En el marco general del conflicto sociopolítico que padece Venezuela en estos últimos días y meses debido al gran asedio internacional a que está sometida porque "No somos monedita de oro" para el imperialismo norteamericano y sus aliados internos y algunos vecinos latinoamericanos coaligados en el "Grupo de Lima", subsiste una madeja de problemas como causa y consecuencia de lo primero, seguramente. Uno de esos lo constituye la cuestión salarial de los trabajadores universitarios: profesores, empleados y obreros; situación que comparten colegas de la educación primaria y de bachillerato.
Se han declarado en conflicto con manifestaciones de calle, marchas y concentraciones frente a ministerios u otras oficinas públicas vinculadas a los derechos laborales, tribunales o asamblea permanente en las instituciones respectivas; ello al menos desde noviembre de 2018. Como las esperanzas son las últimas que se pierden durante casi tres meses se han mantenido impertérritos, curiosamente el gobierno bolivariano ha hecho oídos sordos, parece que otros conflictos agobian y limitan su toma de decisiones, sin negar que la mayoría de los gremios universitarios o sindicatos de maestros y profesores han declarado su apoyo al diputado Guaidó, pidiéndole que los incluya en su ya famoso "Plan país", constituyendo tal actitud una especie de "ilusión ilustrada" o hipoteca a futuro al modo del ruego del crucificado junto a Cristo: "Acuérdate de mí cuando estés en tu reino".
Como "De todo hay en la Viña del Señor" algunos gremios o sindicatos se declaran neutros y dicen que su lucha es estrictamente salarial reivindicativa, la tv regional larense nos trae la noticia que el conflicto universitario por el que atraviesan es por violación del "Acta Convenio" de los trabajadores universitarios en 2018 o la última convención colectiva del magisterio, 2017; que fue echada por tierra con la reconvención monetaria. Esta contemplaba pagar 4, 75 salarios mínimos, pero ¡oh, sorpresa! ha sido rechazado tal convenio; lo peor es que los ministros respectivos y el ministro del proceso social y del trabajo también se han hecho los pendejos, ¡claro, como ellos ganan millones se olvidan del pueblo!, decía una profesora ahora en la mañana que, la verdad sea dicha ha perdido toda fe en las bondades de la revolución bolivariana o al menos en el presidente Maduro y sus ministros, ¿cayó vencida por las investidas de la guerra psicológica o por la indolencia gubernamental?
Lo cierto es que se propala mucho discurso encomiable pero ninguna concreción, ¡amor con hambre no dura!, dizque establecieron en el MPPEUCT 9 comisiones de trabajo, una inclusive con fines de constituir brigadas antimperialistas, pero no se manifiestan ante las demandas de cumplir acuerdos ya alcanzados y como canta Daniel Santos, continúa diciendo esta profesora amiga: "Yo no he visto a linda".
El presidente Maduro, el pobre, siempre dice que tiene disponibilidad de dinero para cumplir sus compromisos económicos, ¿por qué no se comprometerá en pagar un sueldo adecuado a los trabajadores universitarios, educación primaria y bachillerato? Supuestamente una tal oficina burocrática, OCPRE, o lago por el estilo, dizque señaló que no había dinero para sueldos del magisterio. ¡A vaina, así estamos jodidos entonces! No queda si no luchar… eso sí sin renunciar a la defensa del Estado-Nación.
