Como en los mejores tiempos de "La presidencia mediática de Chávez" (Andrés Cañizales, Alfa, Caracas, 2012) la noche de este sábado 7 de marzo, durante un avance de La Noticia, apareció el presidente Maduro en la pantalla de VTV, dando órdenes a través del i-phone de su hijo Nicolás Ernesto al Ministro del Poder Popular para la Educación Universitaria, MPPEU, abogado César Trómpiz. Además, aprovechó la ocasión para denunciar cómo las sanciones económicas y financieras que promueven contradictoriamente gente universitaria como Julio Borges y Juan Guaidó, entre otros de esa camada de titulados de la UCAB, todos de la mano de Trump; tienen a nuestras casas de estudios y a toda su comunidad (profesores, estudiantes, egresados, empleados y obreros) en una condición de extrema vulnerabilidad. Ya que los salarios y las becas no sirven para nada (sic), por eso todas las funciones clásicas de las casas de estudios superiores están en grave contingencia; lo sugirió el presidente allí mismo como si se hiciera un auto gol, que llaman.
Lo cierto fue que Trómpiz sorprendido respondió "Sí presidente" y buscó una libreta y lapicero que tenía en un morral que había dejado en el piso para atender la llamada y empezó a hormiguear líneas como muchachito de escuela. Estaba el joven funcionario en la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela, UBV (nueva universidad fundada por Chávez) de la cual es egresado y que al parecer también hoy es Rector, en reunión con otros coetáneos suyos integrantes de la estructura política llamada algo así como Organización Bolivariana Venezolana de Estudiantes, OBVE (¿).
Ese avance de la noticia fue como si el presidente descubriera por vez primera que la universidad venezolana existe, sí, pero en unas condiciones de precariedad tal por la palabra de sus mismos voceros estudiantiles (graves limitaciones en las proveedurías estudiantiles: comedor, transporte, becas, seguro de hospitalización, cirugía y maternidad, seguridad de las instalaciones y refacción de la infraestructura, entre otros); e inmediatamente pidió al ministro del ramo, al de juventud o deportes, Pedro Infante y a Robepsa (¿) Poleo, JPSUV, que anotaran las órdenes que iba a girar.
Así anunció que la Misión Venezuela Bella remozaría la infraestructura universitaria en Venezuela, aumentar las becas estudiantiles, entre otras; que recordemos señaló que asignaría al MPPEU recursos en petro para satisfacer necesidades, ¿se quedará eso solo en anuncios?
Por otra parte, llamó la atención que el presidente Maduro no abordó otros asuntos candentes del sector universitario que suponemos sí fue tema de discusión en esa reunión del ministro Trómpiz y otros colegas suyos (Infante, Poleo, Moros-Guerra) con la OBVE, como son: las próximas elecciones de autoridades universitarias autónomas y experimentales históricas, como también se les llama a estas últimas; sólo en estas porque no se cree que los procesos electorales universitarios vayan a incluir aquellas casas de estudios de nuevos tipo y que forman parte de la Misión Alma Mater, las universidades politécnicas territoriales u otras que fueron intervenidas y hacen parte de este mismo conglomerado como la UNELLEZ, UNEFM, por ejemplo.
En efecto, la AVERU anda con las manos en la cabeza frente a la sentencia 324 del T.S.J., que según su perspectiva viola la autonomía universitaria (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999, artículo 109) e impone las condiciones para las elecciones universitarias; esa decisión 324 ratifica la similar del 27 de agosto y que ordena la renovación de las autoridades rectorales de la UCV dentro de un plazo de 6 meses a tenor del artículo 34, numeral 3 de la Ley Orgánica de Educación (2009) y en cambio ordena la suspensión de los artículos 31, 32 y 65 de la Ley de Universidades (1970).
Al respecto, algunas personas siempre se han preguntado: si las elecciones universitarias en proporción igualitaria en Venezuela y que comprendería 5 sectores: estudiantes, profesores, egresados, empleados y obreros, ¿se aplicarán también en aquellas Alma Mater y UPT? En ese embrollo ha estado el sector universitario ya por más 10 años, por eso hay rectores y decanos que con sus períodos vencidos ocupando sus cargos por al menos 15 años, aunque los factores políticos en pugna, gobierno y oposición suelen usar la universidad como un botín electoral en realidad poco se ocupan de atender las necesidades fundamentales del sector.
De hecho, el rector de la Upel Dr. Raúl López Sayago recientemente ha denunciado que el Ejecutivo aprobó 0,33 % del presupuesto solicitado para el ejercicio fiscal 2020. En efecto, dijo que "ese monto no alcanza ni para cubrir los gastos de funcionamiento, desarrollo de infraestructura, transporte, providencia, comedor e inversión académica. Agregó que los ingresos propios de la universidad, provenientes de las matrículas, postgrados y la extensión universitaria supera ocho veces el aporte fiscal" (http: // www.costadelsolcom) .
En fin, esperemos que Venezuela Bella llegue a las universidades, en especial el Instituto Pedagógico de Barquisimeto, junto a atender las necesidades presupuestarias de la UPEL y demás instituciones hermanas, como dice Antony Queen el tiempo y la misma vida nos dirá.