilla, quien por esa condición no tiene ninguna oportunidad de ocupar un cargo directivo. Según la profesora Montilla, "el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) pretende imponer pensamiento único en nuestras escuelas y liceos". También afirmó la referida profesora que: "Es una forma de avanzar hacia un régimen autoritario y totalitarista ya que busca la uniformidad de pensamiento con el gobierno. Es el desconocimiento de las universidades públicas y privadas. Es la expresión más evidente de un gobierno intolerante a la crítica, al pensamiento diverso. La educación no puede ser cercenada de esa forma. Para eso no luchamos muchos de los que hoy somos maestros". Nunca que imaginé que se podría lograr tanto con un curso de postgrado. Cierra Aporrea la noticia en cuestión con un llamado a la resistencia, en la voz de la profesora Montilla: "los maestros activos y jubilados, los padres y representantes deben oponerse a tal avance hacia el oscurantismo". Por un lado, esta noticia pareciera ser no más que un caso de "bandera falsa" que busca lo que los actores políticos opuestos al Gobierno de Maduro no han logrado por otros medios, movilizar a la gente a manifestarse en la calle. Recordemos que las primeras manifestaciones masivas contra el Gobierno Bolivariano tenían como motivación la oposición a reformas en educación, usaron la consigna: "con mis hijos no te metas". Ahora sería algo así como: "con los docentes no te metas". Por otro lado, en esta noticia se silencia la realidad jurídica y de hecho venezolana. Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el Estado venezolano adopta el principio del Estado Docente. Que por cierto algunos ignorantes le atribuyen su creación al abogado adeco Prieto Figueroa. Doctrina que es desarrollada en la Ley Orgánica de Educación de 2009.
El razonamiento usado en la noticia publicada en Aporrea es por lo menos traído de los cabellos. El MPPE es el ente rector de la educación en nuestro país. Las leyes le atribuyen las competencias de control del currículo, de la gestión de las escuelas y de la formación de las y los profesores (en formación y en ejercicio) de todos los niveles de la Educación Básica. No solo es totalmente legal que el MPPE exija la realización de un curso determinado para ejercer cualquier cargo en el sistema educativo, sino que tiene la autoridad para regular la formación de docentes en las universidades públicas y privadas.
En la Universidad Nacional Abierta se le exige a todas y todos los profesores candidatos a ingresar y de reciente ingreso a la universidad como personal ordinario la realización de un Curso de Inducción. Dicho curso "está dirigido a los profesores ordinarios y contratados de reciente ingreso del área académica". Y tienen por objetivo: "Promover la adaptación funcional y la integración socio-laboral del profesor o profesora que ingrese a la UNA, bajo la condición de Personal Ordinario o Especial (Contratado)." Si usamos el mismo razonamiento del artículo mencionado arriba, entonces podríamos afirmar que en la Universidad Nacional Abierta imponen pensamiento único a las y los profesores. Nadie en su sano juicio aceptaría tal afirmación. Apelarían al sentido común y afirmarían que toda institución, pública y privada, puede formar al personal que en ella trabaja y a las personas que aspiran a ingresar a dicha institución.