Una cosa es la importancia que tuvo la candela (el fuego) en el desarrollo de la humanidad y otra, es la connotación en el plano de los significados socioculturales que adquiere cuando se ve a la misma candela, pero miles de años después, queriéndose devorar todo el edificio del Ministerio de Educación.
No olvidemos, que los human@s somos seres productores de símbolos y que naturaleza y cultura no puede separarse, lo que viene a darle la oportunidad a cualquier mal pensado para preguntarse ¿qué puede estar ocultándose detrás de esa candela? como si en política siempre se está escondiendo algo.
Lo cierto es, que aquellas imágenes, me incitaron a releer ,de Aquiles Nazóa, su "Decálogo del buen bombero", lo que inmediatamente - no me pregunten la razón- hizo que se me dispararan en el cerebro una serie de preguntas, que fui resolviendo apoyado en el método dialéctico de Platón, donde la argumentación siempre está guiada por un acuerdo provisional de una proposición, pero también fui muy influenciado, y este detalle no puedo negarlo, por el estilo acucioso de Jorge Rodríguez.
¿Acaso sería un comando combinado de maestras y maestros jubilados y por jubilarse, que empujados por el desespero de sobrevivir en el estado de miseria a la que están sometidos, decidieron lanzarse esta acción? la respuesta no tardo en aparecer: las docentes y los docentes venezolanos siempre han sido un cuerpo digno y de luchador@s por sus derechos y los de todo el pueblo pero burdos,irresponsables y vandálicos; jamás. Bueno, descartado lo anterior, mas con todo este rollo geopolítico y fronterizo uno termina también pensando que ¿quizá pudiera ser otro comando terrorista entrenado por la narco oligarquía colombiana como parte de sus planes sempiternos contra Venezuela, con el claro objetivo de destruir, más de lo que ya está, nuestra educación nacional?
Aunque no es nada descabellado presumir de ¿ Si esto tendría que estar relacionado más bien con una fracción dentro del propio ministerio que no renuncian al obsesivo sueño de poseer la silla de Aristóbulo y vieron la oportunidad de tirarse ese paso?
Sin embargo, siempre debe uno tener en la mira al primer sospechoso por su largo historial de invasiones,en este sentido ¿tendrá aquí el imperialismo algo que ver, porque, a dónde no ha metido éste sus asquerosas pezuñas? Cabe, asimismo, sospechar ¿que pudo haber sido una o un sencill@ emplead@ empobrecid@ del mismo ministerio, que todavía no supera el trauma causado por la humillación del que fueron objeto el reciente pasado diciembre, con el bono hallaca, y como consecuencia de esa agresión psíquica laboral haya devenid@ en piromaníac@ y se esté vengando, desahogándose como en aquellos "Días de la Ira" que con maestría nos narró Antonio Arraiz? Pero pensando lo menos, pudiera también deducirse, y esto último, mirando el estado de abandono de las instalaciones, y entonces no existe ningún plan subversivo, sino un simple y criminal descuido del patrimonio público, y que por ahí pudiera estar la causa?
Es mucha la especulación que se alborota en el cerebro de uno. Pero lo cierto es, que la respuesta podría hallarse en una de las preguntas que el filósofo Gastón Bachelard se hace en su libro "La Llama de una Vela":¿Por qué buscar dialécticas de ideas cuando, dentro de un simple fenómeno (la candela), se consiguen dialécticas de hechos,dialécticas de seres?.
Sin embargo, no consigo explicarme el porqué tengo una fijación con esta última pregunta ¿Pero, es que acaso, no fue el mismo gobierno el que ha originado la candela en la educación?